cruzar el océano y que te entiendan y comprender, es otro mundo (extraño todo: el designio, la fábrica y el modo) pero en español. pedir una servilleta y que te den una servilleta, probar un jugo de borojó en agua y sin azúcar, escuchar una misa y entender al cura (que al cura le llamen cura), saber que allí alquilan una habitación (arriendan un cuarto) por las palabras, escuchar una conversación en el metro y reconocer el sentimiento, ver un edificio alto y ser un edificio alto, preguntar cómo ir y llegar, mirar a la vez
aunque al borojó le digan borojó
a la almojábana almojábana
y a la alcancía alcancía
parche.