Home Mientras tanto Buscando a Dios, desesperadamente (4) 20-06-2010

Buscando a Dios, desesperadamente (4) 20-06-2010

Seigneur je te donne mes chansons,
mon soleil et mes miseres

mes amis, ma familie et ma maison.

Je te donne ma vie entière

 

 

 

Hoy he ido a Misa, católica, por supuesto.Pero no una misa normal, las misas aquí tienen otra medida del tiempo. Como los servicios protestantes: menos de 2-3 horas no hay quien te las quite.

Por varias cosas. De una parte porque son bilingües: en mooré y en francés. Eso ya te dobla el tiempo, como mínimo. Pero, además, es que como aquí la gente no tiene muchas otras actividades lúdicas, estos actos religiosos los completan con muchos contenidos: cánticos, corales, parlamentos, sermones… mucho más de lo que estamos acostumbrados en el primer mundo o en el segundo.

 


No sé vosotros, pero a mí me parece como la figura de un ‘genio’ de los que hay en la brousse, con los brazos y la boca abiertas, dispuesto a lo peor…

 

Llegué a las 8 de la mañana, es lo que me habían dicho, pero la Catedral ya estaba casi llena, supongo que habrían empezado con preliminares como los protestantes, porque me parecía que la Misa, como tal, empezaba cuando yo llegué.

El edificio es el más grande de Ouahigouya, con diferencia, y es más agradable (decir bonito sería exagerar) por dentro que por fuera. Me temo que hay un poco de competencia en esto de las religiones atraerse a los feligreses, pero lo hacen pacíficamente, musulmanes, protestantes, católicos… hay fair play. Aunque casi enfrente de la Catedral han construido una nueva mezquita, más grande que la mezquita principal de Ouahigouya.

La Catedral es una nave impresionante como de 50 ms o más de larga y casi otro tanto de ancha. Alta como ella sola en toda la región del Norte, ni siquiera los minaretes más altos se le acercan y todo creando un gran espacio interior, lo más parecido a una de nuestras catedrales, pero con las limitaciones de aquí, claro está. Techo de zinc ondulado y unas altas estructuras sujetándolo de las que cuelgan los focos (que no sé si se utilizarán alguna vez porque no hay servicios nocturnos) y los ventiladores que esos sí que se utilizan, por razones obvias, con escasas columnas. Un espacio muy diáfano, donde cabe Dios de sobras. Y un montón de fieles.

 



Está muy bien por dentro, es nueva y se nota que el tiempo no la ha ‘trabajado’ todavía

 

 

6 filas de 30 bancos, con capacidad para 6-7 personas por banco, que no es cosa de andar apretados con estos calores. En todo caso calculo que hubiera entre 800-1.000 personas, 2 ó 3 veces las personas que vi en la AD, protestante. Pero claro, no jugamos la misma liga, los católicos cuentan con Catedral y Obispo (Justin Kientego), además hoy se celebraba el Día de las Madres y de los Padres (todo en uno que aquí no hay grandes almacenes que puedan hacer promociones de regalos), con lo que había muchos niños que participaban y puede que la asistencia fuera mayor de la habitual.

En todo caso hay más iglesias y, por ejemplo, mi amiga Elisa y su prima Silvie (la que quiere ser monja) van a otra que está más cerca de su cour y no tienen que coger la moto, son 15 minutos andando y se ahorran la gasolina, que lo mismo podrían ser 100 Fcfas o más (15-30 cts de €).

La liturgia, como siempre, pero muy entreverada de cánticos y parlamentos y/o sermones. Venden una hoja a la entrada, 100 Fcfas, con los cánticos para poder seguirlos y participar, pero como llegué tarde la conseguí cuando me la regalaron después de comprar en un puesto que había a la salida una Biblia en mooré (Sebr Songo) y otros libritos curiosos de oraciones, además de un Sant Michel de esos que brillan por la noche, para que complete mi wack.

Los niños participaban en todo y leían  ya no sé si una Carta de Pablo a los Corintios o una postal de Juan Pablo a sus amigos: mi francés es malo, pero la megafonía era peor y la dicción de los niños ni te cuento. Excuso hablaros de su mala formación en la lectura. También leían cosas bonitas para las madres y los padres, con grandes murmullos de aprobación general, cuando no de risas (no entiendo el francés como para pillar los chistes).

Era encantador verlas bailar. Siento no poder subiros vídeos, quizás algún día cuando la ADSL llegue a mi pueblo pueda hacerlo…

 

 

No os voy a repetir cosas que eran casi idénticas a la experiencia en el servicio protestante: sistema de acomodadores para colocarte en los bancos, coral con banda compuesta de guitarra, teclados, percusión y viento (para mí que era una especie de flauta), grupos de niñas ataviadas con pagnes típicos burkineses de la época de Sankara que bailaban, ellas mismas pasaban el cepillo (me descubrí el trasfondo católico dejando más propina que a los protestantes), etc. Eso sí no había que saludar a la Asamblea, ni decir quién eres. Porque claro, volví a ser el único blanco entre cienes y cienes de negros. Hasta la iconografía está adaptada y no sólo la Misa se dice en mooré, como se dice en castellano o en catalán (¿os imagináis en Cataluña o el País Vasco que hicieran como aquí y la misa durara el doble porque se dijera en los dos idiomas?), las imágenes de María, su hijo y sus amigos, están ‘bronceadas’: vamos que son negros. Y me parece de puta madre, ¿por qué Dios tiene que ser blanco o por qué hombre, incluso por qué de una religión en concreto…?

 


Jesús y compañía, al que no consigo identificar es a Judas, al Iscariote me refiero.

 

Vosotros podéis pensar que me sentiría como una aguja en un pajar, perdido entre tanta gente, sin que nadie se percatara de mi presencia, pero es todo lo contrario, me siento, más bien, como una paja en un ajuar.

Soy el típico manchurrón blanco que destaca sobre algo uniformemente resplandeciente. Por eso intento encogerme todo lo que este desparramado cuerpo me permite. Pero cuando lleguó eso de ‘daos fraternalmente la paz’, se la di a todo el mundo: mi banco, el de atrás y el de delante. Incluso a un bebé que estaba mamando de la teta de su madre, porque aquí los niños pican mucho entre horas. Y hablando de picar, no me atreví a ir a comulgar aunque casi todo el mundo lo hizo, pero sin ser irreverente, y siendo ateo, a veces sí me he sentido en ‘comunión’ con la misa por lo que fuera, lo he hecho. No era el caso.

 


Don Justin no intervino demasiado, lo justo. Ni siquiera administró la comunión.

 

 

Concelebraban con el Obispo, dos curas y había otros tres diáconos y una monja. Dos con el incienso, otro con el Báculo y la monja con la Mitra. Tienen empaque los atributos obispales, mucho tirón. He pedido permiso a uno de los acomodadores, si dar propina ni nada, para hacer fotos y me ha sonreído muy amable y me ha dicho que estaba en mi casa… me he sentido como Dios, en mi casa.

 


La decoración y la iconografía, siendo sencilla, me gustó mucho

 

 

Si tuviera que puntuar, como en una guía de religiones con encanto, ésta ganaría en instalaciones, desayuno (dan algo de picar, al menos), decoración, servicio de acomodadores, incluso servicio religioso (estoy como más hecho a esta liturgia). Pero en los baños (al menos a algunos les dieron un bautizo completo), en coral y música creo que ganan de calle los protestantes de la Asamblea de Dios.

En fin, macht nulo, que dicen por aquí a los empates. Veremos si me dejan entrar en la oración de la mezquita de un viernes al mediodía (es la principal) y os lo puedo contar.

Con Dios, el que prefiráis.

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS

 

 

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