Cuando era pequeño, víctima seguro de la mala influencia de alguna de las parejas de cómicos al uso en aquellos años, acostumbrábamos a cruzar los chavales una especie de insulto blanco, inocente: ¡caracortá, que eres un caracortá…!
Aquí la gente tiene la caracortá pero por otras cuestiones.
Llama la atención cuando vas por esta parte de África ver a mucha gente con unas escaras horribles desfigurando los rostros.
Al principio te da apuro mirarles porque se van a dar cuenta que te estás fijando y piensas que además de tu incomodo vas a ofenderles. Después te acostumbras, como a todo por aquí: a la fuerza. Y porque para ellos no tiene la menor importancia, ni es una minusvalía. Es, por así decirlo, una seña de identidad.
Hay que joderse con los guionistas de Scarface, no se tomaron muchas molestias…
Vamos que no es como mirarle la chepa a un giboso o morderse el labio si estás con alguien con labio leporino. Aquí puedes hasta tocarte la cara, sin problema de ofensas.
Son cicatrices producidas por cortes profundos que no dejan cerrar añadiendo algunas hierbas o polvos en la herida (no he conseguido enterarme bien así que no voy a publicar el artículo en la Wikipedia). Os paso la información que tengo que se me antoja fundamental en estos momentos de crisis económica mundial y globalización.
Incluso con el Sol echando fuego por la boca puede que lo del fin del mundo sea sólo un error de fechas y sí que esté próximo, o al menos algún fin del mundo electromagnético… si así fuera os viene bien tener esta información.
Hay diferentes tipos de escaras, muchas, pero os voy a hablar de las 3 fundamentales (es mentira, os hablo de las 3 que he conseguido saber el nombre).
MAREDIN. Son 3 cortes horizontales a los dos lados de la cara (o uno sólo, que hay para todos los gustos)
Este es mi primo, bueno primo de mi novia, con sus bonitos Maredins a ambos lados y su Guindré asimétrico
WII. Es un corte largo que empieza encima de la ceja, normalmente la izquierda, paralela a ésta y que desciende a todo lo largo de la mejilla, casi hasta la barbilla. Suele ser sólo a un lado.
A la derecha en la foto puede verse un WII, acompañado de un Guindré
GUINDRÉ. Es un corte bastante profundo, en general, que va desde la nariz hasta la mejilla. Pueden ser a ambos lados de la cara.
Éste es un Guindré de lado a lado, una rareza…
Veréis por las fotos que no sólo se marcan los hombres, también las mujeres. Yo, pudoroso, no tengo casi fotos para mostraros pero gracias a mi amigo Javier Navas os puedo mostrar ejemplos. Es curioso que en determinadas etnias se da más en los hombres que en las mujeres. Por ejemplo, los mossi, y otras etnias más al sur, se da más entre los hombres, pero entre los puelhs, tuaregs y bella (nómadas) se da más entre las mujeres.
También comentan que se puede hacer, o no, a todos los hijos pero sobre todo a los primeros.
A mi novia, Asséto, le hicieron 2 guindré pero poco profundos y el paso de los años y las cremas han borrado su rastro.
La típica gracieta de su abuela en la aldea. Las abuelas aquí tienen una gracia que te partes con ellas en eso del uso de los cuchillos: son las que suelen hacer la ablación a las nietas en cuanto los padres se despistan un poco si es que no son partidarios.
Afortunadamente mi suegro estuvo atento, ¡gracias, Papá!.
Guindrés duplicados
¿Y para qué, diréis, mutilarse así?
Pues a diferencia de por una cuestión estética como pueden ser los abalorios o los percings, esto de las escaras era una forma tradicional de DNI.
Como oís, por el humo se sabe dónde está el fuego y por los cortes se sabe de dónde coño eres.
Me lo contó mi amigo, Samuel Zongó, Comandante de la Gendarmerie que tiene la cara con marcas que lo debían decir todo, hasta el nombre de los abuelos…. Pero me da corte, nunca mejor dicho, pedirle que me deje hacerle fotos.
Era una forma de saber de dónde es cada uno. Él dice que por las marcas sabe la región, etnia y aldea de dónde procedes. Me comentaba que era una forma de poder encontrar a alguien si se había perdido y poder reconocerle, sobre todo a los niños. O incluso recuperarlos, si desaparecían o los robaban, ya que después de años te costaría reconocerlos sólo por la cara.
Parece que ahora con las tarjetas de identificación el sistema está cayendo en desuso. Entre otras cosas porque no hay manera de ocultarlo, llegado el caso. Hay caras que lo dicen todo, demasiado. No interesa.
Guindrés muy historiados en una mujer creo que de etnia Bella
En la reciente crisis de Costa de Marfil donde han matado a más de 200 burkineses residentes allí (en toda la crisis reciente de Burkina ha habido menos de 20 muertos) uno de los problemas es que si tenías marcas de éstas en la cara más te valía salir por piernas del país porque te podían matar (no son bien vistos, los burkineses, por los ivoarianos).
Por mi parte no me voy a hacer ni siquiera un tatuaje, ya tengo demasiadas marcas en la piel. No todas malas.
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS
(ver más arriba, todos los retratos son suyos, salvo el de mi ‘primo’)