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Carta en que se habla del estreno de ‘Günter, un destripador en Viena’ en la ‘Cuarta Pared’


 

Al encontrarme una nueva carta de M. Salas en la zona de Embajadores, cuál no habrá sido mi sorpresa que he venido corriendo a transcribirla. En la primera que hallé convocaba a su amigo licenciado, que al parecer había salido de la ciudad en busca de tierras más fértiles, a ver una obra de teatro. En la segunda le hablaba de otro montaje en una sala recién abierta. Y en esta tercera hace referencia a un teatro algo más grande, y con algo más de historia. Además hace un pequeño comentario a las cartas que escribe y pierde (y que yo casualmente encuentro…) Me permito transcribir esta nueva misiva, al igual que hice con las otras dos:

 

«Señor licenciado,

 

¿Recuerda vuesa merced la de ocasiones en que nos hemos encontrado en este teatro llamado Cuarta Pared y hemos conversado animadamente sobre la obra que íbamos o acabábamos de ver? Le echaré a faltar esta semana, en que se estrena allí Günter, un destripador en Viena. Su última carta me llegaba desde Viena, precisamente.

 

Günter, un destripador en Viena

 

Permítame un inciso, ya que en primer lugar debo disculparme por la falta de comunicación por mi parte. Le puedo asegurar que le escribo más cartas de las que le hago llegar, pero ya conoce de mi despistada entereza; he extraviado alguna de camino a la oficina de correos. Ya sabe que mi edad me conduce desde tiempo atrás a tener esos deslices. Espero no perder ésta que manuscribo, y espero que llegue puntualmente al buzón de su dirección actual en Viena.

 

En esta ocasión la obra en la que le echaré de menos nace de unos proyectos dramatúrgicos de la propia sala, y está escrita y dirigida por una aún poco conocida dramaturga llamada María Velasco. ¿Qué problema existe, dígame vuesa merced, en que los que trabajan en las piezas teatrales madrileñas no hayan alcanzado esa fama que llena los teatros? ¿No es importante la calidad? Y también, ¿un teatro público debería preocuparse de su taquilla otorgándole el papel protagonista a esa actriz fetiche de un peliculero manchego, para asegurarse de vender todas las butacas a ese público que se excita teniendo cerca a un famoso, aunque quizá todo ese famoseo pueda ir en perjuicio del montaje? ¿Y si lo hace un teatro privado? ¿Por qué hemos llegado a ese extremo? ¿Por qué si no hay famosos de esos que salen en las series más chabacanas, el público dice que el teatro es caro? Bueno, comprenderá que estas reflexiones dan para otra carta más extensa… Me centraré en Günter, un destripador en Viena, de María Velasco.

 

Günter, un destripador en Viena

 

La obra, una reflexión sobre las dualidades arte-vida y teatro-performance, está inspirada en Günter Brus, un artista austriaco que se autolesionaba en público en la época del ‘Accionismo vienés’, y ahonda en los peligros de la Vanguardia, según afirma la compañía. Considero, amigo licenciado, que la Vanguardia tiene ahora muchos peligros también, pero éste es tema de otra larga carta que quizá algún día le haga llegar. Günter es un artista maldito, que vive preso del personaje que se ha creado para escandalizar a la sociedad bienpensante de la década de los 60. La obra, interpretada por Aarón Lobato, Irene Serrano y Miquel Insua, habla también de autodestrucción del artista maldito, a partir de esta idea de automutilación activadora de la sociedad. Y Günter entra en conflicto con su pareja, Ana, que se rebela ante esta situación.

 

Ya sabe vuesa merced que aborrezco los estrenos, ya que sus asistentes se besan y abrazan con escasa sinceridad, así que no acudiré el 5 de febrero, pero ocasión tendré entre el día 6 y el 8…

 

Le echaré fervientemente en falta en aquella sala. Pero confío en que recibiré su nueva misiva con gran alegría, y quizá me relate otra pieza teatral de las que ve la actual escena vienesa… Quizá alguna de ellas trate sobre un personaje madrileño, al igual que los madrileños homenajeamos a los vieneses. Pero, ¿realmente hay algo digno de que destacar de algún madrileño, como para dedicarle una pieza teatral? Reflexionaré también sobre eso…

 

Un abrazo.

 

M. Salas»

 

Leer estas cartas es inmiscuirme en unas relaciones amistosas-teatrales desde la lejanía… Pero ya transcribirlas es… Reflexionaré sobre ello… Si vuelvo a encontrar alguna más, espero que lleve dirección el sobre, la del señor licenciado o la de M. Salas, para reenviárselas…

 

nico guau

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