Antes de que aparecieran los smartphones, Instagram y FaceApp, Cindy Sherman (Glen Ride, Estados Unidos, 1954) sabía que la mezcla del autorretrato con la manipulación de la identidad era un inmenso filón artístico, y lo supo explorar con talento en sus aclamadas series fotográficas. Por eso, cuando llegaron por fin esas nuevas tecnologías, supo incorporarse a ellas con idéntica solvencia creativa, y las usó para producir y compartir en internet una enorme cantidad de selfies en los que alteraba su rostro mediante apps de uso habitual. Demasiado pequeños para ser impresos a un tamaño grande, Sherman ha decidido convertir esos selfies en tapices, un medio de gran formato tradicionalmente destinado al disfrute de las clases pudientes y la nobleza, creados en este caso por prestigiosos maestros belgas. Las famosas auto-dramatizaciones de la artista adquieren en esta nueva aventura un tono entre épico y kitsch que transmite al espectador una incómoda extrañeza, quizá por el hecho de mezclar algo tan efímero como un selfie, con la idea de historia y perpetuidad implícita a todo tapiz. El museo Aros de Aarhus, en Dinamarca, alberga una amplia muestra de estas obras hasta el 5 de junio.
Dónde: Museo Aros, Aarhus, Dinamarca
Cuando: Hasta el 5 de junio
