Llevo en la mochila más libros de este filósofo.
Muchas gracias (caballero) por lo desvelado.
—Dentro de ese orden de lo global que hoy es hegemónico y que totaliza lo igual en realidad solo existen más iguales u otros que son iguales. No es en esas vallas fronterizas que se han levantado recientemente donde se despierta la imaginación creadora de fantasías referidas a otros. Ante tales vallas, la imaginación se queda estupefacta y sin habla.
—Convierte a cada uno en productor de sí mismo. El yo como empresario de sí mismo se produce, se representa y se ofrece como mercancía. Hoy todo el mundo quiere ser distinto a los demás. | El sujeto narcisista solo percibe el mundo en las matizaciones de sí mismo. La consecuencia fatal de ello es que el otro desaparece.
—El pensamiento ama el abismo. Le es inherente un valor sereno para enfrentarse a un miedo esencial. Cuando falta este miedo continúa lo igual.
—Es una sensación liminar. El tránsito a lo desconocido. El umbral como lugar de transformación duele. Le es inherente la negatividad del dolor.
—También Handke reacciona con resolución.
—Hoy el mundo es muy pobre en miradas. Rara vez nos sentimos mirados o expuestos a una mirada. El mundo se presenta como placer visual que trata de agradarnos. | La sobrecarga narcisista que caracteriza el centrarse en sí mismo nos vuelve sordos y ciegos para el otro. En el ruido digital de lo igual hemos dejado de percibir al otro. Nos hemos vuelto resistentes a las voces y a las miradas.
—Quien percibe el mundo de otro modo que no sea como algo extraño no lo percibe apenas. Al arte le es esencial una tensión de negatividad. La imaginación desestabiliza lo igual, la identidad del hombre. Quien tiene en mente el arte, se ha olvidado de sí mismo. El arte crea una lejanía del yo. Olvidado de sí mismo, se dirige hacia lo inhóspito y extraño.
—La política y la economía actuales centran la atención en el ego, en la autoproducción. Escaparates que pugnan por acaparar.
—Se intenta el diálogo y demasiado a menudo es un diálogo desesperado.
—El amor es siempre una alteridad. El amor hace posible crear el mundo desde la perspectiva del otro y abandonar lo habituado.
*
—Lo que Momo podía hacer mejor que nadie era escuchar. Eso no es nada particular (dirá quizá algún lector), escuchar es algo que puede hacer cualquiera. Pero eso es un error. Escuchar de verdad es algo que solo muy pocos hombres pueden hacer. Y el modo en que Momo sabía escuchar era singular.