Tenía pendiente leer sobre la creatividad, cómo surge, las personas que la poseen, las vidas así. R. Montero ha hecho un libro necesario, una recopilación acertada de lo que llevaba buscando y esperando mucho tiempo. Ella ha estado investigando durante años sobre las personas creativas, ella, nosotros. Todos se lo agradecemos, para entendernos mejor, para que nos entiendan desde lejos o cerquita.
Mezclo citas de Rosa M. y de otros que ella cita, una y multitudes.
—De eso va precisamente este libro. De la relación entre la creatividad y cierta extravagancia. De si la creación tiene algo que ver con la alucinación. O de si ser artista te hace más proclive al desequilibrio mental.
—La pérdida de contacto con la realidad. La falta de fiabilidad del mundo parece incrementarse.
—Creo que la mayoría de los novelistas a veces tienen la conciencia de que contienen multitudes. No suscriben el sentido común en materia de qué cosa es el yo.
—Quizás lo más interesante de la vida es intentar saber esto: qué se siente al ser otro distinto de uno.
—Hay en mí una mujer atormentada y otra que observa.
—Y luego está la genial historia de Mark Twain, que un día contó en una entrevista que había tenido un hermano gemelo, Bill, con quien guardaba un parecido tan enorme que nadie podía distinguirlos, de modo que les ataban cordoncillos de colores en las muñecas para saber quién era cada cual. Pero un día los dejaron solos en la bañera y el hermano se ahogó; y, como los cordones se habían desatado, nunca se supo quién de los dos había muerto, si Bill o yo, explicó Twain con placidez al reportero.
—Porque estar loco es sobre todo estar solo. Es una ruptura de la narración común, es salirse de la convención social. Si yo ahora te dijera que…
—El acto creativo podría derivarse de la capacidad de activar un gran número de representaciones mentales de forma simultánea, lo que permitiría descubrir nuevas asociaciones, nuevas analogías.
—Solo me consuela que parece ser un agujero mental que compartimos muchos escritores.
—La imaginación parece avivarse en los paseos.
—He hecho algo contra el miedo. He permanecido sentado toda la noche y he escrito.
—Yo creo que fui Encantada / Cuando por primera vez / Niña sombría / Leí a aquella Dama Extranjera / Lo Oscuro sentí hermoso / Fue una Divina Insania / Si el Peligro de estar cuerda / Volviera yo a experimentar / Es Antídoto el volverse / Hacia Tomos de Sólida Brujería.
—En su apasionamiento, en su vehemente necesidad de experimentar emociones.
—Necesito percibir, en el futuro inmediato, momentos de exaltación y alegría.
—La existencia de la Literatura es la prueba evidente de que la vida no basta.
—Yo me dedico a escribir debido al aburrimiento que produce la realidad y la monotonía de la rutina y los objetos que me rodean.
—Cuando se deja de escribir, ¿qué nos queda? La rutina. Movimientos mecánicos.
—No conozco más que dos formas de darle sentido a mi vida o de hacerme creer que lo tiene: amar a alguien y escribir.
—Yo recuerdo un instante en que París caía sobre mí con el peso de una estrella apagada.
—Definitivamente no me gusta la cordura. Imita demasiado a la muerte. Prefiero la locura. No la que se padece, sino con la que se baila.
—O exaltación o muerte.
—Una especie de exploradora de la existencia.
—También surge del: crear y buscar otro mundo hacia nosotros y cerca: