Home Acordeón La estrella vespertina. Memoria contra el coronavirus Claudia Parra Bonilla, que conoció la tumba de los Reyes Magos

Claudia Parra Bonilla, que conoció la tumba de los Reyes Magos

(Arroyo de la Luz, Cáceres. Auxiliar de enfermería, murió a los 59 años el 11 de marzo). En la catedral de Colonia hay un triple relicario dorado, el más grande de Occidente, llamado Relicario de los Reyes porque en él se supone que están enterrados los Tres Sabios, conocidos en España como Reyes Magos. Hace años visitó el lugar Claudia Parra Bonilla en una excursión organizada por la parroquia de Arroyo de la Luz (Cáceres), y volvió tan emocionada por la historia que le dijo a los niños de su catequesis que había conocido la tumba de los Reyes Magos. En su afán por hacerles ver que los Reyes existían, se pasó de frenada. “Había que ver las caras de aquellos niños: ¿pero se han muerto? Pero esa era ella, espontánea, natural”, contó el sacerdote del pueblo, don Juan Manuel, en un vídeo colgado en el Facebook de la parroquia. Allí publica misas, novenas y unos responsos en los que aborda desde cómo cocinar huevos con cebolleja a anécdotas de los vecinos. Don Juan Manuel era uno de los mejores amigos de Claudia Parra, una auxiliar de enfermería de 59 años a la que una cardiopatía diagnosticada hace dos años obligó a dejar su trabajo; ahora trabajaba por las tardes en la biblioteca. Era una mujer muy religiosa que dio catequesis casi 20 años. Era refranera (“tu pregonas aceite y vendes vinagre” era su favorito, pero tenía dichos “para parar a un tren”, como recuerda el sacerdote a El País) sociable, golosa (un drama, porque era diabética) y cariñosa, y pasó por un momento amarguísimo cuando sus padres murieron en muy corto período de tiempo. “Fue salvadora de vidas”, llora don Juan Manuel, recordando que su muerte por Covid-19, primera en Extremadura, pondrá a todo el mundo más en guardia. Según contó el diario Hoy, se cree que se contagió en un viaje a Sevilla realizado a finales de febrero para ver el Circo del Sol. Manuel Jabois. Gracias al diario El País.

 

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