Del 14 de noviembre al 21 de diciembre de 2014 estuve de nuevo en Bogotá, Colombia.
Como vi en los anteriores viajes (artículo del 10 de septiembre de 2014), en Colombia hay magníficos proyectos de educación de arquitectura para niños. Diría que es el país de Latinoamérica con más iniciativas en marcha. Destacan por la cantidad, calidad y variedad. Lástima que la mayoría siga sin abrir blogs y websites para explicarnos lo que hacen.
Proyectos colombianos con los que colaboro
+ Lunárquicos, grupo que se encarga de la educación para niños en el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá. Lunárquicos está dirigido por la arquitecta Fabiola Uribe, y colaboran Juan Sebastián Fonseca y Felipe Franco, alumnos de la universidad junto a la ex-alumna Lina Buitrago. Les asesora la profesora Consuelo Martín, especialista en educación infantil y entornos de aprendizaje de la Universidad Pedagógica.
Durante cuatro sábados de noviembre y diciembre realizaron el taller «De abierto a cerrado». Primero los niños visitaban el edificio que el arquitecto Rogelio Salmona diseñó dentro del campus de la Universidad Nacional en Bogotá, fijándose en la riqueza de soluciones arquitectónicas para abrir y cerrar el espacio. Luego los niños jugaron con unas piezas de madera sobre una base de plastilina creando una maqueta cada uno, donde lo abierto y lo cerrado eran protagonistas. Cada taller duraba tres horas y eran gratuitos.
Paseo por el edificio de Rogelio Salmona en el Campus de la Universidad Nacional. Las montañas de Montserrate, telón de fondo de Bogotá.
Rogelio Salmona fue un maestro en el uso del ladrillo. Múltiples soluciones para permear la luz y las visuales, trazando recorridos que dan vida al edificio con nuestro movimiento.
Cada niño tiene una caja con decenas de piezas de madera para jugar. En la foto vemos la variedad de formas.
Los profesores ponían unos «predeterminados» en la base de plastilina para que el niño los asumiera en su diseño.
El resultado del taller del primer sábado.
Experimentaron una variante del taller «De abierto a cerrado» en el jardín de infancia de la Universidad Pedagógica. Antes de que los niños de 3 y 4 años jugaran con las piezas de madera y la plastilina, no recorrieron un edificio sino las cajas de cartón preparadas con aberturas.
Primero jugaron con las cajas sueltas. Luego con las cajas unidas en forma de tunel.
Las escalas de lo construído y el habitante.
La arquitectura recorrida de diversos modos, aquí a gachas.
Papeles de colores transparentes para experimentar diferentes sensaciones con la luz y las sombras.
Colaboré con Lunárquicos en la creación del nuevo taller «El Dragón Dorado». Utilizamos «mantas térmicas» que suelen usar los montañeros o agentes de seguridad vial. Si te la envuelves con el lado plateado hacia arriba impide que te caliente el sol, con el lado dorado hacia arriba impide que el cuerpo se enfríe.
«El Dragón Dorado» propone a los niños jugar con las mantas y ver sus posibilidades expresivas al manejarlas sueltas, unidas configurando un cubo, un dragón… Las mantas como elementos estáticos de construcción, o cobrando vida como personajes que se mueven por el espacio y descubrían el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother.
Este taller tiene bastante en común con el taller «Cuéntame una historia» que creé en São Paulo semanas antes (artículo del 22 de noviembre de 2014). En ambos los niños inventan un personaje y una historia, manipulan el material y dan vida al espacio con su movimiento. En «El Dragón Dorado» daban vida al ser mitológico. Al final lo pintaban en movimiento dentro del espacio del museo.
El taller iniciaba dentro del cubo. Ahí inventaron la historia que iban a representar durante el taller: el dragón nacía, vivía y viajaba, moría. Esencial.
Los niños rompieron el cubo-huevo y nacieron varios dragones que corrieron por el museo.
Unieron todos los dragones en uno sólo.
Trabajo en grupo para la manipulación del Dragón Dorado.
Los niños pintan el edificio con pintura negra, luego con colores el dragón en movimiento.
Carlos Naranjo, Decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, y Fabiola Uribe (el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother depende de dicha Facultad) preparan un nuevo Encuentro sobre Educación de Arquitectura para Niños. El I Encuentro colombiano fue en mayo 2013 cuando el director del museo era Ricardo Daza. El actual director del museo es Memet Charum.
La Universidad Nacional de Colombia es la gran universidad pública de Colombia. Como tal lidera nuevos proyectos educativos.
+»Proyecto colombiano» animado por Antonio Manrique, el «decano» de la educación de arquitectura para niños en Colombia. Antonio realizó durante quince años proyectos educativos con niños. Su detallado archivo de trabajo permanece en la Universidad de Los Andes.
Antonio quiere aunar los esfuerzos de todos los que enseñan arquitectura para niños en Colombia. ¿Cómo? Realizando un proyecto común, con fecha de inicio y final. Hay varias ideas sobre la mesa que dependen de las variables de financiación, oportunidad del calendario… Una de las ideas es la creación de una ópera con niños, tal como las hacemos en Finlandia con la asociación Rakennetaan kaupunki!.
La Sociedad Colombiana de Arquitectos, con su actual directora Sara Zamora, apoya la realización de un proyecto común de educación de arquitectura para niños dentro del marco de «la Reconciliación».
Colombia lleva décadas de conflicto interno. Desde hace meses se celebran negociaciones en La Habana, Cuba, para alcanzar una cierta paz. El conflicto ha provocado millones de desplazados que han alterado por completo el ecosistema de las grandes urbes colombianas. Os recomiendo el documental «Colombia invisible» del periodista Unai Aranzadi.
Reunión en Bogotá sobre el proyecto común. Asistieron -de derecha a izquierda-: Antonio Manrique (Universidad de Los Andes), Andreia Peñaloza (Universidad Jorge Tadeo de Cartagena), Fabiola Uribe («Lunárquicos» – Museo de Arquitectura Leopoldo Rother), Paula Florez (Universidad Piloto), Sara Arboleda (Escuela Atom), Juan Sebastián Foseca («Lunárquicos»). En el pc-skype estaban Natalia Rey («Terrícolas» de Barichara) y Carolina Estrada («La Casa» de Medellín). Sara Arboleda y Natalia Rey fueron alumnas de Antonio Manrique y colaboraron en sus proyectos educativos con niños.
+ «Ciudad y Niños», número de abril 2015 de la Revista Escala. Hace unos años, bajo la edición de Rafael Méndez, Escala publicó un número dedicado al mismo tema. Ahora, con Rafael de nuevo como editor, aborda la infancia y la ciudad desde varios puntos de vista. Publicaré un artículo.
Rafael Méndez, editor de la revista Escala, en la sede de la editorial en Bogotá. Escala también distribuye en Latinoamérica revistas de arquitectura europeas y asiáticas. El fundador y director de Escala es David Serna.
+ «La Guía de Medellín. La voz de los niños está presente». La Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, con la que colaboré haciendo veinte talleres en diez colegios (artículo del 13 de marzo de 2014), avanza taller a taller con la Guía dentro del proyecto TRAIN-Hacer Ciudad, dirigido por la profesora Luz Amparo Bernal. Juliana Díaz fue colaboradora imprescindible durante meses.
+ Nueva ópera «Joselito Carnaval». La Fundación Nueva Ciudad de Barranquilla, dirigida por David Cortés, colabora con la nueva ópera para ser interpretada por adolescentes y adultos. El libreto está casi listo, creado por las alumnas de un centro escolar de esa ciudad con ayuda de la profesora Greisy Epalza. Ahora falta la creación de la música. Luego haremos los ensayos y el estreno. Todos los participantes forman parte de un grupo barranquillero de fans de la ópera. Por amor al arte.
Otras organizaciones o proyectos colombianos que contacté en este viaje
El contexto donde se desarrolla la educación de los niños colombianos varía mucho según estratos sociales y la zona del país. Las soluciones son distintas en su forma, contenido y financiación.
+ Espantapájaros es una fundación privada para fomentar la lectura entre los más pequeños. La dirige la escritora Yolanda Reyes.
Todo empezó en 1988 con una pequeña librería especializada en literatura infantil. Poco a poco creció con una «bebeteca», un jardín de infancia… Yolanda Reyes ha publicado varios libros de ficción para niños y novelas para adultos. Es autora del ensayo «La casa imaginaria. Lectura y literatura en la primera infancia».
Yolanda Reyes en la «bebeteca» leyendo cuentos a los alumnos encantados.
La librería especializada el literatura infantil dentro del Espantapájaros. La dirige la arquitecta Marta Parada.
Yolanda, como buena cuentista, no se expresa sólo con palabras. Conferencia en Buenos Aires, 2012.
El Espantapájaros organizó en julio de 2012 cinco mañanas de talleres de arquitectura para niños. La arquitecta Marta Parada lo explica: «los niños dibujaron planos de sus casas, armaron construcciones con palos y telas, construyeron pirámides, casas en la nieve, túneles de colores y casas del terror, diseñaron un barrio entero con cajas enormes, una casa por la que podían caminar y un mural que usaron para contarnos cómo es la ciudad que desean, una ciudad que oiga sus voces y que vuelva a ser lugar de encuentro y de goce.»
+ AeioTü – Fundación Carulla es «una empresa social que brinda atención integral (educación, nutrición y cuidado) a la primera infancia de Colombia». Se financia con dinero público y privado. Gestionan decenas de jardines de infancia en el país, atendiendo a más de 11000 niños, en su mayoría de los estratos más vulnerables.
Se inspiran en el modelo Reggio Emilia de Italia, por eso en todos sus centros hay un artista que trabaja como «tallerista» mano a mano con los profesores. La educación de las artes es clave en AeioTü. Coloboran con el proyecto de la Presidencia «De Cero a Siempre» gestionando algunos de los nuevos jardines de infancia creados con el Plan Padrino.
María Adelaida López, directora pedagógica de AeioTü. Felipe Sepúlveda dirige las actividades culturales. Ambos son artistas. Foto tomada en el jardín de infancia El Nogal de AeioTü en Bogotá.
Jardín de infancia AeioTü El Nogal en Bogotá. El espacio educativo es un maestro más.
+ Terrícolas es un grupo de arquitectos jóvenes que residen en Barichara, Santander, y desarrollan talleres de arquitectura con tierra para niños. Conocí en Bogotá a una de ellas, Natalia Rey. Empezaron en 2014 con un taller de siete jornadas donde los niños construyeron con sus manos mediante técnicas tradicionales. Fue posible con una financiación pública. Luego han realizado otros talleres siempre adaptados a las técnicas y necesidades locales. Seguro que continuarán con igual ímpetu.
Las técnicas tradicionales de construcción suelen ser aún la mejor solución sostenible en cada una de las zonas del país.
El mundo se construye con las manos.
«Hacer» es la única manera de aprender.
Qué mejor taller que aquel donde el niño hace algo que luego usará.
+ “Los niños y niñas: Su relación con la Arquitectura y la ciudad en Cartagena de Indias». Proyecto de investigación dirigido por Andreia Peñaloza, profesora de arquitectura de la Universidad Jorge Tadeo de Cartagena. El sábado 22 de noviembre se celebró la primera actividad, como introducción a las siete restantes que se realizarán durante los primeros meses de 2015.
En palabras de Andreia… «en esta primera actividad participó un grupo de 27 niños entre 7 y 12 años de edad, del Colegio Omaira Sánchez, ubicado en el Barrio La Candelaria, de Cartagena. Este mismo grupo continuará participando en el 2015, en una serie de entrevistas, talleres lúdicos y recorridos por la ciudad, que buscan recoger las percepciones que los niños tienen del espacio en las diferentes escalas que habitamos desde nuestro cuerpo: cuerpo, habitación-casa, calle-barrio, ciudad, región-país y mundo- universo, son las 6 sesiones a desarrollar, con una exposición como clausura para los niños y muestra a la comunidad.»
El proyecto involucra la participación de Gregorie Labrosse como investigador del Grupo de Estudios Sociales y Humanísticos (GESH) línea investigativa: Desarrollo Humano Sostenible, de la Universidad Tecnológica de Bolívar – UTB, quien a su vez desarrolla su proyecto de grado de Maestría como “Territorios de Juego para Niños”. Fabiola Uribe, responsable de educación para niños del Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, participa como asesora. Con la colaboración de varios estudiantes universitarios.
Tejer con hilos descubriendo relaciones.
Preparan la visita a la ciudad.
Los alumnos del Colegio Omaira Sánchez durante el recorrido por Cartagena.
+ «Patrimonio de Manizales«. Taller realizado en noviembre con niños de 8 a 12 años. Primero los alumnos visitaron varios edificios de la ciudad. Durante la excursión dibujaron o calcaron detalles arquitectónicos. Al acabar la visita cada niño daba sus dibujos a otro de los niños a modo de carta. Para finalizar el evento realizaron el taller «Casa de la Música», inventado por mí en 2010 (artículo del 24 de enero de 2014). Partiparon los talleristas Lucas Rincón, Juan Fernando Espinosa y Juan Manuel Santander.
Durante la visita a edificios del patrimonio de Manizales, dibujan los detalles que les llaman la atención.
El taller la Casa de la Música antes de colgar el lienzo en la Plaza Bolívar.
+ Arquitectura Expandida. Colectivo que desarrolla proyectos de arquitectura con la participación de los usuarios, tanto en el diseño como en la auto-construcción. Cada proyecto nace junto a actividades culturales y sociales fruto de las necesidades locales. Los niños participan a veces en tales procesos, a menudo en forma de talleres.
Arquitectura Expandida nterviene en países como Colombia, Venzuela y España. Sus proyectos más conocidos son la Casa la Lluvia y la Casa del Viento, ambos en Bogotá. Forman parte del colectivo Harold Guayux (Arquitecto. Bélgica), Felipe González (arquitecto-Colombia), Ana López-Ortego (arquitecta y gestora cultural- España) y Marina Tejedor (humanista y gestora cultural, España).
El proyecto actual es la»rehabilitación» de esta casa en Bogotá.
Integran a los niños en el proceso de participación. Aquí preparan el jardín.
Tiempo para aprender perspectiva y fotografía.
+ Plan Padrino, programa de «De Cero a Siempre». Como indica su website: «De Cero a Siempre es la Estrategia Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia creada en el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y cuya vocería está en cabeza de la Sra. María Clemencia Rodríguez de Santos, que busca aunar los esfuerzos de los sectores público y privado, de las organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional en favor de la Primera Infancia de Colombia.»
Sobre el Plan Padrino dice «formular, diseñar y acompañar la ejecución de proyectos de infraestructura que mejoran las condiciones de vida y acceso a la atención integral de los niños y las niñas entre 0 y 5 años de edad, en especial en las regiones de Colombia más vulnerables, con necesidades básicas insatisfechas y donde se presentan mayores brechas en el acceso en la Atención Integral.»
Conocí a Iván Darío Quiñones, uno de los cuatro arquitectos del equipo que durante cuatro años ha diseñado y construído más de 34 jardines de infancia por toda Colombia. Comentó que antes de iniciar el diseño de los centros infantiles hacen talleres con los niños de la comunidad. Recogen así información, principalmente dibujos y comentarios orales, que influirá en el diseño del nuevo edificio. Los resultados son magníficos. En los próximos cuatro años construirán decenas de nuevos jardines de infancia en Colombia.
El Centro de Desarrollo Infantil «Sembrando Semillas de Esperanza» en la Inspección de El Tigre, Valle del Guamuez – Putumayo, tiene la capacidad para atender integralmente a 65 niños y niñas.
Centro de Desarrollo Infantil «Sueños de Amor» en Galeras – Sucre.
El Centro de Desarrollo Infantil «Besetemenge Yebna» (Casa de los Niños) en Sibundoy – Putumayo, tendrá la capacidad para atender integralmente a 160 niños y niñas Kamëntsá.
Centro de Desarrollo Infantil Shipia Touliwou en Wimpeshi – Uribia, La Guajira.
Centro de Desarrollo Infantil Shipia Touliwou en Wimpeshi – Uribia, La Guajira.
Nota: todas las fotos son de Jorge Raedó, desde la primera hasta «AeioTü – Fundación Carulla». Las fotos del proyecto de Cartagena son de Mateo González. El resto de fotos son de autores cuyos nombres desconozco.