Las ganas de bordar que se me instalaron hace cinco años hicieron nacer matrioskas en mi gineceo. Las puntadas básicas que me enseñaron mi abuelita Ángela, mi madre y mi tía, y mis profesoras de manualidades en el colegio se me hicieron insuficientes para decorar mis muñecas. Yo quería aprender más puntadas. Variar. Experimentar. Innovar. Y cada trozo de manta que luego se convertiría en muñeca –con su carita, su manto, su vestido, su delantal– se reveló como una oportunidad de ensayar nuevos puntos de bordado. En así que muchas de mis matrioskas son verdaderos muestrarios de puntadas.
¿Recuerdan ustedes los muestrarios tradicionales que describían líneas en distintas puntadas, en un trozo rectangular de tela? Aunque son una forma práctica de aprender y de conservar ordenadamente muestras de puntadas, esos muestrarios se me hacen aburridos y tristes. Mi alternativa es hacer matrioskas-muestrarios, algo caóticas en cuanto a la organización de las puntadas, pero ciertamente más graciosas y simpáticas que los clásicos rectángulos.
Una, dos, tres
Haciendo arqueología de mi bordado, en La Primera (foto arriba) usé, como nuevas puntadas que investigué en internet, el punto de mosca (fly stitch), el punto de escalera (ladder stitch) y el trellis stitch.
En la segunda matrioska (a la que nunca le di nombre propio), seguí experimentando con el trellis (que es el cuadriculado con hilos cruzados), e incursioné en dos puntos que hasta entonces desconocía: la rueda de telaraña (whipped spider wheel) y la puntada cretense (cretan stitch), que se ha convertido en una de mis favoritas del momento. En la foto de abajo se ven las listas de puntada cretense en colores azul y celeste.
En una de las caras de la tercera matrioska, hice un homenaje al bosón de Higgs usando, como decoración principal, las ruedas de telaraña en diversos colores; los bosones están descritos con rayitas de punto recto (seed stitch) y hay divisiones hechas con hilván tejido en hilo color aqua. En la foto de abajo, hacia el fondo, se aprecia también el trabajo de trellis stitch en color morado en otra variación más compleja.
En la otra cara de la tercera matrioska, que se ve en la foto de abajo, practiqué el caballito entrelazado (twisted lattice band), el couching con punto de perla (pearl stitch), la doble fila de hilván entrelazado y la cadeneta en relieve (raised chain band).
Muestras destacables
Más allá de esas tres primeras matrioskas, en las decenas de muñecas que he hecho del 2012 hasta el día de hoy, he seguido aprendiendo y perfeccionando puntadas. Aquí les comparto una selección de fotos de estos años con algunos experimentos.
Eloísa, punto de ostra y roseta, septiembre del 2012
Coralia, nudo danés, diciembre de 2013
Matilde, up and down blanket stitch, enero de 2014
Lía, octubre del 2014
María, noviembre de 2014
Matrioska Sarah, marzo del 2015
Matrioska Anne, indian edging stitch, marzo del 2016
Mariita, festón y puntada cretense anudada, abril de 2016
Mariita apache, puntadas variadas, mayo del 2016
Fatimita, puntada de estrella, octubre del 2016