Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
¿Una anécdota? ¿Una de más de esas miles de batallitas que, en la era anterior, contábamos entre ensayo y ensayo o tomando las cañas de después de las funciones? Vale. Pues en una de aquellas giras que se hacían por comunidades autónomas, en las que actuábamos en muchos pueblos seguidos, un concejal de cultura nos recibió en el teatro con la frase “vosotros sois los de la lanza contemporánea, ¿verdad?”. Por supuesto, adoptamos «la lanza» como nombre de nuestro oficio y yo no lo he dejado de usar.
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
No lo sé. No me acuerdo. Lo que más me ha gustado ha sido ir a ver cosas distintas y bien dispares. Ir-a ver, ir-y ver, eso es lo que más me ha gustado. Me ha gustado ver cosas que no hubiera visto si me hubiera guiado solo por lo que se supone que me puede gustar o interesar, por lo que dicta la propia tendencia, esa que nos hace caer siempre del mismo lado.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
Creo que lo último que vi fue Los días felices, en el Valle Inclán. Uno de los muchos espectáculos de los que no se llegaron a hacer todas las funciones previstas porque el estado de alarma lo atropelló. Me pareció una de esas raras ocasiones en las que se da un equilibrio mágico entre todas las instancias que hacen que una obra concebida por alguien que no participa en el montaje, se cumpla y se despliegue en todas sus dimensiones. Lo rescato todo, fundamentalmente porque me hizo muy feliz.
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Elijo esta imagen para representar la celebración de la fiesta del encuentro de los cuerpos, que para mí es lo más importante y lo que funda el propio teatro.
(Claudia Faci, actriz y creadora escénica)
