Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Estos días me estoy acordando mucho del viaje que hice en 2008 a Holstebro, en Dinamarca, para conocer a Roberta Carreri, una de las actrices del Odin Teatret. Yo acababa de terminar la escuela, le había escrito interesándome por su trabajo y accedió a trabajar conmigo dos horas al día durante ocho días. Me hospedaba en el propio teatro. Llegó el fin de semana y me quedé solo en ese lugar maravilloso en medio del campo, hasta el lunes, que retomábamos el trabajo. Me estoy acordando mucho estos días de los paisajes daneses, del silencio que había. Estoy entendiendo más que nunca lo bien que nos hace a veces estar callados.
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Seguramente Il cielo non é un fondale un espectáculo de Deflorian/Tagliarini que estuvo en los Teatros del Canal en noviembre. Ya lo había visto en Roma y me volvió a conmover. Me pareció un trabajo lleno de vida. Verlos trabajar me da ganas de trabajar. Había algo especial en la forma que tenían de hablarse entre ellos y al espectador. Sin creerse más ni menos que nadie, al mismo nivel. Ver esa honestidad me atrapa siempre.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
Fue Bajazet, el espectáculo de Frank Castorf sobre textos de Racine y Artaud que estuvo en el Canal. Creo que nunca hasta el momento había visto a nadie hacer Racine así. Los actores trabajaban desde un histrionismo tan lleno de vida que me conmovió. Entendí que ese tipo de textos, tan complejos también desde el punto de vista del lenguaje, necesitan ser hechos desde un lugar en que se mezcle lo extracotidiano con la intimidad más sencilla.
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Esta foto es del año 2013. Estábamos a punto de hacer una función de la versión que hice de Casa de muñecas (yo soy el que está de espaldas). Eran entre las siete y las ocho de la tarde y estábamos en El Pandora, la champañería-librería de Luis Miguel Madrid, un amigo especial que falleció hace pocos días. Me emociona mucho ver la foto porque me recuerda una época en la que no pensábamos demasiado y hacíamos lo que nos apetecía. Junto a las personas que aparecen en la foto (Paloma Zavala, Georbis Martínez, Mamen Camacho, Antonio de Cos y Julio Hidalgo) fui feliz durante varios años compartiendo teatro y vida. Y amigos especiales como Luismi nos abrían su casa para mostrar nuestros trabajos. Con esta foto les mando un abrazo a todos ellos y especialmente a Luismi. Creo que he sido muy afortunado y que la vida me ha juntado con gente hermosa y bella.
(Francesco Carril, actor)
