Porque está claro que hemos pasado una era teatral, en la que crecimos, nos formamos, aprendimos… Lo que venga a partir de ahora (¿julio? ¿septiembre?… ) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue la era teatral que acabamos de dejar, proponemos una serie de entrevistas breves, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Recuerdo con mucho cariño el estreno de Rashid y Gabriel en el festival Tercera Setmana. Fue una función electrizante, donde los actores, Empar Canet y Adil Koukouh estuvieron sensacionales. La recuerdo porque durante el proceso hablamos mucho sobre cómo entender o construir a un personaje que no es cercano a tu religión, creencia, raza, y sin embargo ver que funcionaba y se entendía perfectamente a Rashid. Desde el principio cuando hicimos las pruebas a los jóvenes árabes, Adil nos lo dijo: yo quiero ser Rashid porque entiendo a Rashid. ¡Y era verdad! El personaje es más suyo que mío. De hecho, ahí me di cuenta que la escritura tiene que ir muy pegada al personaje, aunque no tenga que ver nada contigo, tienes que seguirlo y dejarle avanzar. Y en las pruebas, todos los actores, árabes (porque era importante que fueran árabes, no que lo parecieran), se sintieron cercanos al personaje, algo que no hubiera pasado con actores no racializados. Y esto me hizo pensar en la importancia de dar oportunidades en las artes escénicas a otras razas, religiones, maneras de ver, y dejar de ser un sector tan endogámico.
Ensayos de Rashid y Gabriel
Pero, además, al estreno vinieron dos actores amigos de Adil, y con ellos corroboré que se entendían perfectamente las dudas, las palabras, las ideas de Rashid. Esto fue en junio del 2019. Lamentablemente, al regresar, aunque tuvimos funciones a finales del 2019 se paró todo al comienzo del 2020 con la crisis de la Covid. Esperemos poder retomar el proceso y las funciones.
Rashid y Gabriel – foto de José Marín Rodríguez
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Como programador de Teatre Escalante he podido asistir a dos ferias antes del confinamiento, Madferia y Feten. En las dos he visto dos pequeñas joyas. En la primera cita me lo pasé genial con la compañía Hermanas Picohueso y su obra Excalibur y otras historias de animales muertos, la irreverencia teatral más divertida en los últimos tiempos. En Feten disfruté de muuuuuchos espectáculos, pero me robó el corazón Conservando memoria de El Patio Teatro, una conmovedora historia sobre los recuerdos de nuestros abuelos donde creo que presencié el aplauso más sincero, emotivo y largo que he vivido en un teatro. La propuesta estará en la nueva programación del Teatre Escalante.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
Pocos días antes del confinamiento casi tenía cerrada la programación, pero había una propuesta que desde que leí de ella en Cabanyal Íntim pero no pude ver, quería conocerla. Daba la casualidad que había funciones a principios de marzo y allí me fui. La propuesta se llama Homenaje a una desconocida, un enorme el trabajo de la compañía valenciana Teatro de la Catrina en una de esas historias en las que ríes, te emocionas, y tienes una epifanía sobre la vida de una desconocida, Carmen Muñoz. Salí de allí convencido que tendría un hueco en la programación de Escalante para la próxima temporada y así ha sido. La recomiendo muy mucho. No dejéis de verla. Está nominada a los Max, y con razón, 😉
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Esta foto es en el IES Tierno Galván en el barrio de Usera (Madrid). Cuando fuimos con Vives al Teatro del Barrio, la idea era que esta obra llegara a los estudiantes de bachiller, y Alberto San Juan me consiguió una sesión en este multicultural Instituto donde estuvimos haciendo unos juegos teatrales (algunos de los cuales aparecen en la obra) y luego unos cuantos de los alumnos vinieron a ver la obra al teatro. Creo muy mucho en la relación pedagogía y artes escénicas y esa mañana con esos chicos me lo pasé muy bien, jugando, haciendo teatro.
(Gabi Ochoa, dramaturgo y director)