Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Los quince minutos previos al inicio de un espectáculo, junto a mis compañerxs. Pienso ahora en el ritual del cariño físico y no puedo evitar creer que también eso, cuando volvamos a encontrarnos, pertenecerá a otra era teatral. Pienso con nostalgia en los besos, en los abrazos en círculo deseándonos lo mejor para la función y en el apretón de manos entre cajas.
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Los días felices, de Pablo Messiez. Salí perpleja del teatro. Ellxs, el espacio que construyeron, los silencios de Fernanda… También rescato Como una perra en un descampado escrita por Clàudia Cedó, porque se atrevió a arrojar de un modo muy hermoso la luz sobre el dolor, y ahora que estamos viviendo tiempos oscuros y la soledad de los descampados no podemos olvidarnos del futuro y de que, a pesar de la incertidumbre, hay que construirlo con esperanza.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
El último hecho teatral que recuerdo haber visto antes de que saltara todo esto fue la gala de la Unión de Actores y Actrices en el Teatro Circo Price. Creo que fue nuestro último gran espectáculo juntxs y pensándolo bien, creo que no puede haber mejor último recuerdo. Estábamos cientos de compañerxs de televisión, cine y teatro celebrando la profesión. Una gran despedida para la era previa al coronavirus.
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Una foto tomada desde el escenario del María Guerrero al patio de butacas vacío minutos antes de empezar una de las funciones de Luces de bohemia de Alfredo Sanzol. Ahora la veo y me recuerda ese poder mágico que tiene el teatro para encontrarnos. Deseo volver a sentir pronto ese nervio feliz que solo es posible cuando se tiene la certeza de que un teatro vacío puede llenarse de cientos de personas en apenas unos minutos.
(Paula Iwasaki, actriz)
