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Mientras tantoCómo era la anterior era teatral para Silvia Marsó

Cómo era la anterior era teatral para Silvia Marsó


Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿julio? ¿septiembre?… ) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…

¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Estábamos preparando el estreno en Barcelona, en catalán, de 24 horas en la vida de una mujer, que llevábamos haciendo un año y medio por toda España en castellano. Aunque soy bilingüe, tras haberme aprendido un espectáculo completo, con canciones incluidas, en un idioma, me trastocó la cabeza completamente el cambio de lengua. Lo peor, y que recuerdo como un estrés increíble, fue que durante el periodo de ensayos en catalán tuvimos unos cuatro o cinco bolos salteados en castellano. El susto me lo llevé en el primero de esos bolos, ya que, tras una semana ensayando la obra en catalán, hicimos una función en Colmenar Viejo, y en un momento de la primera canción, me vino todo el texto en catalán. La primera frase me salió en una mezcla de castellano y catalán y no fui capaz de decir una palabra correcta. Creo que el público ni se debió enterar, quizás pensó que como la acción transcurría en el casino de Montecarlo, sería una peculiaridad del personaje, que se encontraba en esos momentos un tanto afrancesado, ¡jajajaja! Solo fue una frase, pero creí que me moría.

Recuerdo que durante esos quince días adelgacé cinco kilos solo de pensar que existía la posibilidad de volverme a equivocar en el escenario.

¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Prostitución, por el trabajo de dirección de Andrés Lima, de luces, de guion, y sobre todo por mis compañeras ACTRICES.

Esta última temporada es la que he visto menos teatro de toda mi vida, porque como estaba haciendo una serie diaria, El secreto de puente viejo, en Antena 3, rodábamos todos los días, y tenía que estudiar por las noches cuando llegaba a casa las secuencias que grababa al día siguiente, y el fin de semana me encerraba estudiar como una loca… Quienes han hecho una serie diaria saben de lo que hablo. Es un entrenamiento muy exigente.

¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
El estreno de Reinar después de morir, escrita por Vélez de Guevara y con dramaturgia de José Gabriel López Antuñano. La dirigió Ignacio García, actual director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en el Teatro de la Comedia de Madrid. La obra es una coproducción entre la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España y la Companhia Teatro de Almada, de Portugal.

Nacho es uno de los directores que más me conmueven. Tuve el honor de trabajar con él en 24 horas en la vida de una mujer, nuestro espectáculo musical, y siempre dota a sus montajes de algo místico y profundo. En el patio de butacas del Teatro de la Comedia, viendo el espectáculo, sentí emociones inabarcables, me sentí muy orgullosa de Lara Grube, una compañera maravillosa con la que he trabajado en dos ocasiones, en Yerma, de Miguel Narros, y en El gran mercado del mundo que dirigió Xavier Albertí, también para el Teatro Clásico. En esta última, Lara interpretó al personaje protagonista con cinco ensayos; tuvo que sustituir a una actriz que se había accidentado, e hizo lo que en el argot teatral se llama “un toro”, pero tan magistralmente bien, que me emocionó muchísimo verla.

Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…

Silvia Marsó

Son fotos del musical basado en la novela de Stefan Zweig, 24 horas en la vida de una mujer, porque es el espectáculo en el que he participado como productora y actriz, y ha significado mucho para mí. Conté con un equipo extraordinario de artistas, empezando por el director, Ignacio García, Juanjo LLorens en las luces, Ana Garay en el vestuario, Arturo Martín Burgos en la escenografía, y Josep Ferré en la dirección musical. Y mis compañeros Felipe Ansola, Germán Torres, Gonzalo Trujillo, y Marc Parejo, han hecho unos trabajos extraordinarios.

(Silvia Marsó, actriz y productora)

Silvia Marsó

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