Son los dioses. Se sientan en el lejano Olimpo y escriben mientras se dedican a escarceos paganos. Que el cristianismo, acérrimo enemigo del placer, prevaleciese, sólo puede explicarse por tres o cuatro cosas. O porque el cristianismo, en un principio, no lo fuese y eso viniera luego. O porque en el mundo clásico el placer estaba reservado solamente a unos pocos y el resto les limpiaba las vergüenzas: pura envidia. O porque en la persona hay, latente, un masoquismo que la empuja a sufrir y, ahí, pasárselo de miedo. Lo mismo el pecado original reside en eso: “¡Pega! ¡Pega!” “¡No quiero!” O, lo mismo, es que eso nos han hecho creer. El que la gente sufra al poder le es muy útil. Porque no tiene nadie tiempo para otras cosas. Y porque los que sufren son cera maleable que se adapta a la mano.
Y el blogo por el tiempo. ¿Es que no es por el tiempo por donde estamos, todo el tiempo, viajando? El tiempo se lo cobra, con el tiempo.
FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (II)
HOJA DE RUTA. PLAN DE VUELO.
Sevilla. Gijón. Oporto. Albacete. Sitges. Escala en la isla de Eea, que Ulises visitó antes de escuchar a las sirenas: Polifemo, Circe, El Hades, Las sirenas, Nausicaa. Ése es el orden. Pero como al padre de Nausicaa es a quien se le cuenta la Odisea, de las sirenas, que cantamos ayer -mañana Polifemo-, vamos a ver a Circe.
ULISES Mario Camerini. 1954.
El viento sopla ¿Céfiro?, pero la vela no lo recoge. Y, sin siquiera corriente que lo impulse, el barco es arrastrado hacia una isla desconocida. Circe no. Circe la conoce de sobra. Sucede cada vez que alguien descubre algo, que lo que fuera estaba allí antes de que llegases y a sus habitantes lo desconocido les aburre. No lo ven de la misma manera. En castigo, a los hombres que ha desembarcado Ulises (en la Odisea él irá a tierra luego), la hechicera los transforma en cerdos. Es lo que muchos son, sentados a la mesa. Pero mientras. Según están comiendo. Aquí no se permite.
LA MONUMENTAL
Retratos de toreros. Las cabezas de toro. También aquí, en Sevilla, cada mediodía, un toro rapta a Europa. Críticos, cineastas, productores, gente del Festival, se sientan a la mesa a celebrar el rito que, en Papini, Gog desaprueba estremecido: ¿cómo no relacionar el placer de la mesa con la defecación? ¿Quedaría usted con sus amigos para eso? Hay un delicioso cuento de la Ciencia Ficción que sí lo hace; pero, entre tanto, Gog, por mucho que la Biblia lo convoque a luchar contra Dios, parece el aguafiestas que te arruina el placer de la comida. A La Monumental no viene, Gog. Ni Papini, que así acabó Papini: como gente de Iglesia. Si es para ser Papini, hasta eso: bien lo vale. El blogo que regresa, Leopold Bloom, a Sevilla, sobre las huellas del ingenioso Ulises. De las artes que ha concebido el hombre se entiende que la menor es la escritura: tocar un instrumento, cantar, dibujar, pintar, representar una mentira, hacer una película, esculpir, levantar un edificio, la comba, el hula-hoop, los concursos de ventosidades: se precisa talento, aprendizaje, esfuerzo. La escritura: eso lo hace cualquiera.
Quizá porque escribir está al alcance de todos, sin grandes inversiones, sin equipo, pasando de permisos o dispensas, escribir, hoy, está de moda. Para escribir, basta ponerse a ello. ¿No se escribe, cada día, en el móvil?
EL TALLER DE ESCRITURA. Laurent Cantet. 2017
La fábrica, omnipresente, no tiene quien le escriba. Hasta que escriben ellos, Festival Europeo de Cine de Sevilla, en donde las películas, A fabrica de nada, Western, Corazón puro, Bajo la piel del lobo, trabajan. Escribir desde la realidad: una manía de la que participan El autor o Scary Mother, es lo que se aconsejaba a Jo, en Mujercitas, de Louise-Marie Alcott: “Escribe sobre lo que conozcas. Sobre lo que te pasa”. Hay escuelas. Y muy pocas practican, ficción, documental, la convivencia y el respeto mutuo. Las pasiones no dan para entenderse. Lo que en El taller de escritura se echa en falta, justamente, es la pasión por escribir. No se entiende muy bien qué los motiva. Sorprendería que pudiese ser ella. Jovencitos franceses, la gracia está en el cruce de etnias, en La classe, de donde sale el grupo, escalofrío, entre el Bataclan y la amenaza de la extrema derecha. Las buenas intenciones, que el desenlace de la película redime, pero no por completo. Mostrarse en desacuerdo con la crítica no es tan arriesgado desde un blogo y los cielos por medio.
Sorprende la proliferación en las pantallas de propuestas que tienen como argumento la escritura y/o la letra impresa.
El autor…
EL AUTOR
… de Manuel Martín Cuenca (sí, cierto: en La Monumental).
EL AUTOR. Manuel Martín Cuenca. 2017
…Scary Mother, de Ana Urushadze, que no está aquí, en Sevilla, pero estuvo en el Festival Internacional de Cine de Gijón: nuestra próxima escala. Otra forma de abordar la escritura.
SCARY MOTHER. Ana Urushadze. 2017.
Una mujer ordinaria que se transforma por las noches en un horrible monstruo. Un monstruo que lo es por su deseo de escribir. Lo es, el de Martín Cuenca, porque escribir significa la vía al reconocimiento. Curiosa coincidencia con El taller de escritura el gusto por personajes de nombre y apellidos extranjeros, preferentemente anglosajones, la colonia no se queda en el pelo. Para la criatura de Ana Urushadze escribir es la vida, a costa de la vida. Hasta en los monstruos hay categorías.
Y está el monstruo que lee…
RAMIRO. Manuel Mozos. 2017
La irresistible atracción que, para el lector, son los estantes.
LA LIBRERÍA. Isabel Coixet. 2017
Cuento de Navidad, cualquier día del año. Buenos-buenos, los buenos. Malos-malos, los malos. Magníficos actores. Y el olor de los libros, que en Ramiro se percibe entre polvo y en La librería, entre cera y barnices. Lolita, transgresión y los lectores, cuyo lugar para la eternidad es el infierno.
En Gijón recuperaremos, con Scary Mother, El autor. Hoy, arriba el blogo, mecido por el viento, en el Festival de Cine Europeo de Sevilla vamos de librerías.
VIRGEN DE LOS BUENOS LIBROS
Cerró. Enero de este año. El Céfiro no es bueno para Ulises. Desde Troya, lo aleja de su tierra. Viento suave y amable, le es contrario. Aunque se sacrifiquen vírgenes al mar. Céfiro es mujeriego, como el héroe: Circe hoy, otro día Nausicaa. Tampoco le hace Céfiro ascos a los chicos. En Sevilla y por jubilación, se clausura su cueva. Lo cierto es que nada es como era y a veces sí que fue lo que no ha sido: depende de quien lo cuente y la labia que tenga.
BAR CRISTALES
Ni un cristal queda sano y eso que hace unos años: 2012. Los Planes Quinquenales incluían reposición de los cristales. Barrunto de las noches, 9 y 10 de noviembre, en que se abrió la jaula de las fieras. Tampoco aquí los rusos prerrevolucionarios se cortaban.
PESADILLA ANTES DE NAVIDAD. Henry Selick. 1993
Novias que, en el día de su boda, eran secuestradas y enterradas vivas, con su ajuar. El odio a los judíos. El odio a quien no es, a quien no quiere ser, a quien no puede ser, como nosotros. Hebreos, moros, negros, gitanos o, simplemente, pobres. A los judíos les perdió que algunos, los que más se veían, eran ricos y eran influyentes. No hay nada que indigne más a la mujer o al hombre: quien, siendo inferior, se nos sitúa por encima. En los principios del desarrollismo: “¡Fíjate, los obreros, en coche que vienen a la obra!” Una ofensa. Y todavía, a veces, llama la atención: “¿Pero tú te das cuenta?: ¡si es que viven lo mismo que nosotros!” Y no debiera ser. Cada cual en su sitio. Una sociedad de señores. Mario Campaña. En Pensamientos. Las señoras primero. Y, luego, los señores.
9 DEDOS. F. J. Ossang. 2017
Un carguero-prisión con rumbo a Nowhereland, Tierra de Nadie, País de Nunca Jamás, espacio virtual desde donde se puede volver a empezar.
Ossang cuesta bastante. Quiero decir: a mí. Hace falta un sentido para el punk, como hace falta para el milagro de la fé. Y carezco de ambos. Aun así, 9 Dedos cautiva, fascina por momentos. La aventura. Intelectual, claro; tediosa en ocasiones, aunque nunca por ello. Un entorno envolvente. Expresionismo. Esa ciencia ficción de los años heroicos, con chaquetas de cuero y cuello de piel vuelta y aeroplanos de metal ondulado, líneas rectas y motor a la vista, que no están, pero se intuyen. Los efluvios mefíticos. El dedo que nos sobra y que hay que cercenar, versión del “¡ahí te quedas!” Un presente de Ossang, que te iba a regalar El Principito, para tu cumpleaños.
Ossang estuvo el año pasado en el Festival de Vila Do Conde, Portugal. Futura escala. Julio. Pasa el tiempo y volvemos donde ya hemos estado. Como si no nos hubiéramos movido. Pero regresas y nada es lo que era. Salvo el sitio.
El Más allá y el País de Nunca Jamás ocupan idénticas fronteras. Siguiendo en 9 Dedos, culto cargo, que es como una llamada de atención. Esos fieles armando en paja y cañas reproducciones de un avión al que le rezan, ante el que se inclinan, que veneran, porque una vez de un avión les cayeron regalos: la aeronave, o el carguero que se acerca a la playa, son sus dioses. Claro que, por lo menos, ellos obtienen algo. ¿Qué ha obtenido, Dios está con nosotros, la raza humana de los cielos? Con un poco de suerte, del Dios de los de enfrente, un bombardeo.
Dios inventó el pecado para así castigarlo. Tarrafal.
Pedro Neves es una fuerza sonriente de la Naturaleza. Un viento venturoso. Bóreas, para ir a Portugal, que está al Oeste. Tarrafal, la película, es la recuperación de un barrio de Oporto desaparecido. En realidad Tarrafal es, o era, sigue siendo, un centro de detención en Cabo Verde. Las colonias sirven para múltiples cosas. Y luego, de una colonia penitenciaria, sale Australia, que no era la intención, ¡pero qué se puede esperar, Australia, continente lleno de marsupiales, de canguros, sin olvidar perros salvajes –dingos-, ornitorrincos, avestruces y cocodrilos de agua salada!
EL TERRITORIO DE LA BESTIA. Greg McLean. 2007
De Australia, las colonias penales, o te acostumbras o, como a El Olonés, te queda un resquemor para los restos, o progresas. Tarrafal, la película de Pedro Neves, trae del pasado, el tiempo que ya es según esa palabra se pronuncia, el barrio de San Juan de Dios, lo llama Tarrafal, que iba vaciando de gente la heroína, antes de que las grúas tomaran el relevo. Entonces allí no había quién viviera. Hoy tampoco en Oporto, lo mismo que en Sevilla. Pero hoy es por los precios.
TARRAFAL. Pedro Neves. 2017
¡Qué alegría da cuando los clips se cortan bien!
Un caballo. Un paisaje. Una canción. Trabajo, música y Oeste es también esta decimocuarta edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla. La colonización del territorio: Zama, Oro. Y la colonización de la persona: Western, somos todos los griegos periecos hasta que la emigración nos hace ilotas, que es de lo que veníamos huyendo al marcharnos de casa. Los periecos ¡y no me mires mal: hoy yo, mañana tú!, intento recordar, eran los espartanos libres sin derechos políticos, originariamente, de poblaciones conquistadas por los dorios; y los ilotas, siervos. Lo consulto en mis notas y coincide: hoy, como ayer, un paso previo. Y el no tener derechos, que se está poniendo tan de moda. Pero para que guste. Más que 1984 es Un mundo feliz. Todos contentos.
Tarrafal en Oporto. A Oporto vamos. Nos quedan todavía unas semanas. Con el Céfiro en contra. Sevilla. Festival de Cine Europeo. El blogo, balanceándose en el cielo, se deja llevar por las corrientes. Los blogos, cada año, cogen frío: las corrientes son malas. Y hay que meterlos en la cama: un regreso a la infancia que, de adulto, sólo te proporcionan el ponche bien caliente, las mantas y los libros.