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Mientras tantoContra el nacionalismo y otros contras

Contra el nacionalismo y otros contras


Una amiga me devuelve desde Génova un viejo poema que me pidieron a cuenta del Prestige. Apenas lo recordaba. Y quise rescatarlo aquí:

 

Opio gallego

Desgracia madre
condenados
desde el fondo de la noche:
el corazón inundado
aficionado a la lluvia
a la niebla
al murmullo del mar
a los trabajos y los días.
¿Qué somos
tan siquiera?
Una nación nace de un deseo
voluntad de ser
distinto.
¿El qué?
Compostela es un embuste
no hay apóstol en el sepulcro
ni Dios
nada
lo sabemos,
pero fingimos:
cuántos emigraron
sangre perdida
metáfora de la rebelión
contra un destino impuesto
¿por los que conquistaron nuestra alma nuestro tiempo?
No gustamos de Nosotros,
hablo por mí:
no soy topógrafo de naciones
sin aduana
(me gustan los grillos y las hormigas que las violan)
ni de lenguas que resisten
el mercado libre.
No hay ningún fantasma recorriendo Europa
desde Sagres a los Urales
más que el miedo:
todos somos emigrantes.
Las olas van y vienen
paso a paso
negras olas
de la Costa de la Muerte
adonde vamos
paso a paso
todos
al final.
¿En eso consiste la peregrinación?
Exilio del tiempo
de hacernos una casa
con lagar
en la paz de los robledales
cerca de un riachuelo
Nemiña de enamorar
lejos de la frontera
de los filos
de los cañones y de los feroces.
Qué recuerdas
qué recordamos hermano cualquiera
la identidad es incertidumbre
desconfianza
de las palabras, de los otros
mientras empujamos grandes piedras
escolleras desnudas, grúas contra el cielo
noche
por los puertos de la existencia
entre cruces y encantamientos
vírgenes y brujas
entre caballos salvajes
y lobos domesticados.
¿Vamos a coger el azadón, la hoz, el martillo?
Ahora vamos a coger las palas
las redes
la cesta.
No somos de esa estirpe
de los que queman palacios de invierno
ni capillas.
De uno en uno:
ni hijos de Eva
ni de Marx,
ni herederos de Castelao
ni de Rosalía.
Somos hijos de un opio llamado
no hay nada que hacer
decimos
Galicia no decimos España
puntos cardinales
carreteras
caminos de hierro.
¿Clarividencia o cobardía?
¿Adónde queremos llegar
siendo quienes somos
de una tierra que siente
el habla del viento
la estela de la luz
la prosa de los cuervos
la angustia de los pinos?
Huérfanos
cuando llega la desgracia
resistimos
huellas
realidad.
¿Puerca madre?
Una marea negra
es una radiografía del mal.
Telegrafista,
apunta:
S.O.S.
Somos Only Solos.
Este pueblo es como otros
no tiene antropología
ni rh propio
ni dolicocéfalos ni daltónicos:
ahora
en esta aldea de antenas
luces de posición
armónicas, acordeones:
cerca del mar
Cabo del Hombre
que es un Cabo del Mundo
Touriñán:
enciendo un faro y nado
no hay Dios,
qué importa:
esta es la única vida que tenemos.
¿Qué hacer?

 

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