«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo o profesionales que aportan luz en él (lista de invitados 2020). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Alfons Martinell el 14 de diciembre de 2020.
Alfons habló del respeto a la diversidad cultural y del deber de los estados a defenderla creando el «ambiente» o ecosistema cultural-educativo donde todos tengamos nuestro lugar, donde cada individuo y comunidad se exprese según su visión del mundo.
Él dio unas pinceladas sobre los derechos culturales, las políticas culturales, la cooperación internacional, el papel de las ciudades como epicentros de vida cultural y del intercambio internacional del pensamiento (cultura, arte, ciencia…) superando las fronteras.
Alfons también subrayó la misión de servicio a la comunidad que tienen las instituciones culturales como los museos, bibliotecas, teatros, asociaciones… y la importancia de su colaboración con los centros de educación obligatoria. La cultura siempre es en presente -no cegada por el pasado- y proyectada hacia el futuro.
Como dice la nota en Anidar:
Alfons Martinell Sempere tiene una formación inicial en el campo de la educación “mi primera carrera fue maestro de enseñanza primaria, luego estudié filosofía y letras, luego un doctorado en Ciencias de la Educación” sin embargo, su vínculo con el mundo educativo siempre estuvo lejos del sistema “siempre estuve más al margen de lo que sería la educación formal. Muy pocos años en mi vida he trabajado en las escuelas primarias o secundarias. Porque siempre estuve más interesado en aquella educación que no se da en el sistema educativo, la que se daba en el tiempo libre, la educación no formal, la educación informal, en la importancia de esta educación” explicó el invitado de la 30 Conversación ANIDAR.
Desde este terreno de la educación no formal, y en el marco de la recuperación democrática que inició en España en 1975 luego de más de treinta años de dictadura franquista, Martinell se acercó al mundo de la cultura y asumió, en 1980, responsabilidades municipales en Girona “asumí responsabilidades en la gestión cultural municipal, en el ayuntamiento de Girona, estuve doce años trabajando en los primeros años de la democratización, cuando se recuperaba todo, se reconstruía todo. Aquí empezamos a hablar de la gestión cultural, de las políticas culturales, locales, y aquí avancé en el tema de la gestión cultural y políticas culturales. Luego de estar unos años en la gestión municipal”. Posteriormente pasó a formar parte de La Universidad “como trabajaba mucho en capacitación de gestores culturales, porque era muy necesario en aquel momento, al crearse la Universidad de Girona, como querían trabajar ese tema, me incorporé”.
A partir de su trabajo en la Universidad, desde una práctica “poco academicista”, pudo profundizar en el trabajo en cooperación internacional. En este sentido describió si actividad en la Universidad “Es un lugar para formar gente pero también un lugar en el que se podían hacer bastantes cosas, transferencia de conocimiento, pero con un pie fuera de la Universidad, que era la cooperación internacional”.
El tema del que se ocupa actualmente y por el que está preocupado, reconoció, es la poca implicación de la cultura en las políticas de desarrollo, por este motivo, “últimamente dentro de las políticas culturales me he ido especializando en ese tema que creo que es muy necesario y que requiere una cierta militancia para defenderlo” afirmó.
Vínculo con América Latina
Al ser consultado por el vínculo con América Latina, Martinell contó cómo fue el proceso en los inicios de recuperación democrática “nosotros nos formamos en el ámbito local, que era el primer nivel de recuperación democrática después de la dictadura. Recuperación de los ayuntamientos, los espacios públicos, de la ciudad”.
“Con América Latina hay una afinidad. Nosotros Veníamos de mucha capacidad de gestión en políticas, nosotros no habíamos hablado ni teorizado sobre políticas culturales sino que las habíamos hecho, las habíamos construido desde dentro de la institución y en América Latina encontramos una reflexión más académica sobre la cultura, que nos parecía bastante complementario. Quizás nosotros podíamos enseñar más como llevar a cabo políticas y vosotros, un trabajo más académico, que las universidades latinoamericanas tenían en aquel momento” explicó.
“Este encuentro fue muy interesante porque aprendimos todos y nos complementamos muy bien, ciertas reflexiones intelectuales desde América Latina, en España no existía en aquel momento. Y entonces esto fue una complementariedad y fuimos tejiendo red. Más tarde la catedra UNESCO implementó una formación de maestría en cultura y cooperación internacional donde se formó mucha gente que ahora son líderes en sus respectivos países. Girona fue un lugar de encuentro de muchos latinoamericanos”
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