«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo o profesionales que aportan luz en él (lista de invitados). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Ana Longoni el 19 de octubre de 2020.
Ana inicia con pinceladas sobre su investigación del arte conceptual de América Latina, y la relación entre arte y política a partir de la década 60´ del XX. Su andadura profesional avanza a menudo con «saltos en el abismo» como el que le llevó a la dirección del área Actividades Públicas del Museo Reina Sofía, donde desarrolla un trabajo ejemplar abriendo el museo a públicos diversos.
Ella describe las múltiples líneas de Actividades Públicas: el Museo Situado que permea el centro de arte al barrio de Lavapiés, las seis cátedras y dos másters, la biblioteca, las publicaciones, los ciclos de cine y artes dramáticas, los programas educativos para infancia y juventud… un largo etcétera.
Ana y su equipo del Museo Reina Sofía tejen escenarios de encuentro y mezcla, provocaciones sensibles para interrogarnos sobre el presente -patera en la que tod@s vamos-.
Como dice la nota en Arqa:
Ana Longoni define como un salto al vacío la dirección que desde 2018 asumió en la parte de Actividades Públicas del Museo Reina Sofía, “más que un pequeño peldaño, esto fue un entrar en otra lógica, en otro contexto, en otro país, en otra forma de trabajo” explica la invitada. Es que su trayectoria tiene más que ver con la docencia y la investigación que con la gestión cultural. “Para mí fue todo un desafío porque no es la lógica de la gestión cultural en la que me he desempañado, pero a su vez sentí una gran posibilidad de articular desde América Latina proyectos que ya veníamos haciendo de manera más precaria, con el gran espacio de visibilidad que implica el Museo Reina Sofía, también de recursos, de infraestructura. Es un museo importante, no solo en Europa, sino a nivel mundial. Nos parecía importante dar ese salto al abismo”, agrega Longoni.
La Red Conceptualismos del Sur, de la que la invitada es parte, está compuesta por alrededor de 60 o 70 investigadores, artistas y activistas, algunos con adscripciones universitarias, trabajando en museos, otros autónomos e independientes. Longoni se refirió a cómo se gestó la red y con qué objetivos “es un proyecto que nació con una voluntad colectiva, y no institucionalizada, de empezar a generar una trama de complicidades donde los afectos son muy importantes, las coincidencias en torno a un diagnóstico de lo desentendidos que estaban estos acervos documentales en torno a prácticas artístico-políticas en América Latina, esto nos hizo sentir la urgencia de generar políticas comunes”. En la vía de recuperar estos acervos culturales de los que habló la invitada, una de las investigaciones que realizaron desde la red derivó en la exposición Perder la forma humana, que recupera “los cruces entre arte y política en los años ´80 en América Latina, que empezába en el 73′ con el golpe de Estado en Chile y terminaba el alzamiento zapatista en 1994 en México. Eran 20 años muy poco estudiados hasta ahora en cuanto a esos cruces”. Para el 2022, postergación pandemia mediante, están preparando otra investigación/muestra, Giro gráfico, que reunirá “formas de acción política, callejera que apelan a lo visual, a lo performativo como modo de ocupar el espacio público. Queremos que el énfasis esté puesto en las resonancias del tiempo presente, en lo que está pasando hoy. Nos parece importante que el museo sea una caja de resonancia de estas prácticas que rara vez llegan a un ámbito como el del museo” anticipa Longoni.
En el marco del Reina Sofía, Longoni explica que desde el área de educación existen “una serie de programas en vinculación con escuelas, para que esta vaya al museo y el museo a ella, y también, a nivel de lo que podríamos pensar como educación no institucionalizada, existe por un lado el trabajo con familias y a su vez con diferentes comunidades, de jóvenes y adolescentes”.
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