«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Ana Mombiedro (España) el 26 de abril de 2021.
Ana empezó su andadura profesional en Helsinki, Finlandia. Allí trabajó diseñado espacios educativos mientras estudiaba en la Aalto Univeristy. Tras licenciarse en arquitectura, estudió neurociencia y percepción mientras trabajaba como docente en Nueva York. En la actualidad reside en Mallorca donde trabaja su investigación “Los impactos neuronales del espacio construido y su relación con el comportamiento humano”. Ana, formadora de docentes y a arquitectos en el diseño de espacios de aprendizaje, cree que la tarea ética de la arquitectura es velar por la salud emocional, fisiológica y cognitiva de sus habitantes. Su principal interés radica en la NeuroArquitectura, ámbito en el que trabaja desde la teoría y la práctica.
Ana nos adentró en la neuroarquitectura, un camino de investigación multidisciplinar donde el cuerpo entero, la psicología, el entorno natural y construido configuran el desarrollo de la infancia como individuos y colectivo generacional.
La neurociencia aporta nuevos puntos de vista y datos que ayudan a reforzar (y no olvidar) las claves de la buena arquitectura, la que necesita la infancia en sus casas, escuelas, ciudades. la neuroarquitectura debería enseñarse en las facultades, dice Ana, y ser conocida por maestras y todo profesional que trabaje en el cuidado del otro -como la educación-.
Ana habló del libro que publicará dentro de unos meses y que resumirá su investigación en neuroarquitectura. Como pasabocas, este artículo suyo en Tarbiya: https://revistas.uam.es/tarbiya/article/view/tarbiya2019.47.004
La nota en Anidar detalla:
«Ana Mombiedro empezó contando cómo llegó a formarse en el terreno de la neuroarquitectura “esto sucedió cuando empecé la carrera y descubrí que la arquitectura no era solo construcción (…) por lo que me vi obligada a ir formándome en cosas relacionadas con la psicología, la antropología, la sociología. Cuando iba terminando la carrera vi que las respuestas me las iba a dar la neurociencia. En 2013-2014 me concentré en conocer bien el sistema nervioso, conocer el cuerpo y ahí me di cuenta que la neurociencia y la arquitectura eran una única ciencia”.
Entonces, ¿qué es la neuroarquitectura? “es la arquitectura hecha en torno al ser humano, una arquitectura pensada para el bienestar del habitante” explicó Ana en la última conversación Anidar. “Se ha creado y se ha producido arquitectura, especialmente en los años del boom inmobiliario, del boom del ladrillo, de una manera muy sistematizada en la que se ha dejado de pensar en el habitante” agregó para explicar el efecto de la deshumanización en su disciplina.
Esa deshumanización tiene en su esencia una “obsesión por sacar adelante, hacer el proceso lo más eficiente posible, olvidando que detrás de todas estas líneas y sombreados de AutoCAD hay personas habitando ese espacio, hay un aire que se mueve, hay olores que entran y salen, hay una sensaciones de equilibrio, y hay personas que enferman, que crecen, que cambian, que su cuerpo cambia, y hay niños y hay mayores”. Entonces, desde esta concepción de arquitectura Ana sintetizó su perspectiva teórico-política “un espacio inhabitado no es arquitectura, la arquitectura es lo que sucede cuando ese espacio se habita y se transforma”.
De lo que se trata para la invitada es de construir, aportar a pensar, a ensayar una arquitectura que vuelva al ser humano, en contraposición a los sentidos comunes donde sólo viene asociada al material de construcción, los metros cuadrados, la compra y la venta.»