«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Ángela Ibáñez (Chile) el 7 de junio 2021 en ARQA.
Ángela estudió primero Artes y Humanidades y luego Arquitectura del Paisaje. Es cofundadora de Patio Vivo, organización sin fines de lucro, que busca que todos los niños, niñas y adolescentes de Chile, crezcan, jueguen y aprendan en contacto con la naturaleza. En esta línea han creado más de 80 Paisajes de aprendizaje. Ángela ha sido reconocida dentro de los 100 Mujeres líderes 2020 en su país y es miembro del Consejo ejecutivo de International School Grounds Alliance (ISGA). Trabaja para que las ciudades sean más creativas, libres y alegres desde el contacto con la naturaleza.
Ángela nos explicó el trabajo que desarrolla su Fundación Patio Vivo transformando patios escolares en colegios chilenos, siempre con la participación de los profesores del centro, los instructores del patio y los alumnos. El objetivo es crear espacios que activen el juego libre para fortalecer la resilencia de la infancia, es decir, la capacidad de superar cambios y adversidades imprevistas que afectan al individuo y al grupo.
Ella ha viajado a California, Suecia, Alemania y Japón para investigar sus espacios de juego para la infancia. Cada cultura genera su propia educación con su particularidades en el juego. La relación con la naturaleza, los procesos productivos y económicos, las tradiciones… todo configura la manera en que los cuerpos se relacionan entre ellos y con el entorno. Ángela y su equipo diseña los espacios de aprendizaje atenta a esas características.
Fundación Patio Vivo diseña también espacios de juego en zonas públicas como áreas residenciales o los Cecrea (centros de arte y ciencia para infancia). La inclusión de toda la infancia mediante el juego, la construcción de la relaciones intergeneracionales, la seguridad del individuo gracias al tejido social homogéneo… son objetivos irrenunciables.
