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Frontera DigitalConversación ANIDAR con Guillermo Marini (Chile)

Conversación ANIDAR con Guillermo Marini (Chile)

La Tierra y otras escuelas   el blog de Jorge Raedó

«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.

«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo o profesionales que aportan luz en él (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.

Conversación ANIDAR con Guillermo Marini (Chile) el 15 de marzo de 2021.

Guillermo Marini es doctor en filosofía y educación, profesor en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Se interesa por la experiencia sensorial en la escuela. Desde este interés se propone explorar un lenguaje común entre quienes construyen y habitan la escuela. (Trabajos publicados: https://uc-cl.academia.edu/GuillermoMarini.)

Guillermo habló de la «Estética Cotidiana» como marco de comprensión para analizar los espacios de aprendizaje de la infancia. La forma de organizar el tiempo estructura la vida cotidiana -la respiración- de la vida escolar… miles de días, cientos de miles de horas en la vida de la infancia y juventud, demasiado a menudo sentados en fila mirando un pizarrón y «escuchando» al profesor. ¿Dónde quedan los cuerpos de los alumnos?

Guillermo y sus colegas de investigación han analizado decenas de colegios viendo las consecuencias físicas de la estructura del «tiempo de la educación». Un tiempo que no respeta la estética («conocer a partir de los sentidos») de los alumnos desemboca en una educación inadecuada, alejada de su curiosidad y sed de aprender.

Katya Mandoki y la «matriz» del tiempo escolar, Yuriko Saito y el «cambio de eje» de los jardines japoneses que crea pausas en el tiempo y el espacio, Husti y el «acento» sobre los ritmos de la vida escolar, Richard Neutra y las Escuelas Infantiles que diseñó abiertas al exterior multiplicando ritmos y perspectivas… Una reflexión necesaria sobre el sentido pedagógico del tiempo en la escuela.

La nota en Anidar detalla:

«Guillermo Marini, invitado en la décima conversación ANIDAR, inició contando cómo llegó del mundo de la filosofía al territorio escolar, a través de la estética “hice mis estudios de licenciatura de filosofía en Buenos Aires. Dentro de filosofía, la salida natural era la pedagogía, era dedicarse a ser profesor de filosofía en la escuela. En Argentina, se enseña los años finales de la básica y la educación media. El foco que yo elegí fue el tema de estética”.

Luego sobrevino la necesidad de crear un lenguaje común, recuperando sentidos en torno a la estética cotidiana, “se empezó a generar una triada entre el mundo de la filosofía, la escuela como sitio concreto de aterrizaje, de experimentación de las ideas y las propuestas filosóficas y la necesidad de empezar a elaborar un lenguaje común, códigos compartidos con toda la serie de profesionales que son responsables del diseño, la construcción y la habilitación del espacio en la escuela. La mayoría no son pedagogos, al mismo tiempo, la mayoría de quienes somos los profesores que nos hacemos cargo de darle vida todos los días al espacio escolar, en general, solemos carecer de toda noticia y orientación respecto a cómo se gestiona el espacio escolar, qué implica el espacio escolar, qué impactos puede tener” explicó Marini en una nueva edición de Conversaciones Anidar.

Consultado sobre el sentido en que entiende la estética, como puente entre la filosofía y la vida cotidiana en la escuela, el invitado recuperó la categoría de estética cotidiana como “una subdisciplina dentro de la filosofía del arte que en los últimos 30 años se ha terminado de consolidar como espacio de estudio propio”. Se vincula, según compartió en una presentación que tituló Estéticas cotidianas del tiempo escolar, con “conocer a partir de nuestro sentidos” para “recuperar aquellas experiencias de conocimiento, a partir de nuestra vida sensorial de todos los días. Quiere reivindicar que hay mundo, hay una discusión estética que prescinde de la discusión de la belleza. La experiencia sensorial cotidiana puede incorporarse al lenguaje de la educación, y puede modificar nuestras acciones”. Para eso, se propone analizar, mirar cómo se organiza el tiempo en la escuela y cómo esa organización temporal se proyecta hacia principios y practicas pedagógicas.»

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