«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo o profesionales que aportan luz en él (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Itziar González el 15 de febrero de 2021.
Arquitecta y Urbanista por la ETSAB (UPC). En 1996 abrió su estudio profesional en Barcelona, especializándose en decrecimiento urbano, optimización de vivienda pública, rehabilitación de centros históricos y edificaciones rurales. Ha sido regidora electa del Distrito de Ciutat Vella de Barcelona (2007-10). Desde octubre de 2012 participa activamente en los movimientos sociales, es miembro fundadora del grupo promotor del «ParlaMent Ciutadà» (www. parlamentciutada.org) y del «Observatori contra la corrupció». En 2017 ganó el concurso internacional para la transformació integral de la Rambla de Barcelona.
Itziar habló de su trabajo como arquitecta y urbanista en la rehabilitación de centros históricos, optimización de vivienda pública, decrecimiento urbano, procesos de cooperación…
Ella cree más en la calle (vivida y cuidada por todos) que en el espacio público (gestión administrativa)… cree en la fuerza de la cooperación para vencer la corrupción que maltrata la convivencia ciudadana. La construcción de la ciudad utópica pasa por el reciclaje administrativo y la terapia institucional para adecuarse a las necesidades de todos los ciudadanos (principalmente de los más débiles)… pasa por la cooperación activa de todos en el devenir de nuestros barrios.
Itziar explica un par de talleres con infancia y adolescentes basados en «estrategias de valores» para la definición del espacio compartido. También nos cuenta los procesos de cooperación con vecinos para mejorar la Plaça Lesseps de Barcelona, y el muy reciente proyecto junto a 500 ciudadanos para transformar Les Rambles de Barcelona en una verdadera plaza de la vida en común.
Como dice la nota en Anidar:
«El verdadero rostro de la calle son las personas».
La frase la dijo Itziar González Virós en la segunda charla del ciclo ANIDAR 2021, y hace referencia a su posicionamiento profesional-ético-político a la hora de ejercer su actividad como urbanista por voluntad popular. Su trayectoria, relató, se inició atravesada por el cruce entre el mundo del trabajo artesanal y sus estudios de arquitectura, “para estudiar trabajé en una escuela taller de vidrio, ahí ya vi el mundo de los artesanos, de la lentitud, de la cooperación en el tiempo y –al mismo tiempo- el mundo de la producción de ciudad y de relato urbanístico. Yo ahí opté e hice mi juramento hipocrático de que iba a estudiar arquitectura pero no iba a hacer obra nueva, sino que me iba a dedicar a reconquistar, re habitar, esos centros históricos abandonados, como el piso de mi abuela y bisabuela. Se mezcla todo ese pacto secreto con el trabajo en el tiempo, y la cooperación, que voy encontrando de distintos artesanos y personas que han ido construyendo nuestros centros históricos y nuestros centros en el ámbito rural. Me siento una parte más de una construcción colectiva a lo largo del tiempo, y esto ya marca mi posicionamiento”. El piso de su abuela y bisabuela son claves en el camino de Itziar, ya que al estar en el centro de Barcelona le permitieron vivenciar esa tensión entre el relato urbanístico moderno y la historia de los centros históricos, “descubrí un barrio, centro histórico de Barcelona, en un momento cuando empezaba mis estudios de arquitectura y todos los despachos de los profesores de la universidad estaban haciendo proyectos para las olimpiadas”.
González Virós optó entonces por alejarse de la construcción de obra nueva. En cambio, por azar según ella misma contó, se dedicó a profundizar el trabajo con la comunidad, desde la cooperación, para el bienestar general. En palabras de la invitada “pierdo bastantes posibilidades de desplegar un despacho que haga obra nueva y que aproveche la moda de Barcelona y de los arquitectos catalanes, me sitúo a un lado. Ya ahí es donde por azar, como me he dedicado a trabajar mucho con los vecinos, desarrollo habilidades de escucha y pedagogía, de poner distintos vecinos de un mismo edificio a trabajar juntos para defender al mismo. Es decir, la gotera del edificio del 4 no llega al propietario del local de la planta baja. Sin embargo, alguien le tiene que explicar al señor de la planta baja que si no se arregla la gotera del 4, él tendrá humedades con el paso del tiempo”. Entonces llega al terreno del urbanismo “empiezo a desplegar un trabajo muy diagramático, muy de esquemas, muy pedagógico, con todo tipo de comunidades vecinales, eso se extiende a nivel de barrio, y en 2002 me convierto en urbanista por voluntad popular, porque unos vecinos de la plaza de Lesseps, en el centro de Barcelona, que tenía un problema de movilidad muy importante, -había una autopista en medio del barrio y había una reivindicación ciudadana para enterrar esa autopista-, me piden ayuda y yo inicio una mediación entre el movimiento vecinal y la administración, en 2002. Eso es clave porque me convierto en una persona útil, no solo para los vecinos sino también para la administración. La administración tiene que reconocer a una ciudadanía articulada y con una mediación técnica, en este caso la mía”.
“Me empiezo a especializar en estos conflictos estructurales entre una administración que prefiere hacer concursos internacionales y regalar los encargos a grandes arquitectos urbanistas, prescindiendo del verdadero rostro de la calle, que son las personas”, expresó la invitada.
Luego, el derrotero la llevará a ser concejal de su pueblo y enfrentarse a enormes dificultades estructurales a la hora de desarrollar proyectos que tengan en el centro a la comunidad.
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