«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo o profesionales que aportan luz en él (lista de invitados). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con Iván Darío Quiñones el 26 de octubre de 2020
Iván, Subdirector de Infraestructura Cultural en la Alcadia Mayor De Bogotá, contó algunos proyectos que desarrollan para el «encuentro» de los ciudadanos, de generaciones, de conocidos y extraños. La buena infraestructura cultural son espacios que fortalecen y profundizan la convivencia de todos.
Un gran teatro de 800 butacas para la ciudad que también es parte de un colegio, siete nuevos «Centros de Felicidad» como grandes epicentros urbanos de cultura y deporte, una galería de arte debajo de un mercado, instalaciones para la cultura y la educación artística en sinergia con el nuevo transporte público «Metrocable»… La arquitectura propone encuentros, los ciudadanos redactan las historias.
Como dice la nota en Arqa:
El invitado de la última conversación ANIDAR comenzó contando la importancia que tuvo para él poder trabajar con niños y niñas en sus inicios “el trabajo que fue muy importante fue justamente poder trabajar para los niños y para la primer infancia”. También se refirió a la necesidad de que los arquitectos publiquen los proyectos que desarrollan, como modo de difundir y ampliar las experiencias. En ese sentido, en la conversación ANIDAR Iván Quiñones compartió una publicación Equidad para la primera infancia donde están sistematizados algunos de los proyectos que realizaron desde la Oficina del Despacho de la Primera Dama y la Consejería Presidencial para la Primera Infancia, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, en una estrategia que se llamaba De cero a siempre. “Lo más interesante es cómo trabajábamos con estas comunidades apartadas del país, apartadas en términos geográficas” explicó el invitado.
“En este libro, mostramos once de los proyectos, se hicieron alrededor de 74. Aquí están once que muestran ese trabajo que hicimos con talleres de diseño participativo, donde partíamos de estudiar cómo esa sabiduría local nos podía aportar en los resultados” sintetizó haciendo énfasis en la importancia de tomar en consideración los saberes de quienes habitan en los territorios. También destacó la importancia de lo interdisciplinario, “es clave en estos tiempos reconocer que los proyectos deben hacerse con varias disciplinas y lo más importante es que la apropiación perdure en el tiempo. Todos tienen que encontrar en los proyectos su voz”.
El invitado compartió imágenes de una obra que se desarrolló desde la oficina donde actualmente se desempeña, la de Infraestructura Cultural de Bogotá. El proyecto se llama El nodo del ensueño, en ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. “Es un colegio y un teatro construidos en el mismo espacio. Imagínense lo poderoso de pensar la educación y la cultura en el mismo espacio”. La construcción está ubicada en una zona de reubicación urbana. Destacó la importancia de la articulación entre educación y cultura “empieza esa conexión natural de cómo los colegios pueden tener esa vocación creativa para que se desarrolle un potencial que muchos tenemos y que a veces no conocemos. Tocar un instrumento, bailar, artes escénicas. Que circulen las artes escénicas en una localidad que es muy poblada, que está en el sur de Bogotá, donde hacía falta”.
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