«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.
«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.
Conversación ANIDAR con José Luis Linaza (España) el 24 de mayo de 2021 en ARQA.
Doctor en Psicología por la Universidad de Oxford, donde realizó su Tesis sobre la adquisición de las reglas de los juegos tradicionales por los niños, bajo la supervisión del Profesor J. Bruner. Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid. Profesor visitante en la Universidad de California y en la Universidad de Harvard. Entre sus principales líneas de investigación se encuentra el estudio de la interacción adulto-niño, los deportes y juegos en el desarrollo infantil, el juego en diferentes culturas y los procesos de socialización, marginación y exclusión social. Es miembro del Observatorio del Juego infantil y presidente de la Fundación Educación y Desarrollo.
José Luis nos contó las virtudes del juego en la formación de la infancia. El juego es una actividad voluntaria, no obligada, donde las normas se pactan y varían con el devenir del mismo juego. Con el juego la infancia teje sus redes sociales, «construye» sus amigos y su mundo.
El hábitat natural de los humanos es la cultura: ella nos da forma y otorga el sentido de nuestro viaje. A su vez, alteramos dicha cultura con nuestro deseo y acción. El juego es una senda cultural. A los dos años la infancia empieza a desarrollar el mundo simbólico, a los seis desarrolla la lógica… Un proceso gradual, a diferentes ritmos, con espacios y tiempos adecuados para ello, y adultos que lo faciliten (objetos, confort, protección).
La ciudad es a menudo un lugar peligroso para la infancia. La convivencia intergeneracional favorece el aprendizaje continuo, aviva el juego en nuestra memoria, domestica la violencia. La Fundación Educación y Desarrollo creada por Linaza impulsa ludotecas en Perú, Argentina, México, España… para que la infancia juegue y construya el mundo que habitaremos.
La nota en Anidar detalla:
José Luis Linaza contó que en sus inicios no existía la psicología en España como estudio universitario, y que la mayoría de sus profesores leían los libros que se publicaban en Argentina y México. “Era todo muy nuevo, nuestra formación fue una formación muy de iguales, nos interesaba un tema, buscábamos y hacíamos seminarios”, explicó.
Siguió contando sus intereses de recién recibido “cuando terminamos la carrera varios de nosotros decidimos irnos fuera. A mí en aquella época me interesaba mucho la psicología más experimental, había leído mucho a Pavlov y estuve a punto de irme a China. Pero en medio me invitaron a una reunión en Inglaterra y fui a presentar algo que tenía que ver con mi tesina, que era la inhibición pavloviana. Y ahí tuve la oportunidad de observar un montón de laboratorios de aprendizaje animal, que en España no teníamos. Yo tenía una caja de Skinner casi de pedales y observé que todos trabajaban con animales adultos. Yo empecé a trabajar con animales jóvenes y me di cuenta que las leyes de Pavlov y Skinner no funcionaban con animales jóvenes. Ahí arranca mi interés por la experiencia temprana y por el juego. A partir de ahí tuve la suerte de poder comentar con Brunner, que me animó a hacer la tesis en Oxford”.
Los trabajos de Piaget, Vygotsky, e incluso los de Freud lo llevaron a plantear la importancia de la infancia y la relevancia del juego en la infancia, “durante todos estos años he tenido la oportunidad de hacer una investigación con gorilas y chimpancés en el estado de Madrid, muy interesante, en el tema de la comunicación con los humanos, pero siempre he tenido mucho interés por el juego, y en eso sigo” compartió José Luis Linaza.
Los aportes de Jerome Bruner
Bruner, reconocido psicólogo estadounidense, referente de la psicología cognitiva, fue su director de tesis. Así recordó su vínculo con él “era ya una persona muy conocida en el mundo de la psicología, aunque yo sabía poco de él cuando lo conocí. Había hecho algo muy importante, que era utilizar la nueva tecnología en los años 60, la televisión, el cine, para proporcionar a los niños una experiencia más rica antes de ir a la escuela. Eso derivó en los programas de Barrio Sésamo, que era lo que pretendía, que esos niños llegaran con más vocabulario, con más experiencia de observar, de clasificar, para que en la escuela pudieran tener un rendimiento igual que el resto de los estudiantes. Aparte de eso, él era conocido por su crítica al conductismo. Decía que el conductismo no explicaba al sujeto humano, que en la relación entre un estímulo y una respuesta el ser humano se quedaba en el guión que une una cosa con otra. Por eso es conocido como uno de los padres de la psicología cognitiva”.
“Bruner publicó un artículo muy importante, «La importancia de la inmadurez», ¿qué sentido tiene que los seres humanos seamos tan frágiles al nacer, que sea tan difícil sobrevivir si no es porque alguien nos cuida, nos protege, nos alimenta? eso explica que el desarrollo es una estrategia evolutiva, nacemos tan frágiles, tan vulnerables, porque eso nos permite saber mucho más” agregó el invitado de esta edición de charlas ANIDAR 2021.
En vinculación específicamente al juego afirmó “es importante en todos los mamíferos, en esas especies es una característica de los organismos inmaduros, cuando se hace adulto el perro juega menos. Pero un perro comparado con un lobo, el lobo deja de jugar y se ocupa de defender el territorio, de buscar comida, etc. mientras que un perro, a quienes les garantizamos todo, adquiere una vida mucho más lúdica que el lobo no tiene. El juego es una necesidad, porque es una actitud frente a la realidad”.