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Conversación ANIDAR con Juan Carlos Melo (Colombia)

«ANIDAR: Arquitectura y Niñez», sección que dirijo en la revista de arquitectura Arqa (Argentina), visibiliza y propone proyectos del campo acotado por la infancia, la arquitectura y la educación.

«Conversaciones ANIDAR» invita cada lunes a algunos de los mejores especialistas del mundo en este campo (lista de invitados 2020, lista de invitados 2021). La conversación como juego de construcción de mundos habitables. La infancia, mirada que nos interroga sin margen de error.

Conversación ANIDAR con Juan Carlos Melo (Colombia) el 12 de julio de 2021 en ARQA.

Artista Plástico de la Universidad Nacional de Colombia, Ha trabajado por 21 años en el ámbito de la educación en primera infancia y primaria como tallerista (arte y pedagogía), asesor pedagógico para la innovación educativa en varios proyectos educativos de orden privado y social, en los campos del arte como herramienta transdisciplinar dentro de los procesos pedagógicos, el diseño y organización de ambientes educativos, la documentación pedagógica, el diseño curricular y la formación del talento humano según su contexto que lo ha llevado a impartir seminarios y cursos de formación en algunos países de Latinoamérica.

Juan, artista plástico con larga experiencia pedagógica con Primera Infancia, nos contó sus primero pasos bogotanos en este campo y cómo conectó con el trabajo educativo de Reggio Children en Italia, «escuela» que ha influido en él. A su su vez, él ha sabido caracterizarla según las necesidades colombianas.

Las artes ayudan al crecimiento sano de la infancia, afirma Juan, porque les da la oportunidad de explorar su entorno, apropiarse de él con su transformación mediante los materiales a su alcance (piedras, plantas, pinturas, sonidos, viento, sombras, espacio…). Comunicándose, expresándose con los lenguajes del arte la infancia construyen el Mundo que habita.

Los adultos tenemos que crear las oportunidades para que toda la infancia viva esa experiencia. Aconseja la mezcla de disciplinas (maestras, artistas, científicos, artesanos…), la observación de las zonas activas y pasivas de los entornos que habita la infancia, los proyectos educativos de pensamiento proyectivo (búsqueda sin certezas previas, experimentación con ensayo-error, hilado de relaciones…), frente al pensamiento programático (didácticas donde la maestra conoce el punto de partida y de llegada, mecanismos donde la infancia no tiene oportunidad de perderse y crear una forma por sí misma).

La nota Anidar detalla:

En una nueva conversación ANIDAR, Juan Carlos Melo empezó contando como fue que comenzó a trabajar con la primera infancia desde el campo artístico “en la Universidad comencé a trabajar en un proyecto social, en un barrio popular en Bogotá, maso menos el año 2000, la política de infancia y esta fuerza que Colombia tiene en políticas de primera infancia no estaba tan fuerte. Comienzo a trabajar un proceso para encontrar una forma idónea de trabajar con primera infancia siendo artistas, comienzo en un proyecto donde éramos cinco artistas de distintas afluencias, entonces hacemos un trabajo colaborativo, interdisciplinar muy interesante en este barrio popular de Bogotá, no había mucha oferta para primera infancia y era una experiencia que le iba a aportar muchísimo. Allí estoy 4, 5 años y de pronto salto a la experiencia de Reggio Emilia, y a trabajar como tallerista y una relación intensa viajando a Reggio Emilia a estudiar y a formarme como tallerista. Siento que sigo haciendo arte pero ahora en las manos de los niños”.

En relación a por qué es importante el arte durante la primera infancia, Juan Carlos Melo retomó aspectos vinculados la función metacognitiva que cumple el acercamiento a la experiencia artística desde pequeños/as, “para los niños el arte más que ser un escenario, una plataforma expresiva, básicamente es un proceso, no solamente simbólico, es un proceso sistémico, está amarrado a muchas estructuras vitales, y una de ellas que es importante es la función que se vincula con encontrar la conexión con su mente. Los niños están produciendo tal conocimiento, conocen tantas cosas en tan poco tiempo, que su cerebro necesita indexar, es decir, hacer un gran resumen y encapsular toda la información en un símbolo, y aquí la mente simbólica, mas allá de decir que es una mente poética, de imágenes, la mente simbólica del niño es la gran hazaña de crear símbolos, necesita expresarse, necesita crear, y tener escenarios y plataformas artísticas ricas le ayuda al niño a expresarse de la mejor manera. Tiene una función metacognitiva, le ayuda al niño a entender como hizo las cosas. Si logramos instrumentalizar lo que significa arte en las manos de los niños les estamos dando una herramienta para pensar más y mejor”.

> Conversación en youtube Osa Menor

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