(Cuerpo dividido vuelve a estar en cartel, los sábados de febrero en Estudio 3.)
A y B, de nuevo en la oficina. (Si alguien quiere entender de dónde viene esta conversación, puede leer primero ésta otra.)
A.- Ah, y gracias.
B.-¿Eh?
A.- Gracias otra vez por llevarme anoche a ver Los satisfechos.
B.- Sí, estuvo fenomenal.
A.- Lo malo es que nos tocara trabajar hoy sábado. Odio madrugar los sábados.
B.- No sé si te lo he dicho, pero mañana domingo voy a otra…
A.- ¿Dos veces en el mismo fin de semana?
B.- ¿Por qué no?
A.- No es por dinero, es por hacer otras cosas…
B.- Se pueden hacer otras cosas después del teatro.
A.- ¿Qué me estás proponiendo, pillín?
B.- Pasear, tomar algo…
A.- Ah, qué susto. (Pausa. Le mira.) ¿Y qué obra es?
B.- Cuerpo dividido.
A.- Ah, un título sencillo.
B.- La compañía se llama (saca un papel de un bolsillo) Los sueños de Fausto. Qué curioso, el texto es de Raúl Quirós, y lo dirige Miguel Ángel Quirós. ¿Serán hermanos? ¿Padre e hijo?
A.- Quizá es la misma persona y como autor firma de una manera y como actor de otra.
B.- Escucha… «Cristina y Manuel son una pareja joven que ha decidido casarse. Después de un día de compras, ella vuelve a casa y descubre a un Manuel abotargado y sin ganas de hablar…»
A.- Eh, un momento, ¿qué es eso? ¿También tienes el libro?
B.- No, es un papel que he cogido en algún sitio…
A.- Lo digo por si viene el jefe y te lo quita, como el de Los satisfechos…
B.- ¿Crees que le gustó la obra ayer?
A.- No paró de reír en toda la función.
B.- Cierto. Anda, si el que actúa, Miguel Quirós, se llama casi como el que dirige, Miguel Ángel Quirós.
A.- Serán el mismo. O será hijo de Raúl Quirós. ¿Y quién más sale, algún otro Quirós?
B- Naiara Murguialday y Rubén Labio. ¿Los conoces?
A.- Yo no conozco a actores, pero no es imprescindible…
B.- No, no es imprescindible conocer a los actores para ir a ver una obra…
A.- No, quiero decir que puedo vivir perfectamente sin conocer a actores.
B.- Muy graciosa. Escucha esto: «Lo que parecía un día normal se convertirá en una noche extraña…»
A.- Calla, no quiero que me leas más, prefiero verla.
B.- ¿No has dicho que no querías ir dos veces al teatro en la misma semana?
A.- Ya, pero quién sabe… ¿Hablamos mañana?
B.- Hablamos mañana.
C (entrando).- ¿Hablamos mañana? (Pausa.) ¿Es drama o comedia? ¿Es de risa, como la de ayer? Bueno, da igual, de risa o no, yo también voy…
B.- Sí, claro…
C.- Venía a devolverte esto. (Le da un libro.)
B (coge el libro).- Gracias.
C.- Me ha gustado mucho… no me ha gustado más ni menos que la obra, me ha gustado de otro modo… Me gusta ir al teatro y me gusta leer teatro, lo acabo de decidir. Mañana vamos a ver otra, ¿no? ¿Cómo decíais que se titulaba? ¿Cuerpo dividido?
B.- Sí, Cuerpo dividido.
C.- Muy bien, mañana os llamo. Por cierto, comprenderéis que os tutee, después de lo de ayer… Y ahora, ¡a trabajar un poquito! (Sale.)
A y B quedan cada uno frente a su ordenador. B mira el libro y lo deja al lado del teclado. Pausa. A lo coge.
A.- ¿Me lo prestas?
B no responde. Asiente con la cabeza. Pausa.
A.- ¿Te lo imaginas escuchando detrás de las puertas?
Pausa. B se ríe. A también. Oscuro.
nico guau