A y B, en la oficina.
A.- ¿Te vas de vacaciones?
B.- No, ya te lo dije.
A.- Ya.
Pausa.
A.- Sabes por qué te lo vuelvo a preguntar, ¿verdad?
B.- Sí.
A.- Pues eso.
Pausa.
A.- Lo siento.
B.- Dijiste que el sábado vendrías conmigo. Bueno, realmente dijiste que vendrías el viernes, pero como habías quedado, me lo cambiaste por el sábado. Mira, pulsa y lee, aquí está todo.
A.- Lo siento.
Pausa.
A (mira el móvil).- Quedan dos horas para irnos de Semana Santa. Cuatro días sin venir a la oficina. ¡Qué ganas tengo!
B.- Pues qué bien.
A.- Venga, no te enfades. Dime qué vas a ver en Semana Santa.
B.- ¿Para qué? ¿Para que se apunte ese otra vez?
A.- ¿No lo pasasteis bien?
Pausa.
A.- Sólo dime qué vas a ver.
B.- No.
A.- Si lo estás deseando…
B.- Pues sí.
A.- ¿Entonces?
B.- Mañana jueves voy a ver un ‘esperpento contemporáneo’. Así lo llaman ellos. En el Teatro del Arte.
A.- ¿Hora?
B.- Quieres venir, ¿no?
A.- Sí.
B.- ¡Mmm!
A.- ¿Qué es eso de «Mmm»?
B.- ¡Mmmmm!
Pausa.
A.- ¿Tienes ahí algo para leerme?
B.- Sí.
A.- Pues hazlo… Lo estás deseando…
B (sacando un papel).- Ya, seguro. (Pausa. Lee.) «Lucientes. Esperpento contemporáneo a partir de Caprichos y Pinturas negras de Goya. Dramaturgia Pilar Almansa. Dirección Rakel Camacho. Compañía La Intemerata Teatro» (Para y la mira.)
A.- Sigue…
B (sigue leyendo).- «¿Qué pintaría un artista como Goya hoy en día? ¿Dónde está esa realidad deforme y monstruosa de nuestros días? … Todo parte del Capricho nº 43 de Goya. Un hombre dormido ante un escritorio. Lo rodean una multitud de monstruos horripilantes. Se cree que se trata del propio artista. Lucientes (¿sois almas en pena o sois hijos de puta?), es un Esperpento Contemporáneo al que también nos gusta llamar ‘Performance Castiza’, esto es algo que define muy bien la esencia del trabajo…»
A.- Vale. Ya es suficiente.
B.- ¿Suficiente para qué?
A.- Voy contigo.
B.- No te he invitado.
A.- Me he invitado yo.
B.- ¡Mmm!
A.- No te enfades, tonto.
B.- No estoy enfadado.
A.- Dime dónde es.
B.- En el Teatro del Arte, los jueves a las ocho y media. Yo voy mañana
A.- Muy bien, allí estaré.
B.- ¡No te he invitado!
A.- ¡Ya lo sé!
Entra C.
C.- ¿Al teatro sin mí?
A.- ¿Eh? Bueno…
C.- Ya sabéis que ¡adoro el teatro! (Le coge el papel a B y lee.) «… recorrido por la idiosincrasia española a partir de una selección de los Caprichos de Goya…» (Deja de leer.) Este Goya me suena… (Vuelve a leer.) «… última noche de Goya en la Quinta del Sordo, antes de exiliarse a Burdeos…» ¡Oh! ¿Cuándo vamos? ¿Dónde está el texto? Que me lo leo. ¿Dónde trabaja este Goya? Que le voy a hacer una visita.
B.- En el Museo del Prado.
C.- ¿Un museo? ¿Yo en un museo? Bueno…
A.- Vamos mañana jueves.
C.- ¿Al museo?
A.- Al teatro…
C.- Ya lo sé, os he escuchado, sólo me estaba haciendo un poco el tonto. Es un suculento plan… Iba a ir a la playa, pero ante semejante propuesta… (Lee de nuevo.) «… espectáculo multidisciplinar que aúna performance, teatro, música en vivo, audiovisuales y danza, al servicio de la esencia Goyesca… Comedia, aquelarre, realidad y suprarrealidad…» Esta suprarrealidad bien merece dejar lo de la playa. A las ocho y media habéis dicho, ¿verdad?
A.- Exacto.
C (levanta el papel).- ¿Me puedo llevar esto? Así sé cómo ir.
B.- Sí.
C.- ¡Bien! ¡Mañana nos vemos!
C sale. Pausa.
B.- Te odio.
A se ríe. B se levanta y mira por la ventana.
B.- Menudo comienzo de vacaciones.
A.- ¿Por qué? ¿Porque el jefe deja un viaje a la playa por ir contigo al teatro? (Imitándo al jefe.) «¡Adoro el teatro!»
B.- Vete a la mierda.
A sigue riendo.
Oscuro.
Continuará. Para saber lo que pasa en esta oficina, pinchar aquí.
P.D.:
B.- Tengo plan teatral para viernes, sábado y domingo, pero pienso ir solo.
A.- ¡Seguro!
A sigue riendo.
@nico_guau