A y B, en la oficina. B mira a A y se ríe.
B.- Jajajaja.
A.- ¿De qué te ríes?
B.- Una frase que podríamos emplear nosotros aquí, ya ves, porque ‘mejor historia que la nuestra’… jajajaja… con el jefe que se nos pega para ir al teatro y que luego nos invita a cenar… (imitando al jefe) «Adoro el teatro ¡Jajajaja!»
A.- No tiene gracia.
B.- ¡A mí me encanta!
A.- Es un drama.
B.- ¡Qué va a ser un drama! ¡Hay que buscarle la parte positiva! ¡Estamos a puntito de que nos dé libre los sábados, así que de drama nada! ¡Jajajaja!
A.- La obra, que es un drama.
B.- Ah.
A.- Pues eso.
Pausa.
B (deja de reír).- Oye, pero no te pongas así porque me haya reído del título. Bueno, tampoco es que me haya reído… Si me encanta el título, Mejor historia que la nuestra. Y seguro que la obra está fenomenal.
A.- Es que no me creo que estemos haciendo planes sin miedo a que aparezca de repente por esa puerta.
B.- Está bastante lejos. Podemos ir al teatro solos, sin jefes que nos inviten a cenar.
A.- Genial. Alguna vez he pensado que nos ha puesto micrófonos. Detrás de los cuadros… Oye, ¿no te praeció raro que trajera esas flore de plástico cuando empezamos todo esto de ir al teatro?
B.- Anda ya, paranoico…
A.- Verás cómo se planta en el Lara.
B.- ¿Es en el Lara? He pasado por la puerta muchas veces pero nunca he entrado.
A.- Es uno de los teatros más antiguos de Madrid, pero la obra es en el hall.
B.- Anda, me gusta…
Suena el teléfono.
A.- ¡No lo cojas! ¡Es él! ¡Desde la playa! ¡Lo intuyo! (Se levanta e impide a B coger el teléfono.)
B.- Pero cómo va a ser él…
A.- No, no es que lo intuya, es que estoy seguro…
Pausa. El teléfono sigue sonando hasta que deja de hacerlo. A vuelve a su sitio.
B.- Dime algo de la obra.
A.- Las últimas semanas de vida de un enfermo de cáncer, con su hija, el novio de su hija y la enfermera. «Un buen final es capaz de salvar cualquier historia.» Estarán juntos en el final de su vida… Bueno, no sé, no la he visto… estoy suponiendo, por lo que pone aquí…
B.- ¿Y los nombres?
A.- Mamen Camacho, Antonio de Cos, Chema Muñoz y Paloma Zavala. Y dirige Francesco Carril. El texto es de Lucía Carballal y tiene un premio.
B.- ¿A qué hora?
A.- A las 10. ¿A las 8 y media en la puerta y tomamos algo? Hoy invito yo a cenar.
B.- ¿Con qué dinero?
A.- ¿Para qué quiero dinero en el banco? ¿Para que lo disfruten mis sobrinos el día que me caiga una teja en la cabeza, como a Cyrano?
B.- Cada día estás más raro…
A.- Eso dice mi abuela.
B.- Pero entonces yo invito al teatro.
A.- Como quieras. Hoy es el estreno. Me gusta ir a los estrenos.
B (imita al jefe de nuevo).- «¡Adoro el teatro! ¡Jajajaja!»
Suena el teléfono de nuevo. A se levanta.
A.- ¡No lo cojas! ¡Nos está escuchando, te lo dije!
B (que se ríe mucho).- ¡Jajajaja!
A.- Cogerá un avión y se presentará en el Lara, ya verás.
B (que se sigue riendo).- ¡Jajajaja! Anda, que ‘mejor historia que la nuestra!… con el jefe poniendo micros ocultos para apuntarse a nuestros planes teatrales… ¡Jajajaja!
El teléfono sigue sonando, y A comienza también a reír.
A.- Tendremos que encontrar un buen final que salve esta historia nuestra con el jefe…
Los dos ríen. Y el teléfono, que no para.
Oscuro.
Continuará. Para saber lo que pasa en esta oficina, pinchar aquí.
@nico_guau
(fotografías de Andrés Lázaro)