A y B en la oficina. Sentados en sus sillas. Mirando por la ventana. Pensativos.
B.- ¿Qué?
A.- Nada.
B.- ¿No quieres ver nada esta semana?
A.- Sí, pero…
B.- Pero, ¿qué?
A.- Echo de menos la página de Pepe.
B.- ¿La página de Pepe?
A.- Claro. En la Guía del ocio. La página de Pepe.
B.- No te entiendo.
A.- Pepe. El señor Henríquez. Te lo he presentado alguna vez en la puerta de un teatro. Con sombrero.
B.- Ah, ¡claro!
A.- La página de Pepe era mi guía semanal para no naufragar en el embravecido mar de los teatros pequeños…
B.- ¿Y qué tiene que ver con…?
A.- Yo compraba la Guía del ocio por esa página.
B.- …
A.- Pepe se fue. El 22 de agosto. Con su sombrero. El de invierno y el de verano.
B.- Ah. Lo siento.
A.- Se acabó la página de Pepe.
B.- No sabía nada…
A.- Ahí en el último cajón tengo alguna de las últimas páginas de Pepe. En el de abajo.
B abre el cajón.
B.- No sabía nada.
A.- Claro, si has vuelto ayer de Tailandia. Un mes entero. Vaya vacaciones.
B.- Ya, pero estaba deseando regresar para ir al teatro contigo.
A.- …
B.- Dime algo, ¿no? Algo bonito.
A.- …
B.- ¿Buscamos un par de obras para esta semana?
A.- …
B.- ¿Seremos capaces de encontrar algo sin la página de Pepe?
A.- …
B.- ¿Juntitos tú y yo?
A.- …
Oscuro.
Continuará.
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@nico_guau