(Se pueden leer los capítulos anteriores aquí y aquí.)
Julián entra en el salón y encuentra a Rosa en el suelo sentada como los indios, haciendo un ruido extraño, como de gato ronroneando.
JULIÁN.- ¿Qué haces?
ROSA (más dulce que de costumbre).- Cosas mías, Julián… No me interrumpas ahora, que estoy en mi momento de paz…
JULIÁN.- ¿Paz? Si tú eres lo menos pacífico que existe.
ROSA.- ¿Yo? No sé por qué dices eso, yo soy todo paz y amor.
JULÍAN.- Sí, amor en tiempos de ira.
ROSA.- Bueno, cariño, qué poco me conoces…
JULIÁN.- ¿’Cariño’? Rosa, ¿estás bien?
ROSA.- Perfectamente, cielo.
JULIÁN.- Nunca me has llamado esas cosas, ni cuando éramos novios.
ROSA.- Estoy cambiando. Soy todo paz y amor.
JULIÁN.- No me lo creo. Algo me ocultas.
ROSA.- Venga, Julián, que me desconcentras… Que dice mi Adolfo que tengo que estar concentrada.
JULIÁN.- ¿Tu Adolfo? ¿Y ese quién es?
ROSA.- Mi guía espiritual.
JULIÁN.- ¿Tu qué?
ROSA.- Mi guía espiritual, mi maestro de yoga interplanetario…
JULIÁN.- ¿Maestro de qué?
ROSA.- De yoga interplanetario… Desde que he empezado a hacer yoga interplanetario estoy en una nube. Una nube de amor, de felicidad, de…
JULIÁN.- No me lo puedo creer… ¿Tú haciendo yoga?
ROSA.- Ven, si quieres te enseño, ven… Siéntate aquí conmigo, cariño…
JULIÁN.- Bueno, pero a mí estas cosas no me suelen funcionar…
ROSA.- Así, siéntate… Dame un beso…
JULIÁN.- Pero si hace que no me das un beso décadas.
Rosa le da un beso.
ROSA.- Es el yoga interplanetario, que me hace conectarme con gente de otros planetas, y…
JULIÁN.- ¿Otros planetas? ¿Qué planetas?
ROSA.- Pues otros…
JULIÁN.- ¿No te dicen el nombre del planeta?
ROSA.- Ay , qué terrenal eres… No hablamos, Julián, solo conectamos… Es que desde que he descubierto a Adolfo y sus clases de yoga interplanetario, el confinamiento se me está haciendo menos duro… Conecto con tanta gente de tantos planetas, y hacemos el amor interplanetario de una forma que…
JULIÁN.- Rosa, ¿me estás engañando? ¿Y con gente de otros planetas?
ROSA.- Mira, cariño, que te voy a enseñar. Pon esta pierna encima de esta otra…
JULIÁN.- ¡Aaaah! ¡Eso duele!
ROSA.- Venga, no seas tan quejica, es solo al principio…
JULIÁN.- Es que se me está retorciendo este tobillo…
ROSA.- No, si es que ese tobillo está mal puesto, lo tienes que meter por debajo del brazo y volverlo a sacar por detrás del cuello.
JULIÁN.- Pero, Rosa…
ROSA.- Y este otro brazo lo tienes que sacar por debajo de esta pierna y luego por aquí y otra vez por aquí y lo metes por aquí dentro y por aquí lo sacas…
JULIÁN.- ¡Aaaaah! ¡Me estás haciendo un nudo!
ROSA.- Venga, cariño… Molesta un poquito al principio, pero luego te acostumbras y te entra la paz en todo el cuerpo…
JULIÁN.- ¿Que en esta postura se me duermen todos los miembros, quieres decir? ¿Esa es la paz que me entra?
ROSA.- Paz, hablo de paz, paz interior, paz espiritual…
JULIÁN.- ¿Estás segura?
ROSA.- Segurísima. Ahora tienes que cerrar los ojos.
JULIÁN.- Los cierro, pero me sigue doliendo…
ROSA.- Y ahora tienes que decir ‘tururú’ muchas veces. Verás cómo se te pasa el dolor…
JULIÁN.- ¿Cómo?
ROSA.- Tururú, tururú, tururú…
JULIÁN.- Tururú, tururú, tururú… ¿Así? Tururú, tururú, tururú, tururú, tururú, tururú, tururú, tururú, tururú…
LUIS.- Papá… Papá…
Luis zarandea a su padre que está sentado en el suelo en una postura muy extraña y dice ‘tururú’ una y otra vez.
LUIS.- Papá… Despierta…
ROSA (desde el umbral de la puerta).- ¡Julián, deja de hacer el gilipollas, que son las cuatro de la mañana!
LUIS.- ¡Papá!
ROSA.- ¡Dale un puñetazo en los dientes, hijo, verás cómo se despierta!
LUIS.- Vamos, papá…
ROSA.- ¡Porque no me puedo acercar, que me infecto, que si no, le patearía entero!
LUIS.- Mamá, no des tantos gritos, que no se puede despertar a un sonámbulo tan bruscamente…
ROSA.- ¡Nunca ha sido sonámbulo! ¡Nos está tomando el pelo!
LUIS.- Vamos, papá…
ROSA (da un alarido).- ¡Chuparrábanos, despiértate ya!
JULIÁN (despertando).- ¡Aaaaaahhh! ¿Qué pasa?
ROSA.- ¡Qué haces ahí en el suelo, payaso! ¡Y en esa postura!
JULIÁN.- ¡Aaaaah, mi piernas, qué dolor! ¡Mis brazos!
LUIS.- ¿Pero por qué estás así con las piernas…?
JULIÁN.- Yo me he puesto como me ha dicho tu madre…
ROSA.- ¿Yo? Yo estaba en mi cama durmiendo hasta que has empezado a gritar y me has despertado… ¡Tarado!
JULIÁN.- Pero si estabas aquí conmigo haciendo yoga y encima me has llamado ‘cariño’ y ‘cielo’…
ROSA.- ¡Eso no te lo crees ni loco! ¿Yo, llamarte eso?
JULIÁN.- ¡Si hasta me has dado un beso!
ROSA.- ¡Mira, Julián, te prohíbo terminantemente que sueñes esas cosas!
JULIÁN.- ¿Era un sueño? ¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¡Me dueleeeee!!!
LUIS.- ¿Y cómo se deshace esto?
JULIÁN.- ¡Aaaaaaaaah!
LUIS.- ¡Mamá, ayúdame, que yo solo no puedo!
ROSA.- ¡Yo a ese no me acerco! ¡Anda y que os den morcilla! ¡Me voy a dormir! ¡Y no hagáis ruido!
LUIS.- ¡Mamá!
JULIÁN.- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Continuará.
@nico_guau
Chupi Llorente y Santiago Antón han grabado este capítulo de Cosas mías; lo podéis escuchar aquí: