(Se pueden leer los capítulos anteriores aquí y aquí.)
Rosa está asomada al balcón dando golpes a una cacerola.
ROSA.- ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Que te calles!
Entra Julián en el salón en calzoncillos y bostezando.
JULIÁN.- ¿Pero te quieres callar ya, que son las siete de la mañana?
ROSA.- Mira, ¡el cagarruflas! (Da un par de golpes a la cacerola en honor de su marido.) ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas! (Y se vuelve hacia el balcón de nuevo.) ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Imbécil!
JULIÁN.- ¿Y qué es un cagarruflas?
ROSA.- ¿Y a ti qué te importa?
JULIÁN.- Seguro que te lo has inventado…
ROSA.- ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
JULIÁN.- ¡Es muy temprano!
ROSA.- ¡Nunca es temprano para ejercer mi derecho a la protesta!
JULIÁN.- Los vecinos van a llamar a la policía.
ROSA.- Pues yo no llamo a la policía cuando ellos se ponen a hacer ruido a las ocho y a las nueve de la tarde…
JULIÁN.- No es lo mismo, porque…
ROSA.- Déjate de tontadas…Me ha llegado por guasap una convocatoria para protestar contra ti, y no la podía desaprovechar. ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Cállate! ¡Loca!
JULIÁN.- ¿Una convocatoria para protestar contra mí? ¿Quién te la he enviado? ¿Tu madre?
ROSA.- ¡No metas a mi madre en esto!
JULIÁN.- Como ella me odia, pues pensé que…
ROSA.- Claro que te odia, es que eres muy odiable, pero esta vez no ha tenido nada que ver…
JULIÁN.- Y entonces, ¿quién te ha enviado una convocatoria para protestar contra mí?
ROSA.- ¿Y a ti qué te importa?
JULIÁN.- Te lo estás inventando…
ROSA.- ¡Yo no me invento nunca nada! No te digo quién ha sido, Julián, son cosas mías, no te metas en mis cosas…
JULIÁN.- Muy bien, Rosa, ¡quiero el divorcio! Quédate con tus cosas, que yo me voy…
ROSA.- ¿Qué?
JULIÁN.- Que quiero el divorcio.
ROSA.- Ni lo sueñes. ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Déjanos dormir! ¡Chiflada!
JULIÁN.- No puedo seguir contigo en estas condiciones.
ROSA.- ¡Que yo no me divorcio! ¡Me vas a tener que aguantar hasta que nos muramos!
JULIÁN.- Cada día estás más loca…
Llaman al timbre.
ROSA.- ¡Déjame en paz! ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Por favooooor! ¡Que estamos durmiendo!
JULIÁN.- Y además, ¿no te daba tanta pena pegar golpes a las cacerolas?
ROSA.- ¿A mí?
JULIÁN.- ¿No escribiste eso sobre la cacerola de los vecinos?
ROSA.- Yo solo transcribí las respuestas de la cacerola, pero nunca dije que estuviera de acuerdo con su opinión.
JULIÁN.- Ya, claro…
ROSA.- ¡Es que la protesta de hoy merece hacer mucho, mucho ruido, con cacerolas y con todo lo que se pueda! ¿Quieres gritar conmigo? ¡Ahí sobre el sofá hay otra cacerola! ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas! ¡Julián es un cagarruflas!
VOCES DESDE LA CALLE.- ¡Hija de putaaaaaaa! ¡Te voy a mataaaaar!
ROSA.- ¿Oyes eso? ¡Estamos rodeados de desequilibrados!
Llaman de nuevo al timbre.
JULIÁN.- Están llamando, no me apetece dar la cara, abres tú…
VOCES TRAS LA PUERTA.- Policía, abran inmediatamente.
Luis entra en el salón, también bostezando y en calzoncillos.
LUIS.- Pero, mamá, papá, ¿qué pasa? ¿Por qué viene la policía?
ROSA.- Abrid la puerta, ¡que les voy a dar un cacerolazo en la cabeza a esos malditos polis!
Continuará.
@nico_guau
Chupi Llorente y Santiago Antón han grabado este capítulo de Cosas mías; lo podéis escuchar aquí: