Hace un rato el señor Ortiz me ha echado en cara que haya dejado la crónica a medias. Bien, pues aquí continúa, pero luego no me vengáis con reclamaciones si esta segunda parte no os parece tan entretenida como la primera…
Al final de la anterior parte de la crónica dejé unas preguntas en el aire. Comprendo que la primera de ellas la hayáis acertado todos al momento: pues no, aunque en la foto parecía que iba a hacerlo, no nos tiró el premio Max. Quién iría a tirar un Max a la cabeza de un periodista… Con lo que dicen que pesan… (Los Max, no las cabezas de los periodistas.)
Tras el chiste tonto del último párrafo, debo admitir que no tengo nada en contra de los periodistas. Siempre y cuando no se hagan actores. O actrices. Pero eso da historia para una larga entrada del blog, y no es el motivo de la que me ocupa…
Como iba diciendo hace un par de días, los premiados pasaban por la sala de prensa y nos confesaban lo que no habían osado decir en su minuto de agradecimientos a toda España. (Toda España iba a ver en su pantalla de televisión la gala retransmitida con 3 horas de retraso.) Por ejemplo, el nutrido elenco de Danzad malditos, nos contó uno de los secretos de su éxito:
Nótese que se trata de un título (Danzad malditos) sin coma. Quizá sea debido a la modernidad que nos rodea, o quizá el parecer escrito como en guasap, ahorrando caracteres, fuera un requisito indispensable para que este espectáculo entrara en el Festival Frinje el verano pasado… Bueno, sea por el motivo que sea, recuerdo que aquella noche de los Max, al elenco de Danzad malditos ya aludido se le escuchaba a lo lejos celebrando el éxito por la escalera de subida a la sala de prensa, cuando Víctor Sánchez Rodríguez contestaba a alguna pregunta tras presentarnos su premio a la mejor autoría revelación por Nosotros no nos mataremos con pistolas, otro éxito valenciano de la noche (que incluye unas raras proyecciones en cortinas). Aquí podemos contemplar a este exitoso equipo de Danzad malditos:
Y tras Danzad malditos y su premio a Mejor Espectáculo Revelación, el siguiente premio fue para Valencia de nuevo. Entonces nos fijamos en los que llevábamos: el 1º, 3º y 5º premio habían ido a Valencia. Y temimos que fuera a ser así toda la noche, un premio a Valencia, y uno no, hasta el final… Y entonces ocurrió algo emocionante, 2 premios seguidos que no fueron a Valencia, el 6º y el 7º, los de mejor actor de reparto y mejor actriz de reparto, a Joaquín Notario y a Julieta Serrano, respectivamente. Pero entonces, tras ellos, llegaron 4 premios consecutivos a Valencia de nuevo, a Pinoxxio, esa obra que nadie de los allí presentes confesaba haber visto. Así que, abrumado por tanta Valencia, me fui al baño. Y vi lo que nunca esperaba ver allí. Ya se sabe que aquí en el El Gallinero somos muy proclives a hablar sobre los baños de los teatros… Pues bien, este baño del Circo Price ya fue brevemente comentado en la gala de hace 2 años, y no voy a repetirme. Pero es que lo que allí vi en esta ocasión…
Lo que allí vi bien merece, querido lector, una continuación de esta crónica.
Lo siento, señor Ortiz. Hoy tampoco termino.
Continuará…
@nico_guau
