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Crónica de un año teatral bajo la sombra del COVID (V) – El streaming y otras hierbas (I)

(Aquí se pueden leer las anteriores entregas.)

Anuncio de la programación digital del Teatre Lliure en su web

El streaming comenzó poco a poco, hasta tratar de instaurarse como una de las formas de visionado teatral del siglo XXI. ¿Hemos de decir “visionado teatral”? En primer lugar, en formato digital se han programado durante este año todo tipo de propuestas (de las que vamos a hablar aquí) y no solo obras de teatro: se han visto obras en directo (emitidas desde un teatro o desde una casa), obras grabadas, recitales de poemas, pequeñas piezas de danza o texto, conferencias, encuentros digitales, coloquios, ponencias, alguna masterclass, y otras piezas difíciles de clasificar. En cuanto a la retransmisión de obras en directo desde un teatro, ha habido dos modalidades: el formato mixto, con público presencial y también al otro lado de las pantallas (como en los Teatros del Canal o en el Festival Grec,), o el formato solo con público al otro lado de las pantallas (como ha sucedido en la programación de Barcelona en otoño, o con la de Fuenlabrada, un municipio en la provincia de Madrid, en que se han emitido las funciones que las compañías hacían en el teatro sin un solo espectador). Y ya centrándonos en este segundo caso, en que se emite una obra de teatro desde un teatro en riguroso directo, ¿puede suceder el hecho teatral si no hay un solo espectador en la sala, sino que están al otro lado de la pantalla de su ordenador o teléfono móvil? ¿Se le puede llamar a eso teatro? Quizá nos falta aún recapacitar sobre ello y crear otras palabras para nombrarlo. Pero, y ahora nos preguntamos otra cosa… ¿Qué pasará con el streaming cuando acabe la pandemia? Eso es un misterio.

Mensaje de agradecimiento de la compañía La marche du crabe en su página de Facebook
al día siguiente del primer streaming de la pandemia

Hemos comentado en anteriores entregas que la compañía canadiense La marche du crabe, programada en Teatralia, presentó el 11 de marzo de 2020 de forma gratuita a través de la página de Facebook de Teatros del Canal, y a través del canal de Youtube de la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, su espectáculo Le mobile, que se convirtió en el primer streaming de la pandemia, y sigue disponible en este enlace. Desde marzo el Teatro de la Abadía estuvo mostrando en streaming muchas propuestas, dentro de lo que llamó (y sigue llamando, pues sigue existiendo los domingos) #TeatroConfinado. Desde el 17 de marzo al 24 de mayo de 2020 se dieron en total 80 representaciones de 10 espectáculos distintos (a cargo de compañías o creadores como Bella Batalla, Sleepwalk Collective, Laboratorio de Creación Escénica Vladimir Tzekov, Pablo Rosal, Luis Bermejo, Los Bárbaros…) con unas 10 o 12 funciones semanales, y con un total de espectadores de 2579 y un porcentaje de ocupación del 95%. La entrada costaba 5€, y los aforos fueron variando, desde 20 espectadores al principio a modo experimental (pues ni espectadores ni teatro eran expertos en el manejo de la herramienta Zoom) hasta 50 o más si la propuesta lo permitía. Si bien el espectáculo  Le mobile de Teatralia se retransmitía desde un escenario (la Sala Verde de los Teatros del Canal), las propuestas de #TeatroConfinado eran realizadas desde el lugar de confinamiento de cada uno de los artistas, es decir, sus casas. En la primera sesión, que fue gratuita, se hizo Sea Wall como celebración del Día Mundial del Teatro el 27 de marzo, y al final de la función se conectó también por Zoom el autor Simon Stephens desde su casa de Londres. Posteriormente se emitieron también por streaming bajo el nombre #AbadíaConfinada encuentros con creadores en parejas (Helena Pimenta y Marta Pazos, Carme Portaceli y Celso Giménez, Fefa Noia y Pedro Casablanc…)

Uno de los actores de la troupe de la Comédie Française, Loïc Corbery,
presentando el programa La Comédie continue 

En los teatros europeos comenzó desde finales de marzo una amplia muestra de grabaciones de obras y otras propuestas, como por ejemplo en la Comédie Française, que desde el 30 de marzo hasta el 24 de mayo, y sin faltar ni un solo día, emitió un programa llamado La Comédie continue, en el que, cada día presentado por uno de los actores o actrices de la compañía, mostraron grabaciones de funciones, charlas, encuentros, lecturas, y actividades para los más pequeños o comentarios sobre las obras que los estudiantes de los últimos cursos de instituto tienen en el temario; más adelante, a medida que la gente podía ir saliendo de sus casas (lo que se llamó la desescalada) la Comédie cambió esta programación por otra de fin de semana, mientras que entre semana se emitió únicamente un coloquio entre uno de los actores de la compañía y el público a través de redes sociales. La programación de la Comédie fue la más completa de todo lo que se generó en el confinamiento. Otros teatros o instituciones parisinas (La Colline, con el Diario del confinamiento de Wajdi Mouawad, Odéon, Thêatre du Soleil, Bouffes du Nord…) y francesas (Festival de Aix-en-Provence, Festival de Aviñón, Comédie de Caen…) se limitaron a presentar una programación de espectáculos grabados, pero no tan amplia.

En el Reino Unido, el National Theatre de Londres emitió en Youtube una obra por semana (en el vídeo anterior hay una breve muestra de lo que se pudo ver), y otros teatros o compañías inglesas mostraron también alguna de sus más preciadas grabaciones para mantener viva la ilusión y contentos a los espectadores: Hampstead Theatre, Sadler’s Wells, Royal Shakespeare Company, Cheek by Jowl, Globe Theatre… Lo mismo hicieron los teatros de Berlín (Berliner Ensemble, Berliner Festspiele, Schaubühne, Komische Oper, Staatsoper, Deutsche Oper) o del resto de Alemania (Münchner Kammerspiele, Thalia Theater de Hamburgo, Tanztheater Wuppertal ─la compañía de Pina Bausch─, la Semperoper de Dresde…) Y lo mismo en Italia (Teatro di Roma, Teatro Eliseo de Roma, Piccolo Teatro di Milano, Teatro Stabile de Nápoles, Teatro Regio di Torino, Teatro Massimo de Palermo, Teatro Stabile Veneto, La Scala de Milán, Teatro Elfo Puccini de Milán…), en Bélgica (Peeping Tom, La Monnaie, Théâtre National Wallonie-Bruxelles), en Dinamarca (Odin Teatret), en Suecia (Dramaten de Estocolmo), en Suiza (Theátre Vidy-Lausanne). Y Austria, Portugal, Rusia, Grecia, Polonia, Serbia… En otros continentes también se mostraron grabaciones de obras: en Buenos Aires, por ejemplo, el Teatro Timbre4 o el Teatro Cervantes, en Colombia el Teatro Mayor, en Uruguay el Teatro Solís… Andrew Lloyd Webber abrió un canal de Youtube llamado The Shows Must Go On!, en que ofreció un musical por semana, que estaba disponible desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la noche. Y en Nueva York… Y en… Sí, el dálmata que firma este escrito se dio durante la primavera de 2020 un buen baño de grabaciones de teatro de todo el panorama teatral mundial, pero no por ello dejó de desear volver a los teatros de forma presencial. Casi toda la oferta era gratuita, y empezaron a aparecer modalidades de pago ya a partir de finales de mayo o junio, en el National Theatre, por ejemplo, o en Timbre4. Con esta oferta mundial, pero sobre todo con lo que se pudo ver en España durante primavera, los teatreros se llegaron a plantear seriamente si se estaba haciendo bien ofreciendo todo este contenido de forma gratuita, pues si se ofrecía gratis lo que luego se iba a cobrar, quizá se valorara menos el teatro cuando volviera a ser presencial… Como si ver las obras a través de las pantallas fueran un sustituto efectivo del hecho teatral…

En España los teatros públicos realizaron también este tipo de actividades, aunque no tan elaboradas como las de la Comédie Française. Ya hemos comentado la variedad de propuestas del Teatro de la Abadía. Creemos que el siguiente que comenzó con esta actividad fue el TNC (Teatre Nacional de Catalunya), que mostró ya desde antes de que acabara el mes de marzo de 2020 alguna de sus obras online en una plataforma creada por la Generalitat de Catalunya para ofrecer una gran variedad de actividades durante el confinamiento.

El Teatre Lliure, en Barcelona, también programó durante el confinamiento, bajo el hashtag #TheShowMustGoOn y a través de redes sociales una serie de actividades, de las cuales la más completa es la llamada #LliureAlSofà, en que se pudieron ver espectáculos completos como un Hamlet dirigido por Pau Carrió, Renard o El llibre de les bèsties, dirigida por Marc Rosich, o El temps que estiguem junts, escrita y dirigida por Pablo Messiez. Las otras propuestas fueron la exhibición de piezas breves del espectáculo Clàssics degenerats, o la sección #15dies15anècdotes en que se publicaron en redes sociales imágenes de 15 de sus espectáculos junto con una anécdota de cada uno de ellos; el número 15 viene de que en un principio se pensaba que el confinamiento duraría 15 días.

Continuará…

@nico_guau

 

 

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