La mala conciencia por no escribir esta semana me hace entrar a saludar un jueves para compartir una cita irresistible. La escuché este mediodía, en boca de Gabriel Albiac. El filósofo ha sido el encargado de pronunciar la lección inaugural del nuevo curso del Máster de ABC. La crónica la puedes leer aquí. Y el discurso completo debes leerlo aquí. He escrito «debes leerlo». Albiac ha citado unas líneas de Azorín que tenía que compartir contigo:
«…He escrito en muchos sitios a lo largo de mi vivir… No sé dónde he escrito con más fervor, con más verdad, con más entusiasmo. He escrito en cuartillas anchas y amarillentas, en cuartillas chicas y blancas. He escrito en un cuartito de estudiante, en la mesa de una redacción, en el campo, en la ciudad, en una estación, en la mesa de mármol de un café. He escrito por la mañana, por la tarde, a prima noche, en las horas de la madrugada, con el alba, con la aurora, a mediodía, a la tarde. He escrito estando bueno, con salud pletórica, enfermo, titubeante, sin sanidad y sin dolencia. He escrito con todas las luces, con sombras y con penumbras; con luz de aceite, grata luz; con luz eléctrica, agria luz; con la blanca y suave luz del gas; a la luz de las bujías, las románticas bujías. He escrito con pluma, con lápiz, con máquina de mesa y con máquina portátil, con pluma de agudo y con pluma de punto grueso. He escrito letra abultada y letra menuda. He escrito con inspiración y sin inspiración; con ganas y sin ganas. He escrito con ortografía y sin ortografía… He escrito novelas, cuentos, ensayos, comedias, artículos, muchos artículos, centenares de artículos, millares de artículos… ¿Cuántas cuartillas faltan? ¿Cuántas por llenar? ¿A qué altura estamos de la vida? ¿Nos quedará algún tiempo, algún tiempo para llenar algunas cuartillas más? ¿Y qué nos proponemos con llenar otras cuartillas? ¿Y qué nos proponíamos cuando llenábamos las cuartillas que representan [nuestros] primeros escritos? ¿Sabe alguien, con certeza, a dónde va cuando escribe?»