¿Qué hay de nuevo cuando hablamos de Periodismo? Híbridos, papel y digital, web de servicios, redacciones abiertas y nuevas narrativas… Son mutaciones para la era de los nuevos medios y de las redes sociales. Viabilidad, innovación, pasión. He aquí una pócima mágica. D + E = P. Frontera D + Emprendimiento = Periodismo. No se necesitan gurús porque sobran, pero sí tiempo, entusiasmo, libertad, pensamiento, independencia, voluntad, sinergias y pers… resistencia para encontrar dinero sin morir en el intento. Dame la mano y ven, cantaron los Beatles.
Define periodismo, cabecera online o sección y un ERE puede hacer cerrar con la puerta en las narices en una redacción a un periodista con un precioso título universitario. Son tiempos, insisten desde América y desde España, para hablar de emprendimiento y de periodismo emprendedor. Al periodista hay que cambiarle el chip, convertirle en empresario de su propio medio, por ejemplo, con un blog y un crowdfunding. Al periodista, dicen, hay que incentivarle a cultivar su propia marca personal con el conocimiento de las redes sociales. Las grandes cabeceras adelgazan y los freelancers engordan Internet, unas veces para hacer aquello que no les dejan hacer en su propio medio, otras, para mantenerse a flote, y algunas veces, para mantener a salvo sus propios egos. De todas las maneras, parece necesario tener una presencia y una formación online.
Alfonso Armada. Foto realizada por la autora de este blog.
Ayer, a las siete de la tarde, La Casa del Lector reunía bajo el epígrafe Periodismo sólo Digital al profesor Juan Luis Manfredi, moderador de una mesa compuesta por el periodista Alfonso Armada y una especialista de ediciones digitales del Grupo Recoletos, entre otros, Pilar Gómez-Borrero, autora de Prensa e Internet: ¿dónde está el negocio? Armada explica que Frontera D se fragua hace 10 años en New York City, entre conversaciones de periodistas destiladas desde algunas oficinas de la ONU pero no llega a dar su salto a la Red hasta el año 2009 y Gómez-Borrero, que no es Paloma sino Pilar, su sobrina, insta al periodista a actualizarse en términos de Nuevas Tecnologías y a la Universidad ponerse al día.
Frontera D es una rara avis en Internet que no persigue a Google pero vuela con libertad hacia Latinoamérica, África y hacia otros muchos rincones olvidados a base de la autoexplotación y el entusiasmo de cientos de colaboradores que el próximo mes de noviembre cumplen 4 años en esta D de Frontera. Durante 3 años intentamos hacer planes de negocio. Después de muchas vueltas se lanzaron a Internet en el año 2009 con un capital de 70.000 euros. Bastante paradójica y anti Internet pero con el afán de hacer aquello que nadie encontraba en Internet, con la mirada puesta en asuntos internacionales y teniendo referencias tan maravillosas como The New Yorker, comenta Armada y enumera los errores iniciales del proyecto.
Ponentes en Casa del Lector. Foto realizada por la autora de este blog.
Gómez-Borrero señala 10 errores de la prensa digital en España, pone como ejemplo un proyecto de Google en colaboración con la prensa norteamericana como el New York Times denominado Living Stories y lanza algunas afirmaciones como las siguientes:
1) Llevamos demasiados años diciendo que hay que salvar el papel cuando el negocio está en el contenido no en el soporte.
2) No hemos pensado en web, hemos replicado fórmulas de lo que ya estaba hecho cuando deberíamos cambiar el formato radicalmente.
3) En Publicidad, creamos páginas webs y lo primero que hacemos es regalar esa publicidad.
4) ¿Qué hacemos con los comentarios? Si tenemos que pensar en el lector por qué hay que censurar los comentarios.
5) No ayuda el hecho de que se diga que todos somos líderes de audiencias.
En este encuentro, como en la ONA a la que solía asistir en Austin, no se encontraron fórmulas mágicas como tampoco se desprestigió el papel, ni se habló del fin del periodismo. Mientras que Armada hace hincapié en escribir un relato lineal y continuado con respecto absoluto por la Verdad, Gómez-Borrero apunta que conviene controlar costes sin tener que invertir excesivamente en tecnología pero conociendo bien a la audiencia a la que te diriges. Sin embargo, mientras se habla, se comenta, se estudia, se investiga, se bloguea, hay miles de jóvenes, y no tan jóvenes, periodistas que cantan y pregonan desde las filas del INEM Please, please, please, let me get what I want this time.
