El destino político de la imaginación, como el de la memoria, es actuar en medio de la jornada laboral, cambiarla; sea para escondernos y librarnos de ella, sea para resistir sus coacciones o para transformarla.
Lluvia oblicua, I. Castro Rey
19.59
Aquí se sale fuera de ocho de la tarde a once de la noche.
A primera hora hay muchas personas caminando, con la bicicleta, patinando, corriendo.
La mezcla de olores que siento al cruzarme con ellos me recuerda a la ciudad.
De nueve y veinte a diez la mayoría vuelve poco a poco a entrar en sus casas.
Quedamos pocos ya de diez a once.
Veo a muchos de ellos poniéndome de puntillas y mirando dentro, las salas de estar de los hogares.
Escucho a lo lejos ranas croando por primera vez aquí, son las 22.15.
Me encamino bajo la luz de las farolas.
Localizo el origen.
Me acerco en silencio, antes callaron algunos sapos, vuelven a hablar.
Salto la valla, me acerco a la charca reptando como hacía Rata por un espigón de Rabat, acaricio a un sapo al que llamaré Rana, viene otro al que pondré el nombre de Rano, se me suben los dos a la cabeza por la espalda como si fueran macacos de Berbería de Gibraltar.
Me quedo con ellos hasta el límite.
22.40
Tardo veinte minutos en volver a casa y tengo veinte todavía.
Llego a las 23.00.
23.01 dentro de casa.
Pasa el tiempo, todas las farolas encendidas ya.
00.02
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17.08
Aquí os dejo a los sapos o ranas de ayer haciendo.
Subid el volumen para escucharlas mejor tan lejos de su charca de noche, ahora apagada.
¿Debajo de los adoquines sigue estando la playa? A pesar de los tópicos románticos de esas décadas, probablemente es cierto; al menos si lográsemos infiltrarnos, ahondar en los estratos urbanos para encontrar una tierra.
Lluvia o., Ignacio C. R.
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Según la cultura popular, se diferencia en que la rana tiene la piel lisa y húmeda, mientras que el sapo tiene la piel áspera y seca y es más caminador que saltador, de ahí que sus patas sean más cortas.
No se debe confundir con Rana.
Las especies de este género se caracterizan por sus cinturas delgadas y la piel rugosa, muchas poseen finas estrías que recorren la espalda aunque sin las verrugas típicas de los sapos.
No se deben confundir con Sapo.
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