La semana pasada publiqué 10 consejos (+1) a la hora de enfrentarte a eso de los cortos. Bueno, pues aquí tienen otros 10. De nada, soy así, qué le vamos a hacer:
1 – Tu guión comienza con un despertador que suena: también lo hacen 27.855 cortos más este año. Que alguien se despierte al principio de la historia no es muy vibrante -todos los hacemos como mínimo una vez al día- así que puedes pasar a la escena 2 directamente.
2 – No recomendaría tener un making-of, pero sí un foto-fija, o alguien que se encargue de sacar fotos cuando no tenga nada que hacer. Aparte de ser un entrañable souvenir, es útil – los festivales te van a pedir algún jpg decente de tu trabajo.
3 – Making-of no se escribe making-off, leñe.
4 – Es mejor que la gente de tu equipo tenga varias tareas en vez de que haya alguien sin hacer nada. Si hay una sola persona aburrida, se pondrá a charlar con otro que sí tiene trabajo… pero lo dejará de lado porque la tentación de criticar al director es demasiado grande. A estos dos se les sumará un tercero. Y un cuarto. Y del aburrimiento se propaga el caos. La corrupción. La guerra civil.
5 – A partir de los 30 tacos vas a tener muy complicado rodar un corto durante más de un fin de semana: o vas a estar trabajando (o tu equipo va estar trabajando) en pelis o publicidad o series o en el extranjero o en la fábrica familiar y ni de coña encontrarás tiempo para la pre-producción y rodaje. Así que deja de leer blogs y hala, a trabajar.
6 – Es fundamental que todo el mundo trabaje en el mismo corto. Muéstrales referencias a porrillo (películas, cortos, series, fotografías, cómics, revistas, periódicos, etc) sin miedo a que tu voz única y particular se vea comprometida. No sirve con anunciar “es una comedia” porque existen distintos tipos, de enredos, negra, slapstick, farsa, parodia, surrealista, involuntaria, etc. y, como sabe cualquiera que tenga una cuenta en twitter, lo que a ti te hace gracia puede no ser comprendido por el resto.
7 – Aunque suene a anuncio de Aquarius: vive un poco. Da una clase de kickboxing, deja que te rompan el corazón estando desnudo, mete la pata dando un brindis, huele las margaritas en tu camino. El cine debe ser el medio artístico más enamorado de sí mismo y no es necesario otro corto más sobre cine. Tienes la ventaja de poder canalizar tus miedos, tus dudas y desengaños sin pagar a un psiquiatra, y canta mucho alguien que habla de rupturas sentimentales como lo ha visto en “Cómo conocí a vuestra madre”.
8 – Desempolva los VHS de Muzzy porque tu corto tiene que estar subtitulado al inglés (recomiendo el color amarillo con sombreado). Y francés, a ser posible. Cuantos más idomas, mejor. Si haces una copia en 35 mm., procura que esté directamente subtitulada al inglés.
9. Los cortos suelen tener dos años de vida festivalera, porque esa es la fecha límite de inscripción (a día de hoy admitirían cortos de 2011 y 2010). La fecha de tu corto no es la del rodaje, sino cuando lo terminaste. Si le diste el finiquito a finales de año, espera a estrenarlo en enero en la medida de lo posible.
10 – Si una cadena de televisión te propone emitir el corto sin ofrecerte un euro con la excusa de que van a promocionar tu trabajo, les respondes que tururú turú tachín tachín chimpón. ¿Te da corte decirle que niet a una cadena?, coméntales que “tu productor” no te lo permite. Aunque tú mismo seas el productor.
10 +1: Bibliografía recomendada: para el guión, “Las aventuras de un guionista en Hollywood” de William Goldman (Plot); para el rodaje, “Así se hacen las películas” de Sidney Lumet (Rialp) y para el montaje, “En el momento del parpadeo” de Walter Murch (Ocho y medio). Para la piscina, el tebeo de Super López “La gran superproducción”, de Jan.
(Soy consciente de que el punto 7 viene de alguien que rodó un corto titulado «DVD», pero así es la naturaleza del cortometrajista medio: contradictoria y moldeable y fascinante. Un enigma envuelto en un misterio rodeado de una interrogación. Por tanto, una vez dicho todo esto, haz lo que te de la real gana que para eso están los cortos)