El estadounidense Mike Kelley (1954-2012) fue un artista tan indescriptible como influyente. Experimental, opulento, perturbador. Trabajo con el espiritismo, el heavy metal, Supermán, la ropa, los juguetes de peluche, Halloween, las manualidades domésticas, y muchos más temas procedentes del pop y las subculturas, que él utilizaba de forma inquietante, incluso siniestra, para hablar de política y de sistemas educativos y, en general, del papel en el mundo de los humanos y sus sociedades. El museo K21 de Düsseldorf le dedica hasta el 8 de septiembre una gran retrospectiva organizada por la Tate Modern de Londres, en colaboración con el propio museo, la Bolsa de Comercio de Paris y el Museo Moderna de Estocolmo. Con ocasión de la muestra se ha editado un gran catálogo de 304 páginas, 150 ilustraciones a color y textos de quince autores.
Dónde: Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen (K21), Düsseldorf, Alemania
Cuándo: Hasta el 8 de septiembre