Weiß/Colonia, 13.3.
2:00 am : Como siempre en la noche que la TV no ofrece sino blablablas y pelis que no me interesan, programé el socorrido canal ZDF Info, donde estaban pasando documentales sobre casos archivados en su día y resueltos muchos años después gracias a los avances de la técnica. Resulta que en este país tienen una brigada como el departamento Q de la saga del comisario danés Carl Mørck, con su asistente sirio Hafez el–Assad y la punkie Rose, en la policía de Copenhague, unas bastante buenas adaptaciones de las novelas de Jussi Adler–Olsen. A saber quién le copió a quién.
Ayer, Diny me vino a despertar a las 11 (¡ocho horas durmiendo sin parar, se conoce que mi jiúman bodi lo necesitaba!) y tuve que asearme, desayunar, vestirme, calzarme a la carrera porque a las 12:45 teníamos que tomar el bus si queríamos ser puntuales a la cita con Paul para almorzar en el Bistro Verde. Así es que no leí el KStAnz. Lo acabo de hacer, mientras desayunalmorzaba, y me da una pena tremenda la agresión a Ucrania, pero no tengo miedo, como parece tenerlo Selenski, de que a Putin le dé luego por agredir a alguno de los países bálticos, todos pertenecen a la OTAN y la OTAN se vería en la obligación de intervenir, y ese sería el final de Putin. No arriesgará tanto. Su serio complejo de inferioridad, cada vez más en evidencia, le hará ser más cauteloso que con Ucrania.
Vinieron Montse con Henri, amén de Chico, para un zafarrancho de limpieza general. Lo de mayor importancia para mí fue la llegada de Henri, a quien no veía desde hace meses y meses, y en ellos ha pegado un estirón que a sus doce años le hace igualar en estatura a su abuela. Pronto le ganará por una cabeza, como en el tango de Gardel y sin ir al hipódromo. Le regalé un rectángulo de papel azul con el facsímil de la firma de Mario Draghi en el ángulo superior izquierdo, y se alegró mucho.
Weiß/Colonia, 14.3.
Anoche estuve viendo primero The Wild Bunch [Grupo salvaje] de Sam Peckinpah en 1969, que es algo así como el canto del cisne, sólo que del cisne negro, del género western. Había ya precedentes como Broken Arrow [Flecha rota] de Delmer Davis, en 1950, y The Bravados [El vengador sin piedad] de Henri King, en 1958. Pero en Grupo salvaje San Peckinpah llegó armado con la pala del enterrador, y le abrió la puerta a Unforgiven [Sin perdón] de Clint Eastwood en 1992; Open Range [Pacto de justicia en América Latina, y en España, donde todo el mundo sabe inglés, Open Range] de Kevin Costner en el 2003; The Salvation [La salvación, en México, y en España vide supra] del danés Christian Levring en el 2014; Brimstone [La hija del predicador] del neerlandés Martin Koolhoven en el 2016; Hostiles [Violencia americana] de Scott Cooper en el 2017, el mismo año que The Rider, de la china Chloé Zhao, quien reinventa el género… ¡Ah, el western! Aquí vendría bien uno de esos intermedios líricos que Baroja mechaba en sus novelas, pero no estoy en vena. Lo único que sé decir es que desde Peckinpah se acabó el mito del Far West épico y heroico, Peckinpah le bajó literalmente los pantalones. Después de la peli hubo un amplio documental sobre John Wayne, el cobarde que evadió el servicio militar en la 2.ª guerra mundial (como WC Bush se hizo el escurridizo con la de Vietnam) y además denunció a muchos de sus colegas ante el tristemente célebre comité del nefasto senador McCarthy, ¡ah, sí señor, ese Wayne que es el USAno paradigmático! Puse broche de oro a la noche con Persuasión, de Jane Austen, en la versión con Sally Hawkins, actriz a la que adoro y es una de las más versátiles que se conocen: no alcanza la altura de Katherine Hepburn pero va por el mismo camino. Cuando terminó el DVD eran casi las 3:00 y me fui derecho viejo al catre.
El correo quelonio me trajo los ejemplares del episodio 8 de la saga del capitán Roger Blanc en la Provenza, y el episodio 22 de la saga del inspector ya retirado John Rebus, quien asesora a su vieja amiga y ahora DI Siobhan Clarke, la cual trabajó a sus órdenes como DS cuando Rebus estaba en activo. El cazador que me habita se relame ante estas dos piezas cinegéticas en su punto de mira.
Hoy se cumplen 50 años del estreno de El padrino y constato con amargura que sólo la tengo en el formato vídeo. Y que no la pasa ningún canal de TV, ni siquiera los comerciales, donde de cualquier modo no la vería. ♫ Ay, ayayay, caaaanta y no llores, etc… ♫
Mi compadre José María me cuenta desde su retiro a orillas del Cauca una linda anécdota que tiene como protagonista a su nieta María José (8 años recién cumplidos): «Me pregunta: “Abuelo; ¿por qué Saturno tiene anillos y los demás planetas no?” Le respondo: “Ocurre que Saturno tiene varias lunas que giran casi al mismo tiempo sobre su línea ecuatorial, y con sus fuerzas de gravedad atrapan rocas, meteoritos y demás objetos que viajan por la galaxia, lo que las hace ver como unos anillos alrededor”. Pero ella interrumpe mi disertación, y sin levantar la cabeza de la tarea que hacía, dice: “Ah, pensé que era porque era el único planeta que había decidido casarse”».
Weiß/Colonia, 15.3.
Primero vi una peli frances de 1959, Un témoin dans la ville [Sólo un testigo], un film noir, mais noir antracithe, de Édouard Molinaro con Lino Ventura, basado en una novela de Boileau–Narcejac, la dupla a la que se deben las que inspiraron Vértigo, de Hitchcock, y Las diabólicas, de Clouzot: Sólo un testigo es una peli que debiera ser de culto. Y después la otra versión de Persuasión que tengo en DVD, la de la BBC 1995, con Amanda Root y Ciarán Hinds, quien, por cierto, ha sido nominado como mejor actor de reparto por su actuación en Belfast, que es la ciudad donde nació, al igual que Kenneth Branagh. Esta versión es tan buena como la de Sally Hawkins, sólo que en otro estilo.
En La Modicana nos sentamos hoy en la mesa más inmediata a la puerta de la calle; en la proximidad más inmediata de “nuestra” mesa hay un grupo de nueve ruidosos parroquianos que volverían loco a Carlitos de tenerlos a menos de 2 m de distancia. Ulli encarga linguinis con gambas, Diny spaghetti alla Modicana, Carlitos el menú # 2, que consistía en una gran ensalada y una lasaña (menos mal que tuvo el buen acuerdo de pedir que se las sirvieran juntas, porque de haber llegado primero la ensalada no habría podido comer más, así pudo llevársela a casa para la cena), y yo mi sopa de pescado, en la que eché de menos las almejas y los mejillones, pero igual estaba buenísima. Cuando le pedimos la cuenta a la persianita le digo que descuente las almejas y los mejillones que se comió en el trayecto de la cocina a nuestra mesa. Menos mal que Ulli se echa a reír, porque la persianita, a pesar de que ya me conoce desde hace años, todavía no capta por completo mi sentido del humor.
Weiß/Colonia, 16.3.
2:30 am Sin nada de interés, digo que para mí, en la programación de la tele, comienzo la lectura del por ahora último episodio de la saga del capitán Roger Blanc, en la Provenza. Tengo que dejarlo al cabo de dos horas porque los ojos se me cierran de puro cansancio ocular y a contrapelo del interés de este episodio, que tiene un arranque espectacular. Me voy a dormir no sin cierta frustración.
Paso un buen rato con la pedicura, charlando de mil y una cosas distintas. Me alegra porque me doy cuenta de que es una mujer muy reservada, seguramente le pesa la herencia de sus años en la RDA, que no debieron ser muy alegres. Es pura intuición mía, pero pienso en los mejores años de su vida, los de su juventud, en ese socialismo real que Putin quiere imponerle ahora a Ucrania, y encuentro muy racional y lógica mi intuición.
Weiß/Colonia, 17.3.
2:15 am : He seguido con la lectura de la saga del capitán Roger Blanc, y de nuevo se produce al rato ese invencible cansancio de los ojos que me hizo abandonarla ayer. Me empieza a preocupar, aunque la verdad es que no tengo problemas con la lectura en la pantalla, ni del diario con el desayuno. ¿O es que la vista se me cansa a lo largo del día por el uso intensivo que hago de ella? Oremus.
Ejercicios mnemotécnicos en la duermevela entre 9 y 10 am (me levanté a las 10:01) y alcanzo la cota de 292 nombres: 118 Premios Nobel de Literatura; 47 Premios Cervantes;45 presidentes gringos (ellos cuentan 46, pero 46 son las presidencias, y hubo un presidente, Grover Cleveland, que repitió el cargo tras fracasar en su primer intento de reelección); 26 gobernantes de España desde los Reyes Católicos a hoy; las 12 obras contemporáneas de Ibsen; los 11 suicidas a quienes he conocido personalmente; los 11 jugadores de la selección española que derrotó 1:0 a Inglaterra en Maracaná, Mundial 1950 (¡el gol de Zarra!); los 11 de la selección alemana que ganó el Mundial 1970 contra “la naranja mecánica” de Johan Cruyff; las 11 playas de Río de Janeiro, que se dejan declinar como una alineación de un equipo de fútbol: Flamingo, Botafogo, Urca, Da Fora, Vermelha, Leme, Copacababa, Arpoador, Ipanema, Leblón y Gávea… Incluso me entretuve estableciendo la cronologìa de las 46 presidencias gringas y acerté la diana. Mi memoria sigue incólume. ¿Hasta cuándo?
Le mandé a Anotota los poemas de Brigitte que aproximé a nuestro idioma y me acusa recibo para decirme que le han parecido muy hermosos. Le contesto: «Y sí, los poemas de Brigitte son muy hermosos. Como la novela con la que debutó y se titula Cómo llega la sal al mar. Te cuento que el año que se publicó fue un bestseller y descubrí a Brigitte en la feria del libro de Fráncfort, y sabiendo yo que ella dominaba nuestro idioma (había estado casada en Mallorca con un militar español que resultó a ser más sádico que su propio padre, nazi hasta las cachas) me acerqué a ella para pedirle una entrevista, se la hice y fue su primera entrevista en español: a partir de ahí nos hicimos grandes amigos, hasta el punto de que en 1988, con su hijo recién nacido, huyó de Viena y de su compañero sentimental, padre de la criatura y de quien Brigitte recién en la Maternidad, tras el parto, vino a enterarse de que era miembro de una secta fundamentalista y quería llevar al bebe a las ceremonias de la misma y educarlo dentro de ella; y la huida de Viena fue a esta casa, donde vino a refugiarse y esconderse durante un mes, de manera que Diny y yo nos convertimos poco menos que en los abuelos del niño, y para nuestros hijos fue como un hermanito tardío: Brigitte nos dejó, al irse, un documento manuscrito donde nos encargaba la tutela de Michael (Miguelito le decíamos) para el caso de que a ella le sucediera una desgracia que la incapacitara o la matase. Conservo ese manuscrito como oro en paño. Y cuando publiqué mis aproximaciones a sus poemas en Managua y le pasé un recorte del semanario cultural en que aparecieron, me llamó por teléfono desde Linz, donde vivía entonces, y me dijo que recién al leer mis “traducciones” se dio cuenta de que no era tan mala poetisa. Adorable Brigitte. Pero las depresiones pudieron con ella, sobre todo cuando al borde de sus cincuenta años descubrió que era lesbiana y no lograba encontrar una pareja estable. Pienso ahora en la gente que se ha refugiado en esta casa, además de Brigitte, sobre todo KS, uno de los mejores violinistas que ha dado América Latina; y luego Eduardo Galeano con su mujer, huyendo todos de las dictaduras del Cono Sur; y más tarde una joven boliviana, fugitiva de la indiferencia de su marido, compañero mío en la emisora… Sí, los anales de la familia Bada Hansen son casi una novela».
Rebeca encuentra por fin uno de los audífonos de Diny, que llevaba perdido 48 horas y del que Diny estaba segura de haberlo perdido en el living. Yo sospeché enseguida de su sillón y metí mi mano derecha por las tres junturas del asiento, pero no lo encontré. Sin embargo estaba allí, lo que pasa es que mi mano, grande pero bien cebada, no llegó adonde sí lo hizo la mano grande y delgada de mi Rebecota. Gran alivio porque los audífonos valen su peso en uranio enriquecido. Alabado sea, pues, el santísimo sacramento del altar.
Weiß/Colonia, 18.3.
Anoche, en el programa satírico de Dieter Nuhr, para mi gusto el mejor humorista alemán de estos tiempos que corren, uno de los kabarettistas invitados hizo un chiste muy sutil al hablar del partido liberal demócrata (FDP), que desde el 2018 vegetaba en la oposición y ahora es parte de la coalición–semáforo que gobierna. El kabarettista dijo: «Hace cuatro años, cuando el FDP era sólo un pdf…» Chapeau! Luego empecé a ver una policial alemana ambientada en el barrio de las luces rojas de Ámsterdam, pero no logró atraparme, apagué la TV, leí unas veinte páginas del episodio del capitán Roger Blanc y me acosté a eso de las 2:30 am, una ½ hora antes de la mía habitual para encamarme.
Montse acompañó a Diny donde su otorrino y el diagnóstico no es nada alentador. Incluso haciendo uso de los audífonos, la capacidad auditiva de Diny se ha reducido al 10% de lo normal. Me pregunto cuál es el sentido de las sevicias que el Dios de los cristianos les inflinge a sus criaturas, y el discurso de gente como Bergoglio o los pastores protestantes en las policiales escandinavas me parece de una hipocresía³ (el catálogo de signos especiales de la compu sólo alcanza hasta la tercera potencia). Y pensar en tanta gente de buena fe y fervorosamente cristiana… Creo a todas luces evidente que el ser humano es un fracaso de la evolución, padrecito Darwin nuestro que estás dondequiera que estés.
Weiß/Colonia, 19.3.
Antes de que se fuese a acostar anoche, le pedí a Diny que me despertase hoy a las 10 de la mañana, para tener tiempo de hacerlo todo sin atropellarme antes de tomar a las 12:45 el bus a Rodenkirchen, donde estamos citados con Angie y Vincent a la 1:00 pm para almorzar en el Bistro Verde. Lo cierto es que he tenido de nuevo una mala noche, durmiendo a ráfagas, amodorrado el resto, y cuando por fin logré dormirme, a las 8:28 me despierta Diny para preguntarme a qué hora tiene que despertarme. Imposible seguir durmiendo, aunque lo intenté. Me acabo de levantar a las 9:00. A partir de ahora, el ruego de que me despierte se lo haré a Diny sólo por escrito. Jamás pensé que llegaría un día en que tendría que escribirle dentro de nuestra propia casa.
En el Bistro Verde con Angie y Vincent, quien es la primera vez que viene al local y le encanta. Pide un enrollado de ternera con gran ensalada, y Angie una papa al horno con cuajada de ajo silvestre, mientras Diny repite el fricasé de pollo, y yo encargo una bullabesa, que nunca había comido acá, pero ya sé que nunca más: es una bullabesa renana, no marsellesa, y no es porque le falte el azafrán ni sus componentes no sean buenos, pero está claro que este plato no es el lado fuerte del cocinero: lo único positivo que puede decirse de ella, le comento a Vincent, es que no es de lata y recalentada. Por su parte Vincent nos cuenta de su viaje a Egipto, con parada de un día para transbordar en Estambul, que le sonaba desde que le presté Momentos estelares de la Humanidad y le apasionó el episodio de la caída de Bizancio en manos de los turcos. Luego siguieron vuelo a Egipto, pasaron él y su amigo una semana en una playa del Mar Rojo, donde bucearon, y de allí otra semana en El Cairo, alojados en un hotel con vistas directas a las tres pirámides y la esfinge. Por una foto que nos muestra, en la que están desayunando en la terraza del hotel, constato que la esfinge parece un gatito acurrucado a la sombra de las pirámides. Hicieron además una excursión por el Nilo, en barco, hasta el Valle de los Reyes. En fin, un viaje bien aprovechado. Escrito, podría ser el principio de un Bildungsroman.
En casa, tras la larga siesta (para recuperar el sueño perdido durante la noche) compongo un tuit que le voy a enviar a mi hermanita Pilar en Los Ángeles, para que lo suba a su cuenta de Twitter: «Si lo reeligen el 2024 [¡Dios nos libre de ello!] the fake ex president firmará un decreto en defensa de la libertad de expresión, siempre y cuando dicha expresión sea favorable a su persona y sus ideas. No hacerlo así se perseguirá judicialmente como delito». Es humor negro en estado puro, lo sé, casi el pataleo de los ahorcados, pero es nuestra única salida en el tramposo mundo que nos toca (el adjetivo lo elegí adrede).
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