Rodenkirchen, 17.3.
Anoche vi Prince of Foxes [El príncipe de los zorros] (1949), como era de esperar dirigida por un señor de apellido regio, Henry King, con Tyrone Power, Orson Welles como César Borgia, y la bellísima Wanda Hendrix, comestible a besos, de quien creo que es la única peli que conozco. Todos están a la orden para una trama que parece sacada de una las de las novelas de Rafael Sabatini. Es entretenida y no sé si contiene mucha verdad histórica, pero la verdad es que a Hollywood la fidelidad a los hechos históricos siempre le importó un bledo, como le dice Rhett a Scarlett al despedirse de ella al final de Lo que el viento se llevó: «Frankly, my dear, I don’t give a damn».
Almorzamos con Antonia y Paul en el Steep’s, lo que fue una alegría grande para Diny, a quien justamente por eso no la previne. Comimos todos con gran apetito y Paul no perdonó el postre. Antonia tan amorosa como las dos veces que ya nos vimos, ambas en el Bistro Verde, se nos ha metido bien hondo en el corazón y estoy muy feliz de ver a los tan enamorados. Quizás por eso empecé a contarles Only you, pero me detuvieron al llegar a la profecía de la gitana diciéndome que les había abierto el apetito para verla y no querían más spoilers. De aquí fueron a la casa de Montse, donde los esperaban ella y Frank. La familia Bada Hansen va creciendo, y creciendo de la mejor manera.
Después de leer mi Diario, Guglielmo me escribe desde su Orquidiócesis de Antioquia: «A propósito de tu teoría de Humboldt como posible inspirador de la aspirina, debo decirte que el sauce americano, probablemente descubierto por él, se llama Salix humboldtiana». Le respondo escuetamente, sólo tres palabras: «Quod erat demonstrandum».
También después de leer mi Diario me pregunta Jair desde la bella Cali: «¿A qué ciudad colombiana te refieres cuando citas a “Caimanópolis” en tu diario?» Le contesto: «¿Y adónde dice la canción que se va el caimán? En la última novela de Julio Olaciregui, excelente amigo mío, barranquillero, a quien conocí en París, donde trabajaba en la Agencia France Presse, ya se la nombra así y él me dio el crédito correspondiente. Ahora no tengo que explicarte cuáles son las ciudades a las que llamo Paisápolis o Rolópolis, supongo».
Escribí mi nueva Carta desde Alemania, para LJS en su edición del 31 de este mes, y la he dedicado a los orígenes del cine de animación, que no lo inventó Walt Disney. La he terminado así: «A todos estos pioneros les debemos que en el crucial año 1968, George Dunnig filmara uno que es para mi el mejor film de dibujos animados que conozco, surrealista a carta cabal, protagonizado por The Beatles y que se titula Yellow Subamrine».
Rodenkirchen, 18.3.
Vamos a almorzar al Steep’s porque Anna nos dijo ayer que Tom estaba de vuelta. ¡Y lo estaba! A Rebeca y a Diny las saludó con abrazos, yo le dije que lo habíamos echado mucho de menos. «Sólo han sido diez días», me respondió. «Nos han parecido diez meses», le repliqué. Diny y Rebeca pideron el menú del día, gulash con Spätzle (la pasta de Suabia) y flan de postre. Yo mi salchicha al curry. Rebeca ya está soñando con sus vacaciones en una isla griega, en la casa de una gran amiga suya casada con un griego. Pero eso no será hasta junio, casi al mismo tiempo que cuando Antonia y Paul estén en Andalucía. Y a lo que sé, Montse y Frank decidieron hacer lo mismo que el año pasado, alquilar un gran coche–vivienda y viajar al buen tuntún. De Pia y Chico no sabemos nada desde hace semanas. En el entorno más cercano a Diny, las que dan el callo, y cómo, son Rebeca y Montse. Bueno, y yo.
Hablo con la Nena, como cada dos lunes, está en casa de Mónica, quien regresa a tiempo de hablar conmigo y me platica de la plataforma Filmin, a la que está abonada y que yo no conozco, y donde dice que hay más de 10.000 pelis. Creo que la voy a probar, ya desesperé de encontrar una copia de Only You (1994, con Marisa Tomei y Robert Downeu Jr.) doblada al castellano.
Poco después de mi llamada a Huelva me llega otra llamada, también de Huelva. No reconozco la voz y le pregunto quién es, y resulta que es José Manuel, el hijo de Isabel y Pablo, que nació en Hanau, cerca de Fráncfort, y Diny y yo fuimos sus padrinos de bautizo. Volará durante la Semana Santa a Fráncfort, alquilará un auto en el aeropuerto y visitará Hanau, de donde los padres se lo llevaron a Huelva siendo todavía un niño, y luego quiere remontar el Rhin hasta Colonia para pasar a visitarnos. Es un alegrón increíble, y no le diré nada a Diny, para darle una gran sorpresa. La pena es que no podemos ofrecerle alojamiento, lo que sí hubiera sido posible en el piso anterior del Pflasterhofweg, de donde salimos s causa de la desgracia del incendio. Malhaya sea.
Rodenkirchen, 19.3.
Encontré la versión original de Only You y descubrí un par de pifias que la ficha de la peli en imdb.com/ no registra. Un botón de muestra; la niña que interpreta a Faith a sus 11 años tiene una peca en el cuello, a la derecha; Marisa Tomei no. Y descubrí algo que se me pasó por alto viendo la versión en español latino: el camarógrafo es nadie menos que Sven Nykvist, el predilecto del genio Ingmar Bergman: con razón me impresionó la peli visualmente desde la primera vez que la pasé. Ah, y en la versión mexicana, cuando Larry, el marido de Kate y hermano de Faith se entera de que su mujer ha pagado con la tarjeta 400 $US en un hotel en Positano, pregunta «¿Positano? ¿Dónde queda eso, en Texas?» pero en la versión original dice: «¿Dónde queda eso, en México?» Mis dos escenas favoritas son cuando Faith y Kate devuelven su auto alquilado, salen a una gran plaza y le piden a un taxista que las lleve a la boutique Monastieri: él asiente y las lleva al otro lado de la plaza, yendo a pie hubieran llegado antes. Si la escena fuese en Alemania, el taxista les diría: «Para ir al otro de la plaza no vale la pena bajar la bandera». La otra escena es cuando Peter lleva a Faith a conocer “la boca de la verdad”, e imita la voz de Gregory Peck en su escena similar con Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma. Una delicia. Y una reverencia tácita a los grandes maestros de las comedias románticas.
Diny se acerca a mi cama, donde estoy desperezándome a las 8:15 am y me dice que llame a mi médico de cabecera, que tiene una inflamación de la vejiga y que le pida una medicina eficaz. Llamo a Sirio a su consultorio y me envía por fax a la farmacia una receta de un antibiótico (Monuril®3000) del que basta una dosis para dar buena cuenta de toditicas las hacterias que haya en el jiúman body. Me acerco a la farmacia, el fax aún ha llegado pero el boticario (de origen turco) me conoce de sobra, llama al consultorio, se hace dar el nombre del antibiótico y me lo despacha sin problemas. ¡Viva el Levante!
Pasaron a buscarme Ulli & Carlitos y fuimos otro martes más a La Modicana. Ulli repitió su carpaccio de rape con alcachofas que hace dos semanas le inspiró casi cantos de amor, Carlitos pidió espaguetis alla carbonara, y yo espaguetis con pistachos y pesto, que estaban de rechupete. La signora é veramente una maestra. Hoy no quiso Carlitos nada de postre, al parecer la pasta lo dejó lo que se dice ahíto. Cuando la pareja asimétrica se marchó, vino Minou y nos comentó que Gabi & Carlo les habían preguntado a ella y a la signora por qué Ricardo ya no los saludaba más y hasta los ignoraba. Qué olvidadiza es la gente, por qué no se pararon a pensar en el desplante que me hicieron el 26.12., el segundo festivo de la Navidad. Mientras no me expliquen el por qué de aquella malajada, seguiré sin saludarlos e ignorándolos.
Al llegar al Maternus Diny estaba viendo la tele y se me quejó de unos dolores grandes en la cadera. Pobre Diny, le están cayendo todas las balas. Pero menos mal que la inflamación de la vejiga va desapareciendo. In petto: Gracias, Sirio.
Rodenkirchen, 20.3.
Anoche tuve que dejar por imposible oír Only You (1994) en doblaje castellano porque el sistema de mi compu está muy lento y la peli avanza a trompicones y era un martirio cada 2 ó 3’ ver aparecer el maldito circulito girando y girando, lo que era como si el programa me estuviera enviando un corte de mangas redondo. La requetemilputísima madre que lo requetemilparió.
El sol luce espléndido, el puesto de flores de ReWe desborda de tulipanes de todos los colores, la gente camina por la calle con ropa liviana, se diría que el aire canta, miro la temperatura en la pantallita del celular: 17º. No cabe duda, nuestra parienta rusa, la prima Vera ha venido, «nadie sabe cómo ha sido». ¡Qué grande Machado! Lástima que por algún mal duende de la imprenta ahora se lea que ha despertado la rama en vez de la rana. Analfabetos.
En el Bistro Verde, al llegar, sòlo una comensal, una mujer joven a quien le deseo buen provecho, me da las gracias. ¡Y ya hay espárragos en la carta! Diny pide un potaje de espárragos, arroz y petí puá (como llaman los costarricenses a los guisantes) y me dice que está sabrosísimo. Yo me contento con tres Rösti, las correspondientes lonchas de salmón ahumado y mis dos Chardonnay. A todo esto han llegado dos grupos, uno de siete mujeres solas, alrededor de los treinta, y otro mixto a nuestra derecha. Va cayendo gente al baile: «Más vaca será su madre», como puede leerse en el Martín Fierro. Y Petra ya sabe de memoria la contraseña de mi tarjeta de crédito.
Una columna espléndida de J.D. Torres Duarte, hoy en EE. Dejo un comentario en su foro: «¡Bravo, J.D.! Es una columna que se lee como si la hubiese escrito el mismísimo Handke, mayor elogio no puedo hacerte. Por mi parte nunca olvidaré aquella noche del otoño de 1976, en la feria de libro de Fráncfort, y en una fiesta organizada por sus editores a los escritores latinoamericanos presentes (el centro de gravedad de la feria fue ese año «América Latina, un continente por descubrir»), cuando Handke se me acercó y me pidió que le presentase a uno de sus ídolos: Julio Cortázar». Me faltó espacio para añadir que apenas los presenté los dejé solos. El undécimo, no estorbar.
Rodenkirchen, 21.3.
Anoche recibí un email de Paul dicéndome que Antonia y él habían visto Only you y es «¡realmente muy, muy cautivadora! ¡Gracias por la recomendación!» Y antes de irme a dormir. súper cansado, extenuado, le respondí ipso fuckto: «Me alegra mucho saber que habéis disfrutado de Only you. He visto la película varias veces y cada vez que la veo descubro nuevos detalles. Una de mis escenas predilectas es aquella en la que Peter conduce a Faith hasta la Boca de la Verdad e imita la voz de Gregory Peck en su escena similar con Audrey Hepburn en Un corazón y una corona [es el titulo alemán de Vacaciones en Roma]. Una delicia. Y una reverencia tácita a los grandes maestros de la comedia romántica. Por supuesto, esto sólo puede reconocerse en la versión original. Un corazón y una corona es una de las mejores y más bellas comedias románticas de todos los tiempos, y la química entre el trío cabeza del cartel es 100% fenomenal. No os perdáis esta peli porque sigue tan fresca hoy como hace 71 años, al estrenarse en todo el mundo. Yo la vi cuando tenía 15 años». Por cierto que ahora caigo en la cuenta: el apellido del periodista del U.S. News Service protagonizado por Gregory Peck es Bradley… como el del “hombre del destino” de Faith en Only you. ¿Otra reverencia tácita?
Mi san Tribulete del alma me escribió desde Madrid y se refiere a algo que leyó en este Diario acerca de mi estreñimiento: «A eso que te pasa lo llamo “esfínter aduanero”, lo sufro a veces. La carga acude a la frontera, a veces presurosa, pero el esfínter pide alcabala y no deja pasar. Verás, hay que tomar kiwis. Con los kiwis a diario se facilita mucho la cuestión. Con dieta de kiwis (dos o tres al día, según tamaños) el esfínter aduanero aún trata de retener el paso, pero no lo consigue. Y la mercancía pasa». Kiwi que te quiero kiwi.
Almorzamos en el Primo Piano, nos atiende una chica nueva, Gabriela ya nos hubiera traído nuestras bebidas. Diny encarga esta vez sin equivocarse, como la vez pasada, su hígado de ternera alla veneciana; yo una pizza napolitana, o sea, con anchoas y alcaparras. Este local es la solución ideal para cuando se va de vacaciones a Modica/Sicilia la signora Mancinoni.
Al llegar de vuelta al Maternus y antes de entrar al ReWe le pregunto a Diny si quiere que le compre algo allí. Me contesta que De Gelderlander. Un retorno a su infancia. Era un diario vespertino, ahora matutino, de la provincia Gelderland [Güeldres en el español de antaño] y que llegaba puntual todas las tardes a la casa de los Hansen en Beek, la primera neerlandesa donde estuve en mi vida, de la mano de Diny. Y De Gelderlander lo leía toda la familia, empezando algunos por la página de las esquelas fúnebres, donde cada difunto siempre aparece con sus tres nombres propios, entre paréntesis el diminutivo por el que se le conocía, y el apellido. Diny, por ejemplo, se llama Everdina Theodora María Hansen. Y de sus padres sólo conocí, hasta que murieron y vi sus esquelas, los apelativos Moeder [madre] y Papa [papá]: hasta ellos se llamaban entre si de ese modo. Por lo demás, De Gelderlander no está en la oferta de prensa que hay en ReWe.
Rodenkirchen, 22.3.
En Only you (1994) hay pinceladas irónicas muy finas. Ejemplo: el hermano de Faith y marido de Kate posee en las afueras de Detroit una pyme dedicada a las techumbres, a cubrir tejados. Cuando le llega la llamada de Kate desde Positano se da cuenta de que sobre su escritorio cae una gotera. Mi abuela Remedios lo habría comentado diciendo «En casa del herrero, cuchillo de palo». Y hay una muestra de la incultura gringa (o un guiño de la guionista al espectador): cuando Peter le cita a Faith un poema que él cree que es de Goethe [Guet, lo pronuncia él] y ella le corrige diciéndole que es de Rilke, él se disculpa arguyendo que son del mismo país [“same country“] y no del mismo idioma [“same language“]. Cada vez que la veo le descubro más y más pormenores.
Almorzamos en el chino con Claudia. Ella comió el menú 16 del mediodía (sopa pekinesa y carne de res en salsa agridulce), Diny y yo también sopa pekinesa de entrada, y luego ella seis rollitos de primavera vegetarianos y yo cuatro gambas King Prawn rebozadas, ambos también con salsa agriculce. Creo que interesé a Claudia con mi plática sobre Only you (1994) y Vacaciones en Roma (1953), esta última ni siquiera la conocía. Me pidió que le pasara los enlaces de las dos, ambos los dos (© bv Cantinflas) en la versión original, ella habla y entiende el idioma de Shakespeare y de Faulkner, qué envidia.
Un artículo que me pasó Marcos desde Karakogrado (en Venezuelistán) me ha reconciliado con Pérez–Reverte. Algo más que debo agradecer a Mr. Maugham.
Rodenkirchen, 23.3.
Anoche tuve que volver a dejar por imposible oír Only You (1994) en el doblaje castellano, ¡qué programa de miér…coles el de esta maldita compu! Voy a tener que comprar una nueva, ay, mis ahorros…
Como ya se va convirtiendo en costumbre sabatina, almorzamos en el Bistro Verde con Paul. Venía con un hambre canina porque ayer estuvo sometido a una operación dental y la anestesia le quitó las ganas de comer, casi no comió ayer. Encargó un gulash de cordero, dos salchichas del Eifel con ajo silvestre y una ensalada, y de postre bayas del bosque con helado de vainilla, amén de que antes también se comió dos de los tres Rösti. guarnición de mi filete de abadejo, mientras que Diny daba cuenta de su sancocho de espárragos, arroz y guisantes. Hablamos mucho de Only you y recordamos casi escena por escena de la peli. Le digo que Antonia y él no deben dejar de ver Un corazón y una corona, me ha prometido que lo harán. Y esta tarde se fue a Berlín con el Intercity Sprinter para visitar a un amigo que tiene en el barrio de Moabit, muy cerca de donde viví allá desde marzo 1964 a enero 1965, cuando me reclutó la Deutsche Welle y hube de abandonar Berlín y venir a vivir en Colonia.
Esta tarde, después de la siesta, lo intenté de nuevo con la versión en castellano de Only you, ¡y esta vez funcionó como si recién la hubieran engrasado para mí! Es mucho mejor que la versión en español latino (léase mexicano), y en ella Peter dice que sólo salió antes de Boston para ir de vacaciones a Mazatlán, mientras que en la versión mexicana dice que a Misisipi. ¿Por qué en la versión mexicana se suprimieron las dos referencias a México? Otrosí, en esta versión Peter pronuncia correctamente el sacrosanto nombre de Goethe mencionando un verso acerca de un pájaro y dos amantes, a lo que Faith le interrumpe recitando «¿Quién sabe si no será el mismo pájaro que oímos cantar tú y yo ayer por la noche, cada uno de los dos por separado?» y diciéndole que es de Rilke. Peter se disculpa arguyendo que Goethe y Rilke son paisanos, ¡por Dios!, como decía Álvaro en estos casos. Busqué en la obra de Rilke y decubrí que es el final de un poema titulado “Tú por delante, amante perdida”. Y el poema es una belleza increíble, pero no encuentro ninguna traducción suya al español. Last but not least: en este doblaje español Peter sí imita la voz de quien dobló en castellano a Gregory Peck en Roman Holiday. Guardo el enlace con esta versión de la peli para verla de nuevo tal vez mañana por la noche. Hoy ya me hizo el día.
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