Weiß/Colonia, 4.4., Pascua Florida
Pasada la medianoche : Acabamos de ver De Dirigent [La directora de orquesta], que narra de una manera memorable la vida de Antonia Brico, la neerlandesa que fue la primera mujer que dirigió una orquesta sinfónica, y no cualquiera sino nada menos que la Filarmónica de Berlín. Resulta increíble, casi obsceno, pensar que una mujer de su talento, y no más por el hecho de ser mujer, no fuese nunca directora estable de una orquesta de renombre, en todas las cuales se desempeñó con éxito como invitada. Uno se avergüenza de ser varón ante casos de tan flagrante injusticia. Por lo demás la peli es muy buena, y congenial la actuación de Christianne de Bruijn en el papel de la protagonista. Y dicho sea de paso, aunque actualmente hay varias directoras al frente de orquestas de renombre, creo que ninguna como directora estable, a no ser en Rusia.
Telefoneo con la Nena, lo que siempre es como un baño lustral de inmersión en el alma choquera. Me cuenta que ya recibió la segunda dosis de la vacuna y pasó un día mala, con décimas, pero un solo día y adiós muy buenas. Me cuenta que como en las iglesias habían bajado de los altares al suelo las imágenes de los pasos de la Semana Santa, exponiéndolas al público, pues estaban de bote en bote y hasta había colas para verlas; «Vamos –dice la Nena–, como si no estuvieran en sus iglesias el resto del año». Me cuenta que en los buses va un tío de copiloto con el conductor, y avisa por los altavoces que hagamos el favor de no hablar, para no diseminar gérmenes, aunque él se pasa todo el tiempo habla que te habla con el conductor. Escuchar a la Nena derrochando sentido común es como estar sentado con ella en su cocina y viendo pasar la vida choquera por la calle. ¡Ole mi Güerba de mi arma!
Leo la nueva entrega del blog de Alma Delia y le dejo este comentario en su foro: «Qué bello cómo escribes, mi queridísima taruguita. Me has hecho recordar el árbol inmenso que hay en la esquina NW de la Plaza de las Monjas, en mi Huelva tan lejana. En ese árbol anidan cientos de pájaros, y a la hora del crepúsculo vespertino, cuando el día se despide, el árbol se despide del sol de una manera gloriosa, sirviéndose de sus cientos de pájaros como intérpretes. Se cuentan entre los mejores conciertos que he oído en mi vida».
Weiß/Colonia, 5.4.
2:00 am : Veo el nuevo episodio de la saga de Rebecka Martinsson, y a continuación el de la nueva temporada de Martin Beck. Por cierto que Åsa Elena Larsson bautizó a su protagonista Rebecka Martinsson en honor a Martin Beck, con bastante más fundamento que el que tuvo Camillieri para llamar Montalbano a su comisario siciliano. Entre las deleznables novelas de la serie de Pepe Carvalho y el canon de saber hacer literatura policial de Maj Sjöwahl y Per Wahlöö median un par de sistemas solares. Y hasta de galaxias.
Larga charla telefónica con Leonardo, tan risueño y divertido como siempre, al virus lo está toreado con éxito hasta la fecha. Luego, cuando cuelgo y busco el texto de Miroslav sobre Sor Juana Inés, para subirlo a mi blog de EE, me equivoco de archivo y me sale un viejo libro de Miroslav que ojeo en pantalla y descubro, para mi sorpresa, que una de sus páginas lleva un epígrafe de Leonardo Martínez, quien no puede ser otro que nuestro Leonardo, y sostiene lo siguiente: «La poesía es la única prueba concreta de la existencia del hombre». Como frase no está mal, pero como axioma va a la pata renga. También la música, la pintura, la arquitectura, los jardines, la danza, el teatro, el cine y el fútbol son pruebas muy concretas de la existencia del ser humano…, sin ir más lejos, como añadiría el impertérrito locutor de Les Luthiers…, tras una pausa.
Mi tarea mnemotécnica de la siesta, ayer y hoy, ha sido recordar el título de la primera y más famosa novela de Bioy Casares. Me recité los de casi todas: Plan de evassión, El sueño de los héroes, Dormir al sol, Diario de la guerra del cerdo, La aventura de un fotógrafo en La Plata (cuyo ejemplar tengo con una dedicatoria personal suya, escrita en El Escorial, verano del 94)… Pero el de la primera se me resistía hasta hoy: La invención de Morel.
Werner nos manda una felicitación pascual muy alemana, con los famosos huevos pintados y la liebre pascual, así como un poemilla humorístico (dos cuartetas rimadas en consonante) del gran Eduard Mörike, poeta hasta la mera médula: «Los eruditos y el clero / discútenlo con inquina, / qué creara Dios primero: / ¿fue el huevo o fue la gallina? / Mas en vano es la porfía. / Primero el huevo, carajo, / y pues gallina no había, / fue la liebre quien lo trajo». El exabrupto es mío.
Weiß/Colonia, 6.4.
2:00 : Como resultado de una programación caótica, hoy el tercer episodio de la saga de Rebecka Martinsson (buenísimo) y para el cuarto y último habrá que esperar al domingo. Después una de Clint Eastwood que me perdí cuando la estrenaron y es The 15:17 to Paris [15:17 Tren a París], y a decir verdad, con todos los respetos a don Clint, no me perdí mucho. Sólo la secuencia dentro del tren, al final, cuando logran dominar al terrorista y evitar el atentado al Thalys en camino a París desde Ámsterdam, se siente en la peli el pulso del buen Clint…, pero es demasiado poco, ay. Entre los premios de la Sociedad de Críticos de Cine, de Houston, creo que con razón suficiente, fue nominada como una de las peores pelis del año.
Subo a mi blog en EE el texto que Miroslav me ha dedicado en su último libro. Platica en él de uno de los personajes históricos por los que siento la mayor simpatía y admiración, ambas como mancuernas, que así llaman los mexicanos a los gemelos para los puños de las camisas. Y bueno, el personaje es sor Juana Inés de la Cruz, según ella «la peor de todas». Un año, en Huelva, en el Festival de Cine, Diny yo fuimos a ver la peli que le dedicó María Luisa Bemberg, y a la salida nos encontramos con otro invitado (¿Víctor, Javier, Lucho?) que nos preguntó cuál peli era la que habíamos visto y le dije –sin cursivas ni comillas– que yo, la peor de todas. ¿Víctor, Javier, Lucho? replicó que peor que la que había visto él, imposible. Ahí me cayó el vintén y le expliqué que el título de la peli de la Bamberg era ése, Yo, la peor de todas. Nos reímos un buen rato.
El tiempo se sintió payaso y nos tuvo todo el día de la Ceca a la Meca harto entretenidos con sus cabriolas. Nevada a la 1:00 pm, sol de primavera una hora después, lluvia, viento aullantes, sol… De todo, pues, como en botica. Y Oskar, que había amenazado con visitarnos, al final no llegó y dejó a Diny con la comida ya pronta para él, cuando la experiencia debería haberle dicho que se tomase tu tiempo y esperase a que Oskar en efecto tocase el timbre de nuestra puerta. Lo que ha seguido a eso lo pongo a desfilar en la procesión que llevo por dentro.
Weiß/Colonia, 7.4.
1:50 am : Vi de nuevo un episodio de la serie neocelandesa Brokenwood que no recordaba bien, y otra vez el DVD de The Nacked Jungle, pero esta vez la versión doblada al español porque he descubierto que no es idéntica a la alemana. Mientras que los alemanes no traducen los diálogos en el idioma de la tribu indìgena, en la versión española siempre van en español menos cuando los acompañan unos gestos que los explican sin necesidad de traducirlos. Un tema más para un artículo en VV.CC.
En el KStAnz de hoy la esquela fúnebre de la viuda de Dieter Wellershoff, encabezada por un poema de su difunto marido dedicado a ella. Lo aproximo a mi lengua al correr de la vista: «Eras bella / en las soñadas aguas verde–yerba / de las nuevas estaciones / estuviste a mi lado / en las noches insomnes / y al otro lado de la soledad / te oí decir: / Déjame sentir / el breve calor de la vida». Y además, en las páginas culturales un titular que me aplana: PAUL RITTER SUCUMBIÓ A SU TUMOR CEREBRAL. Sé que no es nuestro Paul y que Paul Ritter debe hacer centenares en Alemania, pero de todos modos me dejó impresionado, fue como una bofetada sin mano.
Vino Oskar por fin, y dio buena cuenta de la copiosa cena recalentada que Diny le cocinó ayer. Me dio además una buena noticia. Me dijo que los 800 € que me pidió en enero como anticipo de su seguro de vida todavía no los ingresó en su cuenta porque en los últimos meses está ganando un buen dinero y no tuvo necesidad de echar mano de esa transferencia cuya consigna le entregué en mano aquel 25 de enero. Ojalá sepa manejarse toda su vida con esa prudencia económica.
Gran artículo de mi querido San Tribulete en Scherzo, con motivo del 50.º aniversario de la muerte de Strawinsky. Le escribo: «Un día de Carnaval, allá por 1984, estábamos Diny & I con nuestros tres hijos en Venecia, huyendo del Carnaval de acá. Y como ya conocíamos muy bien Venecia, de tres viajes anteriores, les hicimos conocer a nuestros hijos lo más destacable de la ciudad, entre otras cosas el cementerio en la isla de San Michele. Y los llevamos a visitar la tumba de la viuda de Multatuli (a quien su marido le dedicó la primera novela anticolonialista de la historia, Max Havelaar), la de Ezra Pound y la de Strawinsky, muy cerca o quizás al lado de la de Diaghilev. Y cuando ya volvíamos sobre nuestros pasos, de repente me agarró Montse de la mano y me hizo volver a la tumba del gran ruso (ella tomaba entonces clase de ballet y estaba muy empapada de su música) y agarró un clavel fresco de un ramo en una tumba cercana, y colocó el clavel de tal manera que el trocito de la rama coincidiese con el trazo vertical y la corola quedase enmarcada por las aspas de la Y, pidiéndome naturalmente que hiciera una foto de ese arreglo. Es un poema visual. Un día la busco y le saco una copia y te la mando».
Weiß/Colonia, 8.4.
2:00 am : Un viejo episodio de la saga de la Unidad Especial Grupo A, de Arne Dahl. Lo veo de nuevo porque no hay nada que merezca la pena en el resto de la programación y porque el elenco de actores es de lo mejorcito entre las series escandinavas.
Buscando un enlace para establecer un hipervínculo con la peli Yo, la peor de todas, encuentro uno del Cineclub de la Universidad Central de Colombia, en Bogotá, fechado en marzo del 2019, donde leo lo siguiente: «Sor Juana pagaría muy caro su fervor poético y más aún su atrevimiento teológico. Al independizarse México, pierde la protección de la Corona y queda sola frente a su confesor, un miembro de la Inquisición, y al arzobispo de México, un misógino fanático». A ver, como dicen en Colombia: Sor Juana murió en 1695 y la independencia de México se inició en 1810, lo que significa que el gazapo lleva más de dos años en la página web de dicho Cineclub… si Pitágoras no miente. Y que se sepa, Pitágoras no ha mentido jamás.
Weiß/Colonia, 9.4.
2:15 am : Me iré enseguida a la cama después de haberme metido entre pecho y espalda las 300 primeras páginas de la saga de Sebastian Bergman, de la dupla Hjorth & Rosenfeldt. Conozco las adaptaciones a la tele, pero no conocía las novelas. Las estuve examinando “al peso” porque cada una de ellas es de unas 800 páginas, así es que quería cerciorarme de que valdría la pena leer la saga entera y por eso compré sólo la primera novela. Pero no aburre ni una sola página. Aunque a decir verdad, la teleserie es mejor, es más: leyendo la primera entrega de la saga casi me da la impresión de que está escrita pensando ya en la adaptación a la TV.
Hoy vino Paul y nos invitó a almorzar, cocinando él las vituallas que trajo: carne de cordero que hizo al horno, con guarnición de papas y pimientos verdes fritos. Hmmmmmmmmmmmmmmm… En lo de escribir ha salido a su abuelo materno, en lo de cocinero a su padre. Y después de comer hemos mantenido una larguísima sobremesa en la que, a preguntas suyas, le he contado toda mi vida, digamos desde el bachillerato y mis primeros pinitos literarios, pasando por mis problemas con la censura franquista, mi servicio militar en Madrid, la decisión de exiliarme apenas tuviera la licencia militar en el bolsillo, mi llegada a Alemania, el descubrimiento del Rhin desde el tren que me traía de España, mi trabajo en Bad Kripp, cómo llegué a ser el quinto miembro de una familia alemana, el año 64 en Berlín, a partir de enero 65 mi desempeño en la Deutsche Welle, mi primer festival de cine como periodista (la Berlinale del 65, donde conocí a Diny), nuestro noviazgo, la boda, la aventura argentina, el regreso a Europa vía Algeciras, el retorno a Colonia en agosto 1968, los nacimientos de Rebeca (“industria argentina” venida al mundo en Huelva), Chico (made in Spain, nacido en los Países Bajos) y su madre, la primera alemana de la familia. Y cómo fue que decidí que me quedaba acá para siempre. Le conté también que el sueño de todo periodista radiofónico es trabajar en la BBC, Radio France International o la Deutsche Welle, y que cuando ingresé en ella, en enero 1965, menos de dos años desde mi llegada a Alemania, al entrar por primera vez en uno de sus estudios (y no de los más grandes) me sentí inundado por una felicidad inenarrable: el equipamiento técnico de ese solo estudio era por lo menos unas tres veces mayor que el de las tres emisoras (dos en Huelva, una en Sevilla) donde había trabajado en España. Es como un estreno, que le haya contado mi vida entera a uno de mis nietos y he sentido cómo Paul absorbía mis palabras y poco a poco completaba su imagen de mí. Luego, al despedirnos, y pese a los protocolos sanitarios antipandémicos, un largo y estrecho abrazo.
Me escribe José Luis acerca del talibanismo gramatical de los cazagazapos profesionales, y le comento: «Lo del «talibanisno gramatical» voy a usarlo no sé cómo ni cuándo ni dónde, pero sí que dándote el crédito. Y sí, yo sé mucho del tema. Los comentarios que me han ido dejando los colombianos (talibanes gramaticales natos), al pie de mis columnas en EE, llegaron al extremo de señalarme que no debí escribir «5º» sino “5.º». A mí me recuerdan mucho a las “fuerzas vivas” bizantinas discutiendo sobre el sexo de los ángeles mientras los turcos invadían la ciudad. Stefan Zweig lo cuenta de manera inmejorable en sus Momentos estelares de la Humanidad».
Weiß/Colonia, 10.4.
En el cuaderno de esquelas fúnebres del KStAnz hay dos con epígrafes memorables. Una de ellas ostenta una cita de Ovidio, en alemán, cuya traducción al castellano podría ser esta: « En secreto y apresurada, la vida se nos escapa inconscientemente, nada es más rápido que los años. Pero pensábamos que aún quedaba mucho tiempo». He repasado con Miss Hortensia Google unas cien citas de Ovidio, y la única lejanamente parecida es la que dice: «El tiempo corre, y envejecemos silenciosamente, mientras los días huyen sin que ningún freno los detenga». El otro epígrafe que me llama la atención es una frase de una de mis heroínas, Eleanor Roosevelt: «Algunas personas hacen que las cosas sucedan, otras observan cómo suceden, mientras que otras se maravillan de lo que ha sucedido». Según Willy a quien consulto por teléfono en Ámsterdam, el verbo inglés “to wonder” se usa más generalmente como “preguntar”, pero me inclino por la otra posibilidad, que asimismo existe. Nota bene: El difunto cuya esquela ostenta este epígrafe se apellidaba nada menos que Schornstein [=chimenea]. Algún día debo escribir algo sobre los apellidos alemanes.
La cena hoy son unos filetitos de ternera pero, para mi propia sorpresa, lo que más me ha gustado es la guarnición, una ensalada de lechuga, rúcola, tomates cherry, rodajas de kiwi y los granos de una granada. Creo que jamás (bueno, jamás no, nomás lo que me resta de vida) voy a convertirme en vegetariano, pero que esta ensalada estaba de rechupete, eso va a misa. Una de pontifical.
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