Home Mientras tanto De mi Diario : Semana 17 / 2021

De mi Diario : Semana 17 / 2021

 

Weiß/Colonia, 18.4.

1:45 am : El 1. FC Colonia perdió 3:0 su segundo derby renano, contra el Bayer Leverkusen. Me parece que otra vez le va a tocar entrar al ascensor para bajar de piso, al sótano llamado Segunda División. Pero olvidé el tema viendo el episodio de esta noche de la 1.ª temporada de Wallander con Linda, la inolvidable Johanna Sällström. La serie siguió siendo bastante buena después de su suicidio, pero nunca llegó a alcanzar la intensidad que le aportaba la presencia luminosa de JS.

Es una impresión óptica que me viene persiguiendo desde que vi florecer el cerezo ornamental japonés de nuestros vecinos, que vemos desde el ventanal de la cocina. Es una floración con todas las de la ley, pero ¿cómo decirlo? mustia. Fantaseo que el cerezo es otra víctima del Covid19.

Leyendo en pantalla LJS me detengo en la necrológica dedicada a Hans Küng, y me remuerde el alma que en este diario no registré su muerte hace un par de días. Imperdonable que no lo hiciese, Küng era (es) una de mis más fundadas admiraciones entre los alemanes contemporáneos, pareja casi a la que sentí por mi inolvidable Don Enrique. Pero es inútil llorar por la leche derramada, me tengo que disciplinar muchísumo más en la materia de sincronizar mis entradas con el mundo que me rodea, no sólo con el que habito en mi fuero íntimo. Veremos si lo consigo.

Despachando correspondencia: Aljaraque, Belgrado, Boston, La Antilla, Lima, Madrid, Medellín (2x), Milán, Santiago de Chile, VienaBueno, el email aquí me lo ahorré gracias a una llamada telefónica a Julio, para platicar acerca del último manuscrito que me ha enviado y que es un tour de force en el filo de la navaja. Consigue Julio lo más difícil, no caerse de ningún lado, aunque al lector le queda claro de qué lado caería, si lo hiciere. Es un ejercicio admirable de reconstrución memorialista, una recuperación casi en modo ectoplasma del hermano que le asesinaron. No todo el mundo tiene el coraje de arrimarse a esas brasas del pasado que siguen quemando. Héctor bien que lo hizo en El olvido que seremos, Julio está haciéndolo en el libro que escribe ahora.

Weiß/Colonia, 19.4.

2:00 am : Un nuevo episodio de la saga de Martin Beck y otro de la del joven Morse. Son como dos mascarones de proa del modo escandinavo y el modo inglés de concebir y filmar las series policiales. De las gringas no puedo hablar, porque exceptuando la de Jesse Stone, las demás las pasan en canales comerciales, que no son de recibo bajo el techo del nieto de mi abuela. Y la de Jesse Stone es la de un solitario, un héroe cortado a la medida del protagonista de High Noon. Nada que ver con el trabajo en equipo, individualismo duro y puro a la enésima potencia. No es mi cerveza, como se dice en estos casos en alemán.

Regresemos de la nave 4 del recinto ferial, donde hemos recibido la segunda dosis de la Biontech. Esta vez hemos tardado casi ½ hora menos que el 29.3. para la primera dosis. Y esta vez ha sido Chico quien nos ha llevado allá con el coche de Pia, nos acompañó y nos trajo de vuelta, haciendo ya planes para visitarnos pronto con Pia. Le digo que nada nos gustaría más, pero de acuerdo con los protocolos sanitarios es imposible, o mejor dicho, es posible pero sería ilegal y punible con multa de hasta 250 € per cápita. Otrosí: quiero dejar anotado que en el viaje al Centro de Vacunación también hablamos de la calamitosa situación del 1. FC Colonia en el penúltimo puesto de la tabla,  y motu proprio comenté que el club debería adoptar la política del Athletic de Bilbao y tener en plantilla tan solo jugadores renanos, y a ser posible colonienses. Schäfer, Schnellinger, Flohe, Overath, Schumacher, todos ellos fueron jugadores de la cantera. A Chico le gusta la idea y me dice que conociendo la mentalidad de esta ciudad, sería bastante posible llevarla a la práctica.

En el buzón una octavilla anunciando para estos días la llegada del afilador, su unidad móvil se estacionará en el parqueadero de ReWe, a tres paradas de bus de nuestra casa. Es de una familia de afiladores desde hace generaciones. Leo con curiosidad la lista de los servicios que ofrece desde máquinas cortadoras de césped hasta cortauñas pasando por hachas, tijeras para podar rosales y para podar setos, tijeras para trinchar, cuchillos de todas clases, cuchillos eléctricos para cortar pan, molinillos de carne, cubiertos, guadañas, cinceles, taladros, tijeras de peluqueríaEl afilador, de nombre Baltes, viene de un pueblo llamado Kürten, como se apellidaba el tristemente célebre vampiro de Düsseldorf (¡qué asociación tan siniestra!), llega puntual todos los años con la primavera y me hace recordar de mi infancia la llegada asimismo todas las primaveras del pregón «¡Niñaj, el afilaóóóó!» rubricado con una ráfaga musical de su armónica, y cómo a los chiquillos nos gustaba verlo detener su bici, donde llevaba montado un disco de grafito que hacía girar pasando por su lomo los objetos que las mujeres del barrio le llevaban, y cómo de ese contacto surgían ramilletes de chispas, semejantes a diminutos fuegos de artificio en un día de fiesta. Qué gran cosa es la memoria, y qué martirio, a veces.

Weiß/Colonia, 20.4.

2:15 am : Antes de la medianoche estuve viendo la segunda parte de la trilogía del Baztán y a continuación un episodio de la serie del DCI Banks. A mí lo único que no me gusta de esa famosa trilogía es la incidencia del elemento sobrenatural. No digo que no sea real en la vida del valle del Baztán, pero todo lo sobrenatural me produce rechazo. Soy (quizás en exceso) un realista sin la más mínima reminiscencia de lo trascendente, ni el más mínimo anhelo trascendental. Ecco!

Los Verdes han elegido a Annalena Baerbock como su candidata a la cancillería. Sólo tiene en su contra la falta de experiencia gubernamental. Hasta ahora todos los cancilleres de la posguerra han sido ministros federales o regionales, e incluso presidentes de algún Land, como Willy Brandt, el sobrevalorado Helmut Kohl y Gerhard Schröder. Pero Annalena es una capacidad deslumbrante de la política alemana y a gobernar también se aprende gobernando. La neozelandesa Jacinda Ardern es el mejor ejemplo dello, como decimos los clásicos.

La vacuna (segunda dosis, ayer lunes) ya tuvo una secuela positiva hoy martes: es que no moqueo. Me curó de raíz el resfriado que andaba arrastrando ya desde octubre del año pasado. La Biontech dejó KO a los microbios responsables del tenaz resfrío. ¡Qué no inventarán estos turcos!

Vinieron Ulli & Carlos; Ulli se quedó en casa platicando con Diny, Carlitos y yo fuimos al Aldi para hacer las compras de la semana. Conversando con él camino al supermercado le comento que a pesar de la remilputísima pandemia deberíamos estar agradecidos a Clío, musa de la Historia, por habernos hecho conocer un fenómeno absolutamente inédito en los anales de la Humanidad: una pandemia 100% universal. Carlitos me opone como argumento las epidemias de peste en la Edad Media, la gripe española de los años 20 del siglo pasado, pero le hago ver que no fueron, ni de lejos, algo que pueda compararse con el Covi19. Lo dejo pensativo.

Mi ex yerno me ha enviado cinco deliciosos videoclips poéticos, todos ellos filmados en su casa de Hausach, en la Selva Negra. Es uno de los mayores talentos líricos del idioma alemán, sin duda de ninguna especie. El heredero natural de gente como Christian Morgenstern, capaces de hacerle dar al idioma la vuelta del calcetín, la in:versión copernicana, como él mismo quizás escribiría.

Weiß/Colonia, 21.4.

2:00 am : Estuve viendo el reportaje de la victoria del FC Colonia por 2:1 al segundo de la tabla, el RB Leipzig, con una actuación fenomenal de Jonas Hector, que marcó los dos goles. Pareciera como si de repente se viese una llamita al final del túnel. Y a renglón seguido le hinqué el diente al segundo volumen de la saga de Sebastian Bergman y me jalé de un tirón las primeras 215 páginas.

Alrededor de las 10:30 am, llegó una llamada telefónica y se presentó una joven de voz bien educada y hablando alto alemán sin acento, diciendo que me llamaba por un asunto de mi Pflegeversicherung [seguro de asistencia médica a personas físicamente dependientes, traducción que le debo a mi sobrina Elena, en Huelva], a lo cual respondí inconscientemente «Sí», y a lo cual ella me preguntó que según sus datos en nuestro apartamento vivía una persona necesitada de esa asistencia, a lo cual le contesté que «No» y entonces ella me pidió disculpas y dijo que debía tratarse de una confusión de datos, e iba a despedirse cuando le dije literalmente «Löschen Sie bitte mein “Ja” an Anfang! [¡Borre por favor mi “Sí” del principio!]», ella murmuró algo ininteligible y colgó. Lo cuento porque a lo peor he caído en la trampa de una estafa y para poder documentar que mi «Sí [Ja]» no era una aceptación expresa de nada que se me propusiera. Es muy importante estar prevenido contra este tipo de llamadas y no contestar nunca con un «Sí» a ninguna pregunta, porque pueden sacarlo del contexto y ponerlo como respuesta a una pregunta acerca de si aceptamos los términos de un contrato. La policía no se cansa de hacernos advertencias alertándonos contra los estafadores telefónicos, y yo en verdad los suelo identificar enseguida por su inglés con acento de Estambul o Bucarest, apenas los oigo cuelgo sin decir palabra, pero esta vez me engañó el perfecto y educado alemán de la llamada. Por si las que ni labráis como abejas ni brilláis cual mariposas, lo registro aquí y además se lo cuento en un email a una docena de amigos, quienes me acusan recibo ipso fuckto, de manera que dejé construido un dique contra una posible estafa a mi cuenta bancaria.

En lo de la pedicura al cabo de los años mil. Me atiende Dörte, esto es: Dorotea, y por ella me entero de que Victoria abandonará pronto el consultorio y vendrá a sustituirla una chica de origen ruso llamada Alona. Le digo que estoy por completo seguro de haber leído ese nombre en alguna novela rusa, pero no acierto a recordar en cuál. De regreso a casa en el bus caigo en la cuenta de que Alona se llamaba la vieja usurera que Raskolnikof asesina en Crimen y castigo.

Weiß/Colonia, 22.4.

2:30 am : Repetición de otro episodio de la saga sueca sobre el Grupo A anterior al 2015, con el ninguneo en los créditos de Matías Varela (en el papel de Jorge Chávez), quizá porque no es sueco de nativitate, ni siquiera megapigmentariamente blanco: lo cual puede explicar que a parttir de ese 2015 su papel lo esté desempeñando un actor sueco y blanco como lavado con Persil, pero esos episodios todavía no han llegado a la tele alemana. Siento curiosidad por verlos, para saber cómo funciona la química con Vera Vitali, la actriz que desempeña el papel de esposa de Jorge Chávez, y que también forma parte del Grupo A y es una especie de Bibi Andersson tallada en bruto.

El Dr. Stäblein me saludó como luego se despediría de mí, llevando su mano derecha a la altura del corazón. Es un gesto casi árabe, o hindú. En todo caso, me digo, es 100% congruente con él, tratándose de un cardiólogo. Mantenemos una larga charla previa y luego examina el estado de mi corazón y las principales arterias y venas, y el resultado es sumamente satisfactorio. Hasta el punto de que no deberé volver dentro de un año, sino de año y medio, en el otoño del 2022. Me estoy barruntando lo mejor: que voy a morir sano.

Weiß/Colonia, 23.4.

2:00 am : Sigo con mi lectura del segundo episodio de la saga de Sebastian Bergman. Su versión como telefilm fue bastante buena, pero en la novela es mejor, porque hay una serie de reflexiones de los personajes clave que lógicamente faltan en el libreto del telefilm.

Acudo con Diny al Commerzbank para dejarnos asesorar por Frau Daniela Schneider, que ya nos ha colocado varias veces nuestros ahorros de manera muy profesional y a caballo ganador. Ahora se trata de dedicar una cierta cantidad de los mismos a redondear los seguros de vida de Oskar y de Vincent, no sin cierta charla preliminar sobre la pandemia. Se tiene ganado a pulso ese nombre de pandemia porque nos la encontramos hasta en la sopa. Es casi el único tema de conversación que tenemos, al menos en Europa. En cambio en Nueva Zelanda es posible que ya la hayan olvidado.

Mientras regresamos a Rodenkirchen con el tranvía, me asombro de nuevo al darme cuenta de que la navegación fluvial se ha vuelto en el Rhin un espectáculo escaso. En todo el trayecto que corren paralelas, la cinta del río y la línea del tranvía, sólo acerté a descubrir una gabarra en el trayecto de ida al centro, y dos ahora, cuando volvemos a casa. Otro resultado de la pandemia. Pero al mismo tiempo también reflexiono que esta semana no he dejado de salir de casa ni un solo día. El lunes al Centro de Vacunación. El martes al Aldi, con Carlitos. El miércoles a la pedicura. Ayer jueves al cardiólogo. Hoy al Banco. Donde, por cierto, constaté con satisfacción que el saldo de mis fondos de inversión había ganado casi 3.000 € en lo que va de año. Si además de eso me devolvieran la plata prestada que me deben, no volvería a tener números rojos en mi c/c.

Cuando me levanto de la siesta me anuncia Diny que vamos a tener visita, y en efecto, a los pocos minutos acude Claudia, que ha venido desde su casa, en bici, por la orilla del río hasta el final de nuestra calle y a partir de ahí le fue fácil llegar acá. Es una sorpresa súper agradable ya que una de las cosas que más echamos de menos son las visitas de los amigos. Tenemos una charla de lo más animada en torno al Rhin, porque Claudia también está enamorada del río y se pregunta la razón de la fascinación que ejerce sobre nosotros. Y bueno, el Rhin está cargado de historias y leyendas (sus ninfas, los Nibelungos, el arco de Rolando, la roca de Lorelei, las 12.000 dizque vírgenes de Colonia), y no en último término el Rhin era el limes, donde concluía el Imperio Romano. Del otro lado quedaban los bárbaros. Y en ese aspecto, no ha cambiado mucho el reparto de papeles.

Weiß/Colonia, 24.4.

1:45 am : Termino de leer el segundo episodio de la saga de Sebastian Bergman. No por conocer su final, a través de la teleserie, es menor el interés y el suspense que despierta. Y ese mano a mano final entre Bergman y el criminal Edward Hinde es angustioso. Como es un rayo de esperanza ese abrazo que Vanja le da en la clínica al hasta entonces odiado Bergman, que le salvó la vida. Habrá que comprar el tercer volumen de la serie. Porque además incluye una línea argumental que no se da en la versión para la TV y que puede dar mucho de sí en la serie de novelas.

Esperábamos la llegada de Rebeca alrededor de las cuatro de la tarde, pero se presenta en casa a eso de las tres y en compañía de Montse y Henri. Siento una alegría inmensa al ver a mi Henri al cabo de tantos, demasiados mesesBueno, tal vez exagero, estuvo acá con sus padres cuando la bomba sin detonar de la segunda guerra mundial a 200 m de su casa, y eso fue el 5 de febrero, para algo tenía que servir este diario. También entonces fue una visita ilegal, aunque obligada por las circunstancias, ya que no podemos recibir visitas más que de una sola persona adulta. En fin, la alegría de tenerlas aquí a las dos hijas, con Henri, nos hace mandar a freír espárragos a la legalidad. Mientras Henri se planta de inmediato ante la compu portátil, los adultos damos buena cuenta de los trozos de tarta que aportó Montse, ellas toman café, yo leche tibia, y nos enredamos en una larga conversación acerca de la pandemia y la inepcia y la falta de responsabilidad de los políticos de este país y de las organizaciones a su cargo, en especial la dirección de las escuelas públicas, que es un auténtico desastre y le costará más de un año de pérdidas lectivas a esta generación. Montse conoce el tema a fondo y profundizamos en él. A todo esto, Henri ha decidido quedarse a pasar la noche con nosotros. Alabado sea el santísimo sacramento del altar. Cuando alrededor de las 5:30 se van Rebeca y Montse, una observación de Diny: «Montse tendría que haberse dedicado a la política». No puedo sino darle la razón, aunque la política ensucia tanto Pero Montse sin duda se inscribiría en el partido de Los Verdes, hasta ahora el único con las manos limpias en este país.

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