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Mientras tantoDe mi diario : Semana 25 / 2018

De mi diario : Semana 25 / 2018


 

Weiß/Colonia, 17.6.

Me escribe Carmen para darme las gracias por citar en este diario su correo y lo del video de los 60 años de la muerte de Juan Ramón, y añade: «Lamentablemente pronto tendremos que hablar de otra muerte, la de Fuentepiña y el pino de Platero, como podrás leer en este enlace, y sin que nadie haga nada por remediarlo». Le contesto: «¡Qué pena toda esa historia, querida Carmen! Y que no se le caiga la cara de vergüenza a los responsables de la conservación de tales bienes espìrituales ¿Será posible tanta estulticia, tanta poquedad, tanta enanez mental? «¡Qué iracundia de yel y sinsentido!», diría JR». Y luego de enviarle mi respuesta me quedo pensando que no se puede esperar mucho más de la conjunción de la política con el espíritu más bien tirando a cavernícola de la que no por casualidad llamo Troglodia.

 

Ayer me olvidé de consignar que el correo me trajo el regalo que me mandó Cheme desde Torrenueva en nombre de Nono, un dibujo suyo, inefablemente suyo, dedicado a mí, de quien sabía la poquísima gracia que me hacía el santón Saramago. Tan certero en los detalles, Nono no escatimó ni los colores de Portugal, ni el frac, ni la insignia con la hoz y el martillo en la solapa, ni el dedo admonitor del sabelotodo poseedor de la verdad absoluta:

 

 

 

¡Qué buen regalo me haces desde el valle de Josafat, mi Nono querido, miles de gracias por él!

 

México mereció ganar y ganó. Suiza mereció empatar y empató. Alemanes y brasileños quedan así avisados de que no hay enemigo pequeño. Tengo muy en claro que no veremos a Islandia y Suiza entre los cuatro semifinalistas, pero les deseo que lleguen a los cuartos de final y le bajen los humos a todos los onces de campanillas que se les atraviesen en el camino. Los alemanes han estado dando tanta matraca desde hace meses con lo que ellos llaman “Operación Quinta Estrella” (ser el tercer país que gana dos Mundiales consecutivos), que es buena una ducha de agua fría para devolverlos a la realidad. Este equipo no es el de Brasil 2014, falta el carisma de un Lahm, de un Schweinsteiger, de un Klose. En Rusia, para alzarse con el santo y la limosna, van a necesitar algo más que por ahora no tienen. O no lo muestran. Que viene a ser lo mismo.

 

Weiß/Colonia, 18.6.

1:48 am : Acaban de pasar Belle, de la que escribí en este diario, el 5.10.2016, que era una peli emotiva y muy bien ambientada, y me prometia volverla a ver, «es casi janeausteniana en su desarrollo y en su resolución». Además me hizo volver a pensar, entonces como ahora, «en el destino de los primeros americanos y africanos que llegaron a nuestras sociedades a quedarse en ellas, por derecho propio». Es un buen tema para una columna, debo escribirla cuanto antes.

 

Esta mañana, después del desayuno, y sin decir agua va, me invadió, de manera invencible, un cansancio tan enorme que llamé al centro de fisioterapia para cancelar la cita que tenía hoy en la Sala Torquemada, a la 1:00 pm. Me volví a meter en la cama y estuve en ella, sin dormir, era nomás cansancio lo que me cerraba los párpados, hasta pasadas las 3. Empiezo a sospechar que estos ataques de cansera que me dan en los últimos tiempos se deban a uno de los remedios que estoy tomando, el Bisoprolol, del que dupliqué la dosis diaria porque resultaba materialmente imposible partir la pastilla en dos sin que se desmoronase. Lo consulté con el Dr. Ruppert y no vio inconveniente en que así lo hiciera, pero creo que voy a volver a la dosis de ½ pastilla con el desayuno. Aunque se desmoronen. Que se jodan ellas y no yo.

 

[Releo lo escrito y de repente se me ocurre que otra posible causa de mis ataques de cansancio sea que en los útimos días he bebido muy poca agua, y el Dr. Ruppert me tiene recetados 2 l. diarios. Beberemos, pues].

 

Weiß/Colonia, 19.6.

En La Modicana, con Diny. Los tres encargamos espaguetis: Diny à la modicana, Carlitos con salsa boloñesa, yo con mantequilla y parmesano, à la povera. Creo que es la primera vez en más de diez años que los tres encargamos la misma pasta con una salsa distinta. Pero no creo que sea cuestión de homologarlo en el Guinness Book of Records.

 

Antes seguro que también soñaba, pero no recordaba ni jota de mis sueños. Al contrario de Diny, que podía contarme los suyos con pelos y señales. Ahora, en la soñarrera de la mañana, después de haberme levantado a vaciar la vejiga y hasta el momento en que me decido a salir de la cama, pero sólo por el hecho ineluctable de que no puedo pasarme el día entero, la vida entera en ella, como Onetti, ni además tengo vocación de pose literaria existencialista al pedo; y ahora también, durante la siesta que nunca lo es, es decir, donde no suelo dormir, sino sólo soñarrear, llega un momento, siempre, en que tengo que moverme, porque me he caído, o por la sencilla razón de que debo desembarazarme de algo que me atenaza, y no puedo, mis motores corporales están tan comidos por el óxido que me dejan inerme, lucho y lucho por enderezarme o poderme desplazar aunque sea rodando, pero el cuerpo no me responde, y es en ese instante cuando descubro (no es el verbo exacto, pero no encuentro el verbo exacto y no soy Flaubert), descubro que estoy soñando y me despierto bañado en sudor.

 

Noticias de Huelva vía Montse y Rebeca, que las han recibido por Wahtsapp o cómo se llame esa aplicación (los españoles la llaman “Guasa”, porque en el fondo es un cachondeo); hoy han operado a Antonio, en Huelva, y la operación ha ido bien. Parece ser que hasta mejor de lo que esperaban los propios médicos. Lo llamaré mañana a su habitación en la clínica, ya la Nena me ha pasado el número de teléfono directo hasta el teléfono en su mesilla de noche.

 

Bebo de manera muy cuidadosa todo lo que bebo. Pero a veces ni el cuidado sumo me salva de atragantarme, y entonces boqueo como un pez fuera del agua e hipo como si fuese la disnea de un moribundo y el líquido se me escapa hasta por los ojos, me quedo sin respiración y son unas imágenes siempre recidivas, la del satírico alemán de entreguerras, George Grosz, y la del actor William Holden, que murieron asfixiados por su propio vómito, y luego cede la compulsión de comerme el aire a bocanadas y me derrumbo jadeando, acezante, sobre el escabel de la cocina, como hace unos minutos, y pensando si la vida vale la pena seguir viviéndola. Cuando uno es un puro saco de miserias, ¿qué sentido tiene seguir viviendo?

 

Weiß/Colonia, 20.6.

Hablo con Antonio, llamándole a la clínica. Lo operaron ayer y se encuentra bien, mejor de lo que opinaban o temían los médicos que le diagnosticaron el cáncer. Quien atendió mi llamada fue Amelia, su segunda hija, que creo que no llegó a entender quién era yo hasta que mencioné Alemania, y entonces me pasó con su padre. Charlamos un rato él y yo, y de repente, sin decir agua va, me dijo «Te quiero mucho», y yo le contesté sin solución de continuidad: «Yo también a ti, a pesar de lo feo que eres». Nos reímos y nos despedimos con besos. A veces creo que sigo siendo un choquero que vive una vida paralela en Colonia. [Busco “choquero” en el diccionario de la RALE. No lo registra, y es uno de los gentilicios populares más conocidos en España, hay que ver la falta de sensibilidad para el lenguaje popular en los señores académicos. ¡Ugggg!]

 

Pasaron en el canal Arte un documental acerca de Leni Riefenstahl y quien fuera su mentor y maestro, Arnold Fanck. Este hombre fue un apasionado por las montañas, que a mí, a decir la verdad, jamás me han atraído. Entiendo que haya gente a quienes les fascinan, incluso entiendo la belleza de sus imágenes, pero me dejan frío. No, no es eso, ni siquiera me dejan frío, es que no me dan ni frío ni calor sino todo lo contrario. Para decirlo de un modo que yo mismo logre entenderlo, en materia de montañas soy un perfecto agnóstico.

 

Weiß/Colonia, 21.6.

Yendo a la Sala Torquemada para una nueva sesión de fisioterapia, llego a la parada del bus y descubro que han estado podando el frondoso árbol del jardincito triangular en la bifurcación Calle Mayor de Weiß [Weißer Hauptstraße] y el Pflasterhofweg. Para ello hubieran bastado una escalera de tijera y dos operarios. Pero no. Han enviado una máquina infernal que se desplaza sobre orugas, como un tanque, y armada de brazos y tijeras mecánicas accionables desde la cabina. Con el resultado de que sí, han podado el árbol, pero al precio de haber convertido el jardincito en una piltrafa pardiverde que hace daño a la vista. Todo ello, claro está, autorizado por la autoridad municipal responsable de los parques y jardines de la ciudad. Hay que ser no ya bruto, sino bruto y medio, para no darse cuenta de semejante descabello. ¡Políticos!

 

Oskar no ha logrado terminar su bachillerato en el repechaje que hubo esta semana, y me dice Montse, al teléfono, que por fin ha entrado en razón y ha decidido repetir curso. Menos mal. Nosotros le hubiésemos apoyado en cualquier decisión que tomase, pero no puedo evitar un suspiro de alivio al pensar que se ha decantado por aquella que le aconsejaban sus padres.

 

[Curioso, el Diccionario de la RALE admitió “repechaje”, definiéndolo así: «En el fútbol, última oportunidad que se da a un equipo para que continúe en una competición», pero lo más notable es que lo admitió como salvadoreñismo. La madre que la parió. A la RALE digo].

 

Francia contra Perú. Partido sin pena ni gloria pero con un dato remarcable: Kylian Mbappé, con su gol, se ha convertido en el anotador más joven de la historia del fútbol francés, a sus 19 años y 183 días. El anterior era Trezeguet, que en 1998 anotó contra Arabia Saudita a los 20 años y 246 días. He retenido el detalle porque en el equipo egipcio milita un centrocampista llamado Trezeguet, en honor a su colega francés, campeón del mundo ese mismo año 98, en un equipo cuajado de estrellas: Zidane, Lizarazu, Tierry Henry, Karembeu, el propio Trezeguet Lo que no sabía, o bien lo sabía y lo olvidé, es que David Trezeguet, que nació en Ruán, como Flaubert, era de ascendencia argentina y se le conocía como “el rey David” y “Trezegol”, y que en sus últimos años como futbolista ayudó a River Plate de una manera decisiva en su regreso a la primera división.

 

Una belleza en el canal Arte: la ópera Macbeth, de Verdi, en una puesta en escena espectacular de Harry Kupfer, con Anna Netrebko y Plácido Domingo en la pareja protagonista, y la batuta de Daniel Barenboim dirigiendo la orquesta del coliseo berlinés Unter der Linden. Algo para no olvidar, y una vez más la convicción de que Shakespeare y Verdi fueron (y siguen siendo) la pareja ideal en la historia de la ópera. Como está disponible en la mediateca de Arte hasta el 18.9., pienso verla un par de veces más, pero acá, en la pantalla de la compu y con auriculares, para gozarla más y mejor. Sibarita que es uno.

 

Weiß/Colonia, 22.6.

1:30 am : Acabo de ver 5×2 [Cinco veces dos] de François Ozon, a quien tanto admiro. Y más después de este formidable trabajo con el tiempo. El tiempo ha sido desde siempre un factor dramático de primera categoría. Lo mejor que recuerdo al respecto son las obras de Priestley   An Inspector Calls [Ha llegado un inspector] y Time & the Conways [La herida del tiempo], pero también Jardiel Poncela jugó con el tiempo, si no de la acción sí de los protagonistas, en Cuatro corazones con freno y marcha atrás. En la narrativa lo que creo más conseguido es el relato de Carpentier Viaje a la semilla (también el cuento de Cortázar “La noche boca arriba”) y en cine El día de la marmota. Ahora debo añadir Cinco veces dos, también por la actuación magistral de Valeria Bruni–Tedeschi y Stéphane Freiss. Y la banda sonora, que es un lujo.

 

Lo venía constatando de manera subliminal, pero ahora ya lo sé de manera consciente, por qué me está resultando un pelín repugnante este Mundial de Rusia. Es por los tatuajes. Los del entrenador argentino, los visibles, le cubren los brazos hasta las muñecas y al reportero alemán del encuentro con Croacia le provocaron el comentario de que cómo era posible que este señor haya sido cajero de un Banco a no ser camuflado tras de una camisa y un saco (que taparan  semejante obscenidad; esto último lo añado yo). No tengo nada en contra de los tatuajes, lo que me repatea el hígado es la cantidad, la suplantación de la piel. ¿Para quién[es] se disfrazan, o qué es lo que pretenden ocultar con ellos?

 

Weiß/Colonia, 23.6.

2:10 am. : Una vez más Open Range, las obras maestras nunca se cansa uno de verlas. Como a Annette Benning, que cuaja aquí una de sus mejores actuaciones ante la cámara. Y decir eso, en su caso, es casi una petición de principio: ¿en qué peli no le ha robado el show al resto del reparto?

 

Henri en casa hasta una hora antes del Alemania vs. Suecia, cuando lo pasan a buscar sus padres. Al parecer no le interesa lo bastante el fútbol como para ver el Bélgica vs. Túnez o el México vs. Corea del Sur. Con todo, y antes de que empezaran las transmisiones del Mundial, estuvo viendo una peli de dibujos animados en un canal infantil, y jugando al mismo tiempo con el telemando, hasta que de repente, primero nos quedamos sin imagen, y luego no hay manera de ver otro canal que el primero, ARD. Menos mal que hoy es ése el canal que retransmite los partidos en Rusia, y de aquí a mañana espero desfazer el entuerto que nos ha encajado el despreocupado Henri. Ojalá.

 

El gol de Toni Kroos a Suecia, en el minuto 95, ha sido una obra de artesanía, de una perfección tal que casi parece una declaración de amor a la Geometría. Si lo hubiese anotado en el minuto 70 no hubiera sido tan bello. Para serlo necesitaba la angustia de la última esperanza, del minuto final.

 

***************THE END***************

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