Weiß/Colonia, 19.6.
1:20 am : Pasaron antes de la medianoche La directora de orquesta, la peli neerlandesa sobre Antonia Brico, la primera mujer que dirigió una orquesta sinfónica, y nada menos que la de Berlín, pero sin que nunca le ofrecieran un puesto de directora estable en una gran orquesta, para lo cual estaba harto mejor dotada que los Stokowskis de su época, donde los pantalones suplían la calidad. Y un poco más tarde, en el canal NDR, un concierto al aire libre en Hannover del que debo destacar la actuación de una soprano gringolatina, Nadine Sierra, excelentísima cantante de ópera pero al mismo tiempo dueña y señora de un hermosísimo par de glándulas mamarias que exhibió con generosidad facilitada por los dos vestidos que usó, descotadísimos y mostrando a las claras la ausencia de un sostén. Soy con toda seguridad el último en lamentarlo, adoro el desnudo femenino casi a la par que la música y el cine, y muy por delante de la literatura, pero entiendo que en un concierto en vivo no se trata de lucir el tipo, sino de cantar, y si para oírlo hay que cerrar los ojos, a fin de no distraerse admirando algo casi tan bello como la música, entonces lo mejor sería comprar el CD y escucharlo en casita con auriculares. [Leo esto al terminar de escribirlo y no me parece estar leyéndome, pero es así como lo siento].
Todo el día preparándome in petto para escribir una carta abierta a Nora Ephron, de quien el próximo domingo se cumplirán diez años de su muerte. ¿Me atreveré a escribirla? No lo sé, leo todo lo que me cae a la vista acerca de su vida, repaso con la ayuda de Youtube algunas de las mejores escenas de sus pelis, tengo la idea de qué decirle, y ya se lo quise escribir en vida, pero siempre me detuvo algo que no era timidez ni miedo a hacer el ridículo, sino la convicción íntima de que si por alguna casualidad nos llegásemos a conocer en persona, charlando le podría vender mi idea muchísimo mejor que por escrito, ni aún pidiéndole a Julian Barnes que escribiese mi carta. Veremos qué me trae la noche. Sin whisky además. No hay justicia en este mundo, y me temo que tampoco en el otro, si es que existe.
Cerca ya de la medianoche: no escribí la carta a Nora Ephron. Pero adelanté mi columna del viernes para EE y así tendré mañana todo el día libre a ver si se despista y me visita Miss Inspiration.
Weiß/Colonia, 20.6.
2:10 am : No conocía The Ice Storm [La tormenta de hielo], de Ang Lee, que la acabo de ver y me ha dejado un sabor agridulce, pero sobre todo el recuerdo de la actuación de Christina Ricci, 17 años, quien les roba el show a Sigourney Weaver, Joan Allen y Kevin Kline, más el resto del reparto, pese a que Ang Lee, como suele hacer, ha dirigido a sus actores magistralmente. Esta peli me hizo recordar en muchos momentos mi obra de teatro Detrás de la fachada, escrita allá por 1958, 59, y a cuyo texto mecanografiado le he perdido la pista desde 1967. La última vez que recuerdo haberlo tenido en mis manos es en los meses que vivimos en Huelva, a nuestro regreso de Buenos Aires, y alquilamos el apartamento que parece por dentro un pasillo de tren, en la esquina de Rábida y Berdigón, con su torrecita que convertí en mi cuarto de trabajo y donde manteníamos tertulias hasta altas horas de la madrugada, mientras Diny y Rebeca dormían un piso más abajo. 55 años que no veo ese manuscrito. ¿Dónde andará, si es que todavía existe y la usura del tiempo no se comió la tinta del mecanografiado…?
Leo en el KStAnz una gacetilla ½ cutre informando de la muerte de Jean–Louis Trintignant; murió el viernes, y un tuitero francés, @mompontet, le dedica dos líneas harto más elocuentes («Una leyenda, un talento loco, una pasión por el escenario, una presencia mágica y una inmensa carrera que obliga a la admiración y hoy a la tristeza… Jean Louis Trintignant nos ha dejado»), harto más a tono con la grandeza de Trintignant que esa gacetilla que parece dedicada a un actor de la serie B. Merde alors!
¡Escribí mi carta abierta a Nora Ephron! De un tirón. Es un texto que me ha encantado escribir y me ha dejado muy satisfecho, mis células grises siguen en sus puestos, y centinela alerta. Dejaré dormir el texto esta noche y lo repasaré mañana a mediodía antes de enviarlo a la redacción de Nexos.
Weiß/Colonia, 21.6.
1:25 am : Por un gran despiste, reforzado sine qua non por la sigilosa e insidiosa apatía que acabará por llevarme a la tumba, a fuer de pura inercia, me perdí Gut gegen Nordwind [Bueno contra el viento del Norte, que así se titula la novela original, sólo que en la traducción española caparon el título y le sacaron el “Bueno” que le imprime carácter]. En un videoclip que rastreo en Youtube oigo lo que sigue acerca de la novela: «El autor, Daniel Glattauér [sic], nació un 19 de mayo de 1960» informa la dizque reseñadora del libro en un programa de TV español, y la verdad es que uno se siente tentado a preguntarle: «Señorita, ¿cuántos 19 de mayo tuvo 1960?» No saben español y los ponen nada menos que a reseñar libros. El gran Neil Postman se quedó corto cuando dijo que «La TV no fue creada por idiotas, sino que los crea». Los crea y les da empleo ante las cámaras.
Montse y Henri se contagiaron ayer del Covid19, en una fiesta escolar a la que acudieron, y ambos los dos (© by Cantinflas) se encuentran en cuarentena en su casa. Bien comienza la semana. Ojalá se hayan repuesto antes del 9.7., cuando tienen programado ir de vacaciones a Cerdeña. Que en alemán se llama Sardinien, y los hispanohablantes (celtibéricos incluidos) residentes acá desde hace años llaman Sardinia, lo que demuestra el altísimo grado de cultura general con que llegaron a este país.
Hoy, en La Modicana, Ulli, Diny y Carlitos optan por los spaghetti alla modicana, mientras yo lo hago por la modalidad alla pescatore. Y tal parece que los cuatro hicimos una buena elección, la cual se redondeó con la aparición de la pareja asimétrica, procedente de ese heliodromo recoleto que es el patio. Dicho sea de paso, en los ya casi quince años que llevamos comiendo acá todas las semanas, me parece que sólo tres veces lo hemos hecho en el patio, y siempre con visitantes latinoamericanos: José Luis, Juan David, Berta Lucía con Emmanuel, su marido francés… y pare usted de contar. Ocurre, eso sí, que Carlitos es enemigo declarado de comer al aire libre. No deja de ser curioso en un canario, pero debo decir que tampoco yo soy muy entusiasta de las terrazas para comer.
Weiß/Colonia, 22.6.
2:00 am : Todas las noches, cuando Diny se despide antes de entrar a su cuarto para dormir, al rato suelo hace una ronda para comprobar que dejó todo en orden, lo que no sucede casi nunca. Pero esta noche ha superado todas las expectativas. Dejó corriendo el agua en el lavabo del cuarto de baño, y prendidas las luces de ese cuarto, del corredor que une todas las habitaciones, del vestíbulo, del comedor y la cocina, y lo peor me esperaba justo en ella: las dos neveras abiertas, y una de las dos gavetas inferiores de la nevera grande (que se usan para las legumbres, hortalizas, etc.) estaba encima de la repisa de la izquierda, vacía, y la otra gaveta inferior encajada a la fuerza en la nevera chica y conteniendo sólo dos achicorias. Y no tendrá sentido que se lo diga cuando me levante porque no se acordará de nada. Siento cómo las tijeras de la vida me van acortando los plazos.
En el segundo episodio de la nueva saga de Arnaldur Indriðason, la del comisario jubilado Konráð, hay una referencia inesperada a España: «El técnico de análisis científicos de la policía se llamaba Óliver. Su abuelo llegó de España tras la guerra civil. Aunque Óliver parecía un meridional alegre, luchaba contra la depresión invernal islandesa y, a medida que se hacía mayor, huía cada vez con más frecuencia durante la estación fría y oscura a reunirse con sus parientes del sur». Son dos cosas que me llaman la atención: a) que un republicano español se exilie motu proprio en Islandia; y b) que su apellido se islandice, o anglosajonice, recayendo el acento en la primera sílaba.
No publicarán mi Carta abierta a Nora Ephron en Nexos, así es que se la envío sin muchas esperanzas a GB en EE. En medio de la miseria espiritual en que vivo, y acosado por una realidad cada vez más agresiva con los parámetros “normales” de mi vida, este rechazo de un texto escrito con tanto amor es una puñalada que para nada me esperaba y me deja hecho trizas el día.
Weiß/Colonia, 23.6.
1:20 am : Nuevo episodio de la segunda temporada del joven Morse, pero la caótica programación del canal ZDF Neo me obliga a esperar hasta el miércoles 6 de julio para ver (volver a ver) el siguiente. La reputísima progenitora que los dio a luz, para decirlo bien mal y pronto.
Por una llamada a Montse para saber cómo se encuentran, ella y Henri (parece que ambos bastante mejor), me entero de que Paul también volvió a contagiarse; es la segunda vez, espero que el bichito hijueputa no se encariñe con él.
Vino Arzola y estuvo un par de horas poniendo cierto orden en mis bambalinas algorítmicas, pero le faltó material técnico para instalarme un disco duro que, según él, trabaja a una tal velocidad que mi PC me responderá las preguntas que le vaya a hacer aún antes de formulárselas. Vendrá la semana que viene y me instalará por fin esa maravilla. Haciendo tiempo para una cita que tenía a las 5 pm charlamos mucho de poesía cubana, y sobre todo de poesía paródica, le doy a leer el último texto que he enviado a Árbol Invertido y nos reímos de buena gana. Arzola, como yo, tiene un agudo sentido del humor de patíbulo, según lo llaman los alemanes, del humor negro; pero negro azabache.
Ileana y Francis me escriben que viajarán en julio a Berlín y que piensan hacer una escapada hasta Colonia para saludar a Arzola y conocernos, Arzola les contó que ahora hay un boleto especial válido de junio a agosto, ambos inclusive, con el que por 10 € pueden viajar en tren por toda Alemania. Les contesto que me alegraría mucho conocerlos de córpore insepulto, como suelo decir, pero les aclaro: «No son 10 € sino 9 € por tarjeta y persona, y eso es justamente lo que hace que los trenes viajen a tope, las escenas en las estaciones son como ilustraciones de Doré para la Comedia del Dante: aunque sea como lata en sardina, todo el mundo quiere gozar el privilegio de poder viajar por todo el país por menos de lo que cuesta una pizza margarita, la más barata de todas. OJO: Creo que la oferta sólo vale para los trenes (y no para todos) pero no para los buses entre ciudades (sí en los buses urbanos). Además, viajar en bus de Berlín a Colonia sólo se lo desearía a Xi Jinping, sin guardaespaldas y en una caravana organizada al alimón por Amnistía Internacional, Greenpeace y Human Rights Watch, amén de una delegación de los uigures en el exilio».
Weiß/Colonia, 24.6.
1:15 am : Termino de leer el segundo episodio de la saga del comisario jubilado islandés Konráð, y me vuelve a impresionar la gran cantidad de policiales escandinavas que resuelven casos ocurridos en el pasado y no aclarados entonces, y donde siempre el motivo del asesinato es ocultar un estupro en las cuatro variantes que registra EL diccionario: «Coito con persona mayor de 12 años y menor de 18, prevaliéndose de superioridad, originada por cualquier relación o situación. // Acceso carnal con persona mayor de 12 años y menor de 16, conseguido con engaño. // Por equiparación legal, algún caso de incesto. // Antiguamente, coito con soltera núbil o con viuda, sin su libre consentimiento». Ahí hay materia de sobra para una tesis doctoral sobre la liberación sexual en Escandinavia.
Estuvo lloviendo toda la madrugada, la consecuencia es que el repartidor del KStAnz seguramente decidió quedarse en casita, al calor del hogar, y nos dejó sin diario. ¡Europa, ah, Europa!
Estupenda la reseña del libro de mi Nosferatucita querida hecha por Anotota en su blog. Le cuento: «Con AC me he encontrado dos veces. Ocurre que el padre de Jeremy, su marido inglés, ya viudo se casó con una alemana y viven a una hora de tren de Colonia. Ella y yo llevábamos un par de años de correspondencia súper nocturna (de ahí que la rebautizase como mi pequeña Nosferatu), porque somos de la familia de los mochuelos y las lechuzas. Así es que la primera vez que vino a Alemania desde que nos carteábamos, se escapó un día para pasarlo conmigo en Colonia y me hizo una larga entrevista en la cafetería del Museo Ludwig, al lado mismo de la catedral, para un programa que realizaba en una emisora paisa. La segunda vez que nos encontramos fue con Jeremy, a quien ella le había despertado las ganas de conocerme, y nos caímos muy bien mutuamente. Los llevé a comer a una de las mejores y más antiguas cervecerías de la ciudad, y ella y Carlitos, que nos acompañó, compartieron un codillo de cerdo. Lo menciono porque les dije que la cervecería tenía (y tiene) su propia carnicería, así que la calidad estaba garantizada, y entonces Nosferatucita quiso encargar un codillo de cerdo, y la convencí de que lo encargase para dos y lo compartiera con Carlitos, porque ella sola no iba a ser capaz de dar cuenta del codillo entero. Como así fue, ni siquiera los dos juntos consiguieron despachar el plato; Jeremy y yo, bastante más frugales, después de comer nuestros encargos, aún tuvimos que echarles una mano. Y tengo permanentemente enfrente de mí mientras escribo una foto que nos hizo un turco que pasaba por allá la primera vez que nos encontramos y a quien le pedimos que nos la hiciera con la cámara de ella, que es otra periodista de racamandaca».
Weiß/Colonia, 25.6.
0:30 am : Veo unos documentales sobre las dictaduras de Salazar y los coroneles griegos. La misma miseria siempre. Quienes se creen llamados a ser la salvación de sus pueblos. Y los pueblos estúpidos que los siguen como los niños al flautista de Hamelín.
Aprovechando que Diny marchó a una reunión con sus hermanas, en compañía de Rebeca y Angie, tenía intención de ir a almorzar al Bistro Verde con Paul y Oskar, quien previamente iba a pasar por aquí para motilarme. Pero Paul me mandó un email diciéndome que aunque el test que le han hecho dio negativo (es decir, superó el Covid), no se siente tan bien como para salir de casa y que prefiere descansar. Y Oskar llamó diciendo que le vendría mejor pasar mañana. Resumiendo: me preparo un consomé con un huevo escalfado y unas gotitas de salsa de soja, y de postre una docena de cerezas que son mismamente manjar de los dioses, gordas y sabrosas. Lo empujo todo con un vaso de leche y me acuesto a dormir la siesta.
Alrededor de las 5:30, saboreando un café cargado y con mucha azúcar (una energía que necesito tanquear para seguir adelante), ocupo 34’42” con una llamada de despedida a Violeta, que pasado mañana regresa a Venezuela. Me dice que los calores en Madrid son insoportables, que la Puerta del Sol está patas arriba y que el Museo del Prado lo han remodelado de tal manera que se sospecha que las Meninas han salido a pasear al Retiro (esto me lo invento yo a partir de su descripción). Le deseo un buen vuelo de vuelta a Karakogrado, e in petto que el presidente de su país le haga honor a su apellido y se caiga de una maldita vez.
Después de repasar las anotaciones de esta semana antes de subirlas a Fronterad caigo en la cuenta de que olvidé anotar una esquela fúnebre avistada hoy en el KStAnz, mientras desayunaba, y en la que campea un epígrafe de Plinio el viejo, directamente en latín: «Vita vigilia est». ¡Y tanto que la vida es vigilia, don Plinio! Hasta el punto de pasar uno los días de claro en claro y las noches de turbio en turbio y hacer que la memoria recuerde algunos de los versos más tristes que he leído en mi vida: «éjame que duerma, / ¡a ver si es pa siempre!… ¡Si no me espertara!… / ¡Tengo una cansera!…»
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