Weiß/Colonia, 27.6.
1:00 am : Dinamarca se deshizo de Gales, con un contundente 4:0 en el estadio Johan Cruyff de Ámsterdam. Italia, en cambio, lo tuvo muy cuesta arriba con Austria, en Londres, en Wembley, para seguir a cuartos de final: sólo pudo conseguirlo en el alargue. Ahora, lo más probable es que en cuartos de final se enfrenten Italia y Bélgica, y esa será una final anticipada porque son los dos mejores onces de la competición. Mentalmente prenderé una vela en la catedral de Amberes para que los belgas lleguen a la semifinal.
Finalmente he llegado a la conclusión, hoy, de que mi cuento dándole una vuelta de tuerca a La Regenta no puede ser sino bueno, y ello por una razón muy sencilla: de sus 3.286 palabras sólo 240 son mías, nomás el 7,5% del total. El resto es de nadie menos que Clarín, de manera que no tiene más remedio que ser bueno. Y colorín colorao, este cuento s’h’acabao.
Me escribe José Balza, alertado por Violeta de que lo nombré en mi diario. Le contesto ipso fuckto: «Nunca olvidaré nuestro encuentro en Bad Ems, con Abdón Ubidia y Álvaro Mutis, y aquél húngaro que se sacó de la manga el encuentro de América Latina con Europa oriental. Nunca olvidaré en especial nuestro paso por el salón del balneario, donde a esas horas la haute volée de la sociedad de una ciudad balnearia en la provincia alemana movía sus huesos al compás de una música cutre de tan adocenada. Fue algo así como colarnos de rondón en una escena de El año pasado en Marienbad, que es otra ciudad balnearia. Álvaro y yo nos moríamos de la risa al verlos bailar pero de repente se puso serio, me agarró por el codo y dijo inapelable «Vamos, Baden Powell, salgamos pronto de aquí antes de que nos manden a Buchenwald». [Siempre me llamaba Baden Powell cuando estaba de buen humor; en las pocas veces que no lo estaba, entonces me llamaba Baden Baden, ¡más balneario!] // Dicho sea de paso, ya leí los tres relatos que has publicado en CC.HH. para la despedida de Juan. Son buenísimos, son Balza puro, un Balzac tropical sin la c de cutre, que un poco (un mucho) sí que lo era monsieur Honoré».
Me comenta mi deuda estherna desde la provincia [=Berlín], después de leer mi diario: «Cada día escribe mejor ese guacho a quien le copiás, che». Le contesto desde el limes: «En cuanto al guacho al que le copio, es verdá, le copio, pero creo que para mejorarlo»
Weiß/Colonia, 28.6.
2:30 am : Viejos episodios de Crímenes en Sandhamm, la serie policial sueca, y la del joven Morse, que crea adicción y es superior a la primitiva del Morse maduro y su continuación con Lewis, quien era el sargento de la primitiva, y también su serie superó a la casi mítica de Morse. Siempre que pienso en “mis” series recuerdo Fahrenheit 451 y cómo las amigas de la mujer del protagonista, y ella misma, hablan de los personajes de una telenovela como si fuesen personas de carne y hueso, incluso amistades personales.
David, tan querido, me pregunta desde Paisápolis [=Medellín]: «¿Tienes alguna forma para que nos comuniquemos? ¿Zoom, Skype o cualquier otro medio?» Le contesto: «La respuesta es que no tengo (ni tampoco quiero tener) Skype ni cualquier otro medio de comunicación, ya bastante ajustado me resulta el poco tiempo que seguramente me resta para cumplir con mis obligaciones. Cuando comenzó el confinamiento por causa de la pandemia mis hijos quisieron instalarme Skype para poderlos ver y comunicar con ellos, pero les dije que no». También me dice David: «En mi clasificación geográfica personalísima (los lugares responden a eventos que me marcaron o las amistades más íntimas), vos tenés dos lugares: Colonia y Huelva. Cuando vaya allá, prometo ir al puerto con un libro tuyo y tomarme un trago mirando hacia el Atlántico». Y a eso también le respondo: «Desde el puerto de Huelva no podés ver el Atlántico, sino sólo la orilla norte del estuario que forman el Tinto y el Odiel al juntarse y salir unidos al océano. Pero a cambio de no ver el Atlántico, desde los Jardines del Muelle podés admirar los crepúsculos más hermosos que imaginarse puedan, cuando el sol se pone tras los cerros de Aljaraque y el aire se vuelve poco menos que rubí líquido, es una sensación que no he tenido en ningún otro lugar».
¡El David Suiza le ganó al Goliat Francia! Es el partido más dramático habido hasta la fecha en la Eurocopa. Cuando Suiza marcó el 1:0 le escribí a Marcos, en Karakogrado, que ojalá los helvéticos le bajaran los humos a los gabachos. Y los dioses del fútbol me oyeron, ese segundo tiempo yendo ganando Francia por 3:1, empatarles a 3 en el minuto 90′, mantener el 3:3 durante los 30′ del alargue y ganarle por penalties (5:4) al campeón del mundo es una hazaña para recordar. Vive la Suisse! Y que monsieur Pogba se meta por donde amargan los pepinos sus estúpidos bailecitos de victoria cantada. Aunque, eso sí, su gol del 3:1 fue sensacional. Al César lo que es del César. Sólo que su hazaña la cagó con la farsa de su bailecito. Marcos me comenta: «¡¡¡Totalmente de acuerdo!!! Y al entrenador de Francia, lo menos que le sale (¿todavía usan la guillotina?) es una estadía con gastos pagados en el penal de la Isla del Diablo… Quel idiot!!!!!! Tengo en la nevera, en alguna parte, algún queso suizo que me comeré cumplidamente… y con una enorme sonrisa…»
Weiß/Colonia, 29.6.
2:15 am : Volví a ver un viejo episodio de la serie policial alemana ambientada en la Bretaña. El inspector Dupin me cae requetebién, y no digamos ya la Bretaña, de la que sólo conozco Saint–Malo, cuando me invitaron a la reunión anual de los escritores de novelas de aventuras. Fue la última vez que me encontré con Osvaldo Soriano. Una tarde abandonamos la reunión para salir a la ciudad, sentarnos en la terraza de un café y tomar nuestros tragos. Poco después regresó a la Argentina, y se murió prematuramente, cuando estaba escribiendo mejor que nunca. Ay.
En La Modicana, hoy, una viva conversación en la que Ulli y yo llevamos la voz cantante, los dos de acuerdo en que el vegetarianismo es una pura hipocresía. Como si los vegetales no fuesen seres vivos ni sintiesen. Mucha legislación para evitar los hacinamientos de animales (cerdos, gallinas) en batería, para una producción intensiva, pero ni una sola ley para prohibir o limitar la producción masiva de legumbres, frutas, etc. en grandes criaderos techados con plástico, que son además un insulto a los paisajes que prostituyen con su presencia. Y todo ello subvencionado por la Unión Europea. Nos merecemos el Apocalipsis.
Después de leer mi diario, José Luis me escribe algo que suscribo con plena conciencia de que lo hago: «Disfruté tus elogios a Valle–Inclán en tu diario. Los comparto plenamente. De todos los escritores españoles es al que más hubiera querido conocer personalmente. Josefina Carabias lo deja muy bien pintado y parado en su libro sobre Manuel Azaña, y además menos estruendoso de como Umbral y otros lo pintan. Claro, era un Valle–Inclán en sus últimos años. Eso sí, compararlo con Gabo fue muy duro para el pobre colombiano. Gabo no resiste comparación ni siquiera con otros escritores de menor calado que Valle–Inclán. La prosa de Gabo, incluso si la comparás con la de otros escritores de menor talla que Valle–Inclán, no queda muy bien. Y además, la de Cien años de soledad es que no luce nadita. Pienso en Carpentier, veinte puntos por debajo de Valle-Inclán y muy por encima de Gabo. Se me ocurren muchos más, incluido el Coronel Urtecho de Rápido tránsito».
Alemania vs. Inglaterra en Wembley, y adiós a la era Löw. Quince años dirigiendo la selección alemana, a la que llevó a las semifinales del Mundial de Sudáfrica y a ganar la final del Mundial de Brasil, en el 2014, después de haber atizado a los anfitriones la milagrosa goleada del 7:1 en Minas Gerais, ese “sete um” que el pueblo brasileño usa ahora para designar una catástrofe, o el colmo de la mala suerte. Lo mejor de la noche: los goles de Sterling y Kane. Yo me alegro sobre todo por Southgate, que así se ha tomado la revancha de su fracaso personal contra Alemania en 1996, cuando falló el penalty decisivo en las semifinales de la Eurocopa de aquel año. Ahora Inglaterra tiene casi abiertas las puertas de la final, porque no debe enfrentarse a Italia ni a Bélgica, a no ser justo en la final. Pero sea cual fuere, mi favorita sigue siendo Bélgica.
Weiß/Colonia, 30.6.
1:45 am : Lo único que valía la pena de la programación de esta noche era Spooks, la peli, no la serie, y la he vuelto a ver por Jennifer Ehle, no por la peli, que es como una especie de recocido de la serie y sin muchos visos de verosimilitud. Cada vez me cae más antipático el MI 5.
Donde la pedicura, esta vez con una nueva, Talita, quien me desasna aclarándome que su nombre es de origen hebreo–arameo, se encuentra en la Biblia. Le digo que el nombre de mi mujer es uno que también figura en la Biblia, no como Diny (apelativo familiar) sino como Everdina. Hemos charlado mucho durante la hora que dura el tratamiento. Talita es australiana, pero habla muy bien el alemán, y es, de las cinco pedicuras que llevo conocidas en el consultorio de Frau Dr. Hölker, la más leída y la mejor informada acerca de, por ejemplo, el tema cine. Cuando le digo que mi tercer nieto se llama Vincent por el protagonista de Pulp Fiction enseguida comenta: «Ah, claro, Vincent Vega». Eso sería por completo imposible con Dörte, quien hasta 1990 vivió, si es que a eso se le puede llamar vivir, en la RDA y se perdió epifanías tan fundamentales como el mayo parisino del 68, Woodstock, y antes la nueva ola del cine francés y tantas otras cosas.
Visita sorpresiva de Oskar con una botella de buen whiskey embotellado en Irlanda que me trae como regalo atrasado de cumpleaños, lo que me parece una excusa muy amable para darme luego un sablazo de 500 € a cuenta de su seguro de vida. Le entrego la transferencia para que todavía hoy pueda depositarla en el buzón de una sucursal del Commerz Bank que hay cerca de su casa. No puedo evitarlo ni lo hago: es mi predilecto. Pero eso no signifiva que lo que quiera más que a los otros tres, sino sencillamente que entre él y yo existe lo que yo llamo “afinidad selectiva”, que nada tiene que ver con Goethe y sus afinidades electivas.
Weiß/Colonia, 1.7.
1:50 am : He puse a ver Pájaros de verano, una coproducción colombo–danesa, en el canal Arte, y me pasó lo que con El abrazo de la serpiente, del mismo director: me aburrió desde muy poco después (y a pesar de) la escena de la danza de Zaida, que es un bello espectáculo. No dudo de que la peli cuente la verdadera historia del nacimiento del narcotráfico y cómo la codicia del dinero fácil acaba con la cultura de los pueblos indígenas americanos, pero no logré enganchar con ella. Por otra parte, y que yo recuerde, la única peli colombiana que me ha gustado es La estrategia del caracol, vista sentado junto a Sergio en el festival de Huelva.
En las páginas locales del KStAnz viene hoy la noticia de que Imke Wübbenhorst va a ser en la nueva temporada la co–entrenadora de uno de los tres clubs de fútbol de Colonia, el FC Viktoria, que milita en la 3.ª división. No es que yo siga al Viktoria pero algo en la noticia me motivó a leerla, y es que Imke Wübbenhorst jugó el año 2015 en el Sporting de Huelva, que ese año ganó la Copa de la Reina. Es decir, que en Huelva se sigue haciendo buen fútbol, pero no precisamente por el Recreativo. Lo que me intriga es cómo habrán pronunciado allá en Troglodia el apellido de doña Imke: ¿Gubenjórh? Mucho me late que sea lo más probable.
José Balza me escribe desde Venezuela: «Has cumplido con tu libertad, nada como una variación para tocar el eje». Es una frase muy típica de su manera de escribir. Con ella, según creo, me está diciendo que acerté en mi vuelta de tuerca a La Regenta, que le mandé hace un par de días.
Me escribió ayer José Luis insistiendo en el tema García Márquez: «Cien años de soledad ya no me mola, como dirían tus paisanos. Hace poco probé con «La increíble y triste historia…» y no la soporté. Cruzo los dedos porque El otoño del patriarca me siga fascinando y también El coronel no tiene quien le escriba y su Relato de un naufragio. Curioso lo de GGM: tan cerca en el tiempo y ahora tan lejos en el paladar. Lo contrario de Pérez Galdós y Valle–Inclán. Me ha pasado con GGM lo mismo que con Joan Manuel Serrat: me empalagó. Y ahora no entiendo cómo alguna vez los disfruté». Le contesto hoy: «A Serrat no lo pude tragar nunca. Siempre dije de él que era el Julio Iglesias de la izquierda. Además lo mejor que tiene grabado de Machado y Miguel Hernández son creaciones de Alberto Cortez, que ese sí que era un cantautor de verdad. Y en lo que toca al resto, completo acuerdo con sumercé querida, como decimos en Boyacá».
Paul cocina para nosotros gambas a la plancha y de sobremesa tenemos una larga charla marcada por el catastrofismo de Paul, quien nos dice que él no cuenta con llegar a nuestra edad, él tiene 24 y para cuando pudiese cumplir 82 ya entonces ciudades como Nueva York o Venecia habrán sido devoradas por las aguas. Estoy por preguntarle que si realmente piensa así, o está tan convencido de que va a ser así, ¿por qué entonces anda tan entusiasmado con los proyectos que tiene y que no son pocos? Pero me acuerdo a tiempo de aquello que Bioy le dijo alguna vez a Borges: «Hay mujeres que van a la cama diciendo no; señalarles la contradicción sería una tontería». More traslatitio aplica en este caso, así es que me callé y no le dije nada a Paul.
Weiß/Colonia, 2.7.
2:00 am : Veo los episodios 4, 5 y 6 de La jauría, la serie policial chilena. Es en verdad una serie muy buena y muy bien interpretada. Sólo los títulos de crédito en la careta de presentación son justamente impresentables. No se entiende nada (sólo palabras sueltas) del texto del rap en off, y las imágenes y los letreros onomásticos son confusos o se pierden sobre un fondo del mismo color que las letras. No me explico cómo no cuidaron la tarjeta de visita de la serie, menos mal que ella se defiende bien sola.
Hoy se cumplen 55 años de que Diny y yo nos casáramos en la iglesia de Beek de Montferland, el día anterior lo habíamos hecho en el registro civil de ‘s Heerenberg, habilitado en una casa señorial del Siglo de Oro neerlandés, el XVII, como en España. Nos llamaron Rebeca y Montse para felicitarnos, y Riet desde Terborg, y Diny vino por la tarde a la puerta de este cuarto para darme el pésame. Y es que el humor negro está a la orden del día en los dominios de la familia Bada Hansen.
Italia pasó a las semifinales tras este Italia vs. Bélgica que ha sido la final anticipada. Ahora, Italia o bien España (más bien Italia) seguramente llegará a la final contra Inglaterra, que no lo tiene difícil contra Ucrania en los cuartos de final ni con Dinamarca o Chequia en las semifinales. Pero la final ya la hemos visto, y ha sido de poder a poder. Italia ha ganado merecidamente y Bélgica ha perdido sin merecerlo, pero el fútbol es así, imprevisible como antojo de mujer preñada.
Weiß/Colonia, 3.7.
El día amaneció soleado y seco, viento en calma, condiciones ideales para el garden party en lo de Montse con motivo de nuestras bodas de esmeralda (55 años casados). A falta de Paul estamos todos, por primera vez la familia al completo desde diciembre del 2019. Le regalo a Diny las lógicas esmeraldas (el juego completo: collar, pulsera y zarcillos, esos que al otro lado del charco llaman “aretes” aunque no sean redondos, y de este lado del charco con el galicismo “pendientes”). Deliciosos el gazpacho que aportó Chico y la barbacoa servida por Frank. Mucho apetito, muchas risas, muchas anécdotas. Pero al paso de las horas el cielo se fue nublando y la atmósfera adensando, y empezó a lloviznar y fue imposible continuar en el jardín, ni siquiera al resguardo del toldo y la marquesina. Ahora, de vuelta en casa y mientras diluvia, sólo me queda consolar a quienes me pidieron fotos de la familia en pleno: ha sido un reencuentro tan feliz que no se hizo ni una sola foto del grupo.
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