Home Frontera Digital De mi Diario : Semana 37 / 2022

De mi Diario : Semana 37 / 2022

 

Weiß/Colonia, 11.9.

2:15 am : Leí un capítulo más de Revolución, el último libro publicado por David van Reybrouck. Este es uno que podría leerse de un tirón, pero me engolosino más leyéndolo a pequeñas diócesis, como decía el camarero de La del manojo de rosas, a quien por ser tan redicho llamaban “el Espasa”. Anoto una muestra de lo poderoso de su estilo: «Quien viajara en aquellos años por la colonia [la actual Indonesia], podía ver al campesinado trabajando en silencio en los campos de arroz bajo un sol de justicia. Cuando los arrozales ya estaban crecidos, de vez en cuando se atisbaba un sencillo sombrero de mimbre trenzado que sobresalía entre los tallos, como un acento circunflejo en un libro francés del que hubieran desaparecido todas las letras». Chapeau, mijnheer van Reybrouck!

Vino Rebeca a pasar un rato con Diny y sacarla a pasear. Acuerdo con ella que a ella y a Montse les pasaré 200 € mensuales a cada una del dinero de bolsillo de la Asistencia Social a que tiene derecho Diny. No es ni con mucho la cifra que se merecen por su abnegación y su entrega al cuidado de Diny, sobre todo teniendo en cuenta que sé que lo seguirían haciendo sin percibir un centavo ni reclamarlo. Tengo unos hijos que no me merezco.

Weiß/Colonia, 12.9.

2:00 am : Un nuevo episodio de la última temporada, por ahora, del comisario Beck, y caigo en la cuenta de la composición mayoritaria femenina de la brigada de homicidios, cuatro mujeres y tres hombres, mientras que en las primeras temporadas eran cuatro hombres y una mujer. ¡Ah Suecia, Suecia, qué sabia eres! ¿Cómo es posible que te des el lujo de un partido de extrema derecha?

Me levanto a las 7:45 para aliviar la vejiga y luego voy a la cocina a beber un trago de leche (un buche, diría mi abuela Remedios) y le pregunto a Diny si ya pasó la diaconisa que la asea, me contesta que sí, que a las 7:00, pero que la mandó de vuelta porque ya se había duchado sola. Cuando llega Montserrat para acompañarla a la ergoterapia y le cuento lo sucedido, tratamos de convencerla de que no debe volver a hacer eso, la diaconisa no viene a ducharla por entretenerse sino porque es su obligación y le pagan por eso. Si le entró por un oído y le salió por el otro, chi lo sa!

Voy donde la Dra. Súlimma para un nuevo control de la vista, y mientras la espero me entretengo en aproximar al alemán uno de los proverbios de Machado: «El ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas: / es ojo porque te ve». Sé que le va a gustar, pero mi gozo en un pozo, abuela Remedios dixit! No es la Dra. Súlimma quien me atiende sino uno de sus colegas del consultorio, la Dra. se encuentra de vacaciones. Resultado del examen: ningún cambio apreciable desde la vez anterior. Laus Deo!

Weiß/Colonia, 13.9. (“Trece y martes, lagarto lagarto”, como decía mi abuela Remedios)

1:30 am : En el canal Arte un precioso documental sobre Alain Resnais, quien fue probablemente el más imaginativo de los directores de cine franceses. Me entero por ejemplo de que durante el rodaje de Hiroshima, mon amour, le escribe a Margeritte Duras dciéndole lo mucho que le ayudaban «vos lettres magnétiques [tus cartas magnetofónicas]». Me hace recordar la fonocarta que me mandó JC en el otoño de 1976, y también cuando fui a recoger a Grass y a su mujer en el aeropuerto de Barajas, agosto 1994, para acompañarlos hasta El Escorial, donde uno de los cursos de verano estaba dedicado a él. En el camino les comenté que entre los invitados a los cursos también se encontraba Adolfo Bioy Casares, a quien se debe la inspiración de El año pasado en Marienbad. Me replicaron unísono los dos, casi escandalizados: «¡Pero Herr Bada, el guion de El año pasado en Marienbad es de Robbe–Grillet!» «Sí –les contesté–, pero es que ustedes no han leído La invención de Morel».DiD

En La Modicana, tan sólo Diny yo, Ulli hoy no puede y a Carlitos no le deja venir solo. Diny pide una ensalada de sandía, higos y aguacate, y yo mis mejillones y almejas en salsa de tomate, amén de un postre: panna cotta con limoncello. Cuando me la sirve Minou llega la pareja asimétrica desde el patio y Carlo comenta al ver mi postre que es como para hacerle una foto. A Minou y la signora les digo que este martes tal vez sea el último que Diny come en La Modicana; en la “residencia de día” no tenían más días libres que los martes y los viernes, por eso insistí en venir hoy los dos solos.

José Luis, después de leer la última entrada de mi blog en EE, me envía un email donde me cuenta: «Los supersticiosos abundan entre los escritores. Cabrera Infante lo era de forma enfermiza. Lo reconocía sin poder evitarlo. Y aquí lo era uno de nuestros más famosos políticos, Máximo Jerez, que también era escritor. Caminaba únicamente sobre las baldosas blancas en aquel tiempo en que todos los pisos era como un tablero de ajedrez».

Weiß/Colonia, 14.9.: tal día como hoy en 1920, nació Mario Benedetti en Paso de los Toros/Uruguay

2:30 am : No vi el final de El Dorado  (Wayne y Mitchum dirigidos por Howard Hawks) porque Diny vino a preguntarme por qué no había llegado todavía Momtse quien debe venir a  buscarla recién a  las 7:00. Cuando por fin la convencí de que podía seguir durmiendo ± cuatro horas, volví a mirar la pantalla y acerté a ver dos palabras: “The End”. Son las primeras dos palabras inglesas que aprendí.

Hoy me he reconciliado con Austria. La diaconisa austríaca que vino para hacer nuestras compras (cuya lista tuve que improvisar con ella porque Diny se olvidó de hacerla) es una mujer joven y muy vivaracha, como dizque son las vienesas. Hizo las compras en un tiempo récord y la rebauticé como Speedy González. Me llama «mi español» (a Diny la llama «mi neerlandesa») y se despide con un beso volado. Es un diablo cojuelo con faldas. Lo dicho: me ha reconciliado con Austria.

Nuevo email de José Luis desde Managua: «Leo ahora las crónicas de la guerra civil de Chaves Nogales. Me sorprende lo mucho que se equivocó sobre su patria, después de haber sido tan clarividente sobre Rusia y Alemania. Casi en todos sus pronósticos –y a veces también en sus valoraciones sobre lo que ocurría– estuvo meando fuera del tarro. Me identifico con sus errores. Nada nos traiciona más que el pensamiento desiderativo –ese que los anglosajones llaman wishful thinking–, que abunda más cuando analizamos lo que nos afecta de forma inmediata». Le contesto: «Yo recordaré toda la vida nuestro regreso a las aulas en enero de 1959, en la Uni de Sevilla, la Hispalense, donde la Facultad de Derecho ocupaba desde el otoño de 1955 (cuando inicié en ella mis estudios de Leyes) el ala Este de la antigua Fábrica de Tabacos: has leído bien, sí, allí donde trabajó la Carmen de Bizet. El primer día de clase de Derecho Internacional Público, don Mariano Aguilar Navarro, nuestro catedrático de la asignatura (en la que me calificó como «sobresaliente con matrícula de honor»), después de saludarnos y desearnos un feliz año nuevo, se explayó acerca de la llegada de los barbudos de Sierra Maestra, poquísimos días antes, a La Habana. Y concluyó diciendo: «En materia de política toda predicción es temeraria porque se trata de una ciencia nada exacta, pero si quieren saber mi opinión, yo a este nuevo régimen no le calculo más de dos o tres años». La gloria de la equivocación es una de las grandes conquistas de la mente humana, mio caro Giuseppe Luigi».

Dos muertes casi a la par, como fue el caso con Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni, esta vez Jean–Luc Godard e Irene Papas. Godard nunca fue santo de mi devoción (exceptúo Sin aliento, cuya idea original es de François Truffaut, aún eran amigos entonces). Y con la Papas tuve una experiencia muy divertida en el festival de cine iberoamericano de Huelva, la conté en mi blog de EE. Descansen en paz «ambos los dos» (© by Cantinflas, otro gran nombre del cine).

Diny me ha venido a besar tres veces en menos de 10’ antes de irse a dormir. Ya no le digo que sí cuando me pregunta que si ya se despidió. Prefiero que me vuelva a besar. Y no se trata de ninguna clase de egoismo ni de altruismo, simplemente de aceptar mansamente el destino que me tocó.

Weiß/Colonia, 15.9.

1:15 am : Me equivoqué la semana pasada, quedaba todavía un episodio de la cuarta temporada de El joven Morse. Como no está programado comenzar la quinta el próximo miércoles, así podré ver algún episodio de la serie sueca protagonizada por la fiscal Rebecka Martinsson (su nombre es un homenaje de la autora al comisario Beck de Sjöwall y Wahlöö), siempre lo pasan en un horario paralelo y no lo repiten como sí sucede con otras series, y esta me gusta por la protagonista y el escenario, Kiruna, que viene a ser una especie de Chocó sueco.

Vino Montserrat para acompañar a Diny a la fisioterapia. La rutina sigue haciendo su rodaje, pero se la nota bien engrasada, su engranaje casi no chirría.

Weiß/Colonia, 16.9.

2:00 am : En el programa del kabarettista Dieter Nuhr (uno de los mejores, si es que no el mejor, de su género en Alemania) uno de los sketchs más divertidos de esta noche fue el de Monika Gruber, quien desde Múnich y con un acento bávaro descafeinado contó cosas como esta: «Una amiga (no les diré el nombre) me confesó hace un par de días tenerle un pánico tan grande a la próxima factura de la compañía de electricidad, que ha decidido abandonar al consolador por su marido».

Estuve primero en el Banco para firmar las órdenes de transferencia mensual de 200 € a Rebeca y Montse, así como 1.000 € a cada una por las mensualidades mayo a septiembre, que la Asistencia Soscial giró a mi c/c con carácter retroactivo. De allí al Bistro Verde, donde la dueña me peguntó si venía solo o esperaba a mi mujer; le expliqué que ahora vendré más a menudo los viernes, a causa de que es una de las dos “residencias de día” de Diny. Almorcé un buen filete de gallineta de Islandia, con papas hervidas y salsa remoulade, todo regado por un Chardonnay frío y entrador, y me animé a hincarle el diente a un postre de bizcocho de chocolate con nata montada, y rematar la faena con una grappa. Uno debe morir bien comido y bien bebido. Y del Bistro Verde al Aldi, para unas compras; ya en el bus de vuelta a casa me di cuenta de que olvidé mercar pan de molde.

La coordinadora de programación de la Feria Internacional del Libro de Monterrey, Paola Tinoco, me escribe acerca del homenaje que van a rendirle allá el 8 de octubre a mi Héctor mexicano (gozo de la amistad de otro Héctor también muy querido en Colombia): «Tengo entendido que usted participará con un video, y necesitamos que nos firme una carta de permiso de uso de imagen». Le contesto ipso fuckto: «Lo que voy a suministrar (aunque todavía no tengo día ni hora para la grabación) es un audio, no un video, que pasaría por teléfono. Sea como fuere, y como no puedo ingresar al documento que me envía, para firmarlo, le mando en el anexo mi firma para que la copien y la pongan al pie del documento. Por favor, no la usen para ponerla también al pie de un reconocimiento de la deuda exterior de México. Gracias». Ella me responde: «Le prometo que haremos buen uso de su firma. Y entonces, ¿cómo hacemos con el audio? ¿Lo mandará usted grabado desde su celular? Para ver que se use adecuadamente y editar si es necesario». Le replico; «A mi buen amigo Héctor ya le expliqué que soy un pecio del siglo XX arrojado a la inhóspita playa del siglo XXI, y lo único que podía ofrecerle es escribir un texto que podría grabar yo con mi voz si nos pusiéramos de acuerdo en el día y la hora para que me llamen por teléfono y hacer la grabación (he pasado así mis crónicas semanales a la emisora cultural HJCK de Bogotá durante 22 años). Esa grabación la pueden reproducir proyectando simultáneamente en la pantalla de la sala un par de fotografías mías en mi cuarto de trabajo, en la calle, etc. Y tendría que saber la fecha límite para la grabación, a fin de disponer el hueco para redactar el texto: entre mis compromisos de entrega fija, que ya son más de tres por semana, y la agenda de citas de mi esposa enferma con la Diaconía y sus médicos, mi agenda es más completa que la de Biden. Motu proprio propongo que la grabación se haga en la última semana de este mes, entre el lunes 26 y el viernes 30, más bien el viernes 30. Creo que con esto quedan aclaradas todas las dudas que tuviere acerca de mi participación en el homenaje. // Un cordial saludo desde el limes, la frontera del imperio romano, en la orilla buena del Rhin, donde termina la calle en la que vivo desde hace 47 años, mientras en la orilla opuesta, como desde siempre, siguen acechando los bárbaros». Y a todo esto ya sé lo que quiero decir en el homenaje, pero todavía no tengo escrita ni una sola palabra. Me recuerda a Racine, quien cuando le apremiaban para la entrega de una nueva obra solía responder: «Ya la tengo terminada, sólo me falta escribirla».

Weiß/Colonia, 17.9.

2:30 am : Estuve viendo una peli que no conocía, Criminal [Mente implacable], con un  Kevin Costner inédito para mí: un asesino del “corredor de la muerte” (como le llaman al lugar donde están las celdas de los condenados a la pena capital) a quien le implantan la memoria de un agente de la CIA para evitar una catástrofe de alcance mundial, de la que el agente de la CIA conocía la clave para desarmarla pero lo asesinan antes de comunicarse con sus jefes. Parece que KC se negó en un principio a interpretar un papel que no cuadra para nada con su imagen, pero le convencieron y la verdad es que lo borda. Muy buenas también las actuaciones de la dulce Gal Gadot, viuda del agente de la CIA, y Tommy Lee Jones, en el estoico neurocirujano especialista en trasplantes inverosímiles. Luego, para relajarme, vi el DVD de The Naked Jungle, con una Elizabeth Parker bella como nunca.

Rebeca vino para acompañar a Diny al centro, donde quería comprarse un par de zapatos; al final se compró dos. Diny ha tenido de siempre problemas con los pies, y mira tú con quién se fue a casar, con el hijo de un fabricante de calzado y dueño de tiendas de lo mismo. Sea como fuere, hoy ha guisado una sopa de papa que estaba de rechupete. Y entre su regreso de las compras y la cena tuvimos una ½ hora de lluvia torrencial. Un día caleidoscópico, alabado sea el santísimo sacramento del altar.

En los últimos días vengo leyendo cantidad de rumores acerca de una posible renuncia de Bergoglio, el autobautizado Papa Francisco, y eso me ha hecho recordar una leyenda muy hermosa del pobrecito de Asís que creo haber leído en algún libro de Papimi, allá por 1956, 57, cuando leía a Papini (a quien no he vuelto a leer, y ahora pienso que en su día sólo lo leí porque le habían excomulgado a causa de su libro El Diablo, donde argumentaba algo tan racional y lógico que siendo así que Dios es infinitamente bueno terminaría perdonando a Lucifer). Como no la encuentro en Google la cuento aquí a partir de mi memoria, que es bastante confiable.
«San Francisco murió, llegó a la puerta del cielo y llamó con los nudillos. Desde dentro preguntó la voz de san Pedro:
̶ ¿Quién es?
̶ Yo –respondió el de Asís.
La puerta no se abrió. Al cabo de un rato volvió a llamar y desde dentro preguntó la voz de san Pedro:
̶ ¿Quién es?
̶ Yo –volvió a responder el de Asís.
La puerta siguió cerrada y él reflexionó, luego volvió a llamar y desde dentro preguntó la voz de san Pedro:
̶ ¿Quién es?
̶ Tú –dijo el de Asís, y la puerta se abrió».
Y ahora me asalta la duda de si no la habré leído en un libro de Nikos Kazantzakis, en El pobrecillo de Dios, que se tradujo al español como El pobre de Asís.

Alejandro (@alercilo) ha subido este trino a su cuenta en Twitter: «”Como dueño de un gato desde hace dos horas puedo decir que los gatos son los menos complicados de los animales: no comen, no hacen ningún ruido, todo el tiempo detrás del sofá”. Recordé este trino que tradujo hace años Ricardo Bada. Una cosa genial». No sé si es en verdad genial, pero qué memoria la de AlejandroEs un trino de The Twitter’s Digest # 5.276, y ya voy por el # 6.725, o sea 1.449 ## después. Como edito 156 por año, si Pitágoras no miente este es un trino de hace casi diez años. ¡Qué lo parió, Mendieta!, como diría el inmortal don Inodoro Pereyra.

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