Weiß/Colonia, 31.1.
1:30 am : Vi de nuevo El clan, una peli argentina que me gusta y que muestra hasta qué punto la energía criminal puede llegar a las mayores abyecciones bajo una apariencia ciudadana anodina, lo mismo que sucedió en Alemania después de la guerra, nadie sabía nada de lo que había pasado con sus conciudadanos judíos desaparecidos. Pero sí que lo sabían, le dediqué un artículo harto documentado al tema, hace años, en La Jornada mexicana.
Montse ha conseguido salirse con la suya y ya tenemos fechas para nuestra vacunación, el 29.3. y la segunda dosis el 19.4., y además las mismas fechas y horario para los dos. Gloria in excelsis!
En el otoño del 2011, Marina Weissband, entonces en la fracción del partido Los Piratas, en el Senado de Berlín, subió a @Afelia, su cuenta de Twitter, un trino acerca del tuit de 140 caracteres, revistiendo de una dimensión cuántica el aleph del compadre Borges: «¿Que nada más debe tener 140 caracteres? En 140 caracteres cabe un enlace ¡y por lo tanto, potencialmente, todo el mundo!»
Weiß/Colonia, 1.2.
2:15 am : Terminó, creo, la 21.ª temporada del DCI John Barnaby y sigue la reposición de la 1.ª del joven Morse. Domingo salvado. Y el domingo próximo, si lo recuerdo bien, será el episodio donde el joven Morse inicia un idilio risueño con su vecina, la también joven enfermera negra, que luego termina mal, pero es un par de episodios después, y a los dos les duele la separación. Ni modo, como dicen los cantinflos, soy un romántico pasado de moda.
Hoy comienza el mes perfecto, comienza un lunes 1, termina un domingo 28. En el calendario de Paul se ve como dos rectángulos rigurosamente simétricos. El siguiente febrero perfecto ya no sé si lo viviré, he estado echando cuentas y será el del año 2026. Y del que sí tengo la seguridad de que no alcanzaré a vivirlo es el siguiemte, el 2038. ¡Tan largo me lo fiáis!
Ángeles me ha dejado en mi foro de Fronterad un comentario que me ha hecho ruborizar a pesar de que la vergüenza era verde y se la comió un burro, como solía decir mi abuela Remedios. Se lo he contestado así: «Arcángeles tan querida, cuánto honor tu visita al foro de mi diario, da para parafrasear a Cervantes: “Nunca fuera escritorzuelo / de damas tan bien servido / cual lo fue Ricardo Bada / desde ese México lindo y querido”. Grazie mille, cara amica».
Me llama el Dr. Ruppert para comunicarme que el nuevo análisis de sangre mejora respecto del anterior, que le dejó un par de dudas. A mí esto de los valores que revelan los análisis de sangre me trae bastante sin cuidado, y no se lo digo al bueno del Dr. Ruppert para no frustrarlo, pero si siempre sigo el mismo régimen de vida, comidas y alcohol, cómo así es que los resultados varían de una vez a otra. Que venga un orador convincente y me lo explique.
Terminé de dos bocados el segundo episodio de la saga de Petra Delicado, en soporte papel, las novelas de Alicia Giménez Bartlett. Hay un fallo que se podía haber evitado, en la página 277, cuando el hijo de Garzón viene de Nueva York a visitarlo, en Barcelona, y en el texto se lee que «al chico le gustaba recordar su pasado en la ciudad», cuando lo cierto es que ese pasado a recordar tuvo lugar en Salamanca. Pero a lo largo de la novela hay aciertos descriptivos notables: «No rozar la susceptibilidad del currante hispano es más difícil que pasear junto a las cataratas del Niágara sin salpicarse», «[El perro] me reconocía como su salvadora y benefactora, me rendía sincero tributo de fidelidad eterna. Si llego a saber que la cosa era tan sencilla con un perro, me hubiese ahorrado un par de matrimonios», «Mi difunta esposa me deprimía como un paso de Semana Santa», «Tomamos un par de tazas de café tan cargado como un tren en la India»… Y algún que otro lugar común: «La vida no es justa, pero pretender que lo sea es una ambición pasada de moda». ¡La pucha digo, qué lo parió, Mendieta! –como con toda razón argüiría don Inodoro Pereyra–, eso es flor de filosofía baratieri!
Weiß/Colonia, 2.2.
2:35 am : Acabo de ver en el canal Arte La tête d’un homme, un Maigret de 1933, dirigido por Julien Duvivier con Harry Baur en el papel del comisario. No es Gabin, pero de todos modos, me digo, lo mejor del “cine negro” es verlo en blanco y negro. Y a continuación programo el DVD de El milagro de Berna, una peli muy bien hecha, muy bien ambientada, en que se revive de una manera casi palpable aquel verano de 1954, en que Alemania, que ya existía como Estado federal desde 1949, por primera vez se sintió renacida, nació como nación, derrotando al hasta entonces invicto once húngaro por 3:2 (después de ir perdiendo por 0:2) en el estadio de Berna. Sí que fue un milagro, ese tercer gol fusilado por Helmuth Rahn al recoger el rechazo de la defensa magiar de un balón bombeado sobre el área por el mejor puntero izquierdo del mundo en aquel entonces, el coloniense Hans Schäfer. Lo he contado con detalle, alguna vez, hace años, en Nexos.
Con Ulli & Carlitos la ceremonia de todos los martes al mediodía, que es una especie de rutina entrañable, saber que no nos doblegamos al virus ni a la histeria generalizada en la derecha y en la zurda (los extremos siempre se tocan, y a veces hasta se trocan). Vamos de compras juntos como lo hemos hecho cada martes desde hace casi doce años y si no almorzamos juntos es porque los protocolos sanitarios lo prohiben. Y no sabemos hasta cuándo, ¡la hetaira que los dio a luz!
El Dr. Golfín, un lector de mi diario, desde muchos años atrás, me deja este comentario después de leer la última entrega: «¿No se podría traducir Lebenskünstler por “vividor” o “disfrutón”? Incluso hay una acepción de “artista”, no peyorativa, sino admirativa, casi hímnica: “Fulano sabe vivir, es un artista”. Estupendo el humor de su diario, en días tan sombríos». Le contesto ipso fuckto: «Gracias por leerrme, doctor, y qué quiere que le diga. Le diré que no. “Vividor” tiene una connotación negativa (vivir a expensas de otros), cosa que jamás haría un Lebenskünstler, antes al contrario; y “disfrutón” no la he oído ni leído hasta que la he visto en su comentario: en cualquier caso tampoco me convence porque un Lebenskünstler no es sencillamente alguien que disfruta, es alguien que hace de su vida una obra de arte. En cuanto a “artista” no me vale porque el primero y casi el único artista que nos representamos mentalmente en español es el que se dedica al cultivo de una de las Bellas Artes. Por lo demás, mi sentido del humor es proverbial, pero se parece mucho al de aquel comandante inglés que asesinó a su esposa y fue condenado a la horca, y al llegar al cadalso levantó los ojos al cielo y dijo: “I am coming, Kathie!”»
El siguiente comentario en un mi diario lo hace una lectora infatigable: «Es un regalo de todos los dioses no ser hipocondríaco, para uno mismo y, sobre todo, para los que nos rodean». Le contesto asimismo sobre el pucho, como se dice en el Río de la Plata: «Gracias por leerme, Manu, y sí que es un regalo de los dioses. De los dioses propicios, porque hay cada bicho suelto en las cosmogonías… Te basta leer el Libro de Job y ver la cantidad de hijueputadas que Jehová perpetra contra el requetemasoquista Job. Fíjate cómo será la cosa que en alemán hay una palabra, «Hiobsbotschaft», que significa «anuncio de una calamidad», aunque literalmente traducida sería «mensaje de Job». Por cierto, «jeremiada» también existe en alemán: se dice «Jeremiade»».
Weiß/Colonia, 3.2.
1:45 am : Es la segunda vez que he intentado ver Women in Love [Mujeres enamoradas], la minisere de la BBC basada en dos novelas de D.H. Lawrence, la homónima y The Rainbow [El arcoiris], y que me perdonen los dioses de la vieja Londonia, pero esta vez el producto se les escapó de las manos a medio cocer. Poco o nada que ver con la obra del gran Lorenzo.
Donde la pedicura, esta vez con Dorotea, pero al llegar la primera que vi fue Victoria y quedó encantada al saber que se llama como la nao con que Elcano circunnavegó por primera vez este planeta que estamos asesinando. Aprovecho para cambiar la fecha de mi próxima cita, es mejor posponerla hasta después de haberme vacunado; Dorotea asiente, también cree que es mejor así.
En el tercer episodio de la saga de Petra Delicado, Mensajeros de la oscuridad, hay un desajuste de información al lector entre las páginas 84 y 108, en los diálogos de Petra con su segundo ex marido, Pepe, el dueño del café Efemérides; es una falla grave. Y luego la aventura erótica en la tumba de Lenin es penosa, y perfectamente prescindible. Otro gazapo que no debe ser propio de la autora es cuando se dice que «Una pequeña orquesta desgranaba zarzas vibrantes» en vez de “czardas”. Y como en el episodio anterior no faltan los lugares comunes, alguno de este tamaño: «Vivir es una pérdida continua, hasta que al final se pierde todo». No obstante lo cual, la serie en sí, los personajes, valen la pena seguirla, ya encargué el resto de la serie a Visor.
Weiß/Colonia, 4.2.
1:00 am : Zapeando a la busca de algún programa potable en TV, de repente me encuentro con un espacio deportivo, fútbol, octavos de final de la Copa alemana, el 1. FC Colonia vs. Ratisbona, en la ciudad bávara, con un final emocionante a penalties que se resuelve a favor del local. Tant de mieux, pienso, ahora el 1. FC podrá concentrarse en la lucha por permanecer en la Bundesliga, cosa que todavía no se encuentra en paños secos, como gráficamente se dice en alemán.
Llamo a lo del cardiólogo para hacer como con la pedicura, cambiar de fecha la cita de mañana, porque estoy resfriado y porque es mejor ir allí ya vacunado. Ningún problema.
Después de leer mi blog en EE me escribe MG desde Berlín,”la provincia” (como yo la llamo, bien instalado en el orgulloso limes romano), y me dice que «qué bien traída la cita de Kipling, esperemos que algún día podamos contradecirla». Le contesto como si me hubiera picado un avispero en pleno y comisiòn permanente: «Por todos los santos de todas las cosmogonías, no, no y mil veces no, que no tengamos nunca que contradecir a Kipling, al menos yo no quiero saber nada del Oriente. Sólo su cine (menos el indio, que es ridículo a más no poder) y sus escritores, incluyendo el teatro de Lao She. El resto que se lo metan donde les quepa».
Montse nos llama para lanzarnos un SOS solicitando asilo mañana, para ella, Frank y Henri. En unas obras cerca de la parada del tranvía y el bus, a unos 200 m de su casa, han descubierto una bomba inglesa de 5.500 k sin detonar y mañana hay que desalojar ± 6.000 personas en un radio de 500 m. Por supuesto, les concedemos el asilo. Y poco después me entero de que como éramos pocos y la abuelita salió de noche, der Vater Rhein, el río padre, se salió de madre y ha rebasado ya la marca de los 8,30 m, por lo cual se ha detenido la navegación fluvial. Es decir, parece ser que no teníamos bastante con la pandemia: además, bombas sin explotar y el Rhin desbordado.
Weiß/Colonia, 5.2.
2:15 am : Estuve viendo por primera vez un Krimi suizo, ambientado en Zúrich y protagonizado por un abogado que trabaja tête–a–tête con la policía. Está muy bien, al menos este episodio tiene mucho de Ramuz, de ese mundo encerrado por las montañas, del que me habló Juan Rulfo en Berlín 1982, diciéndome que había influido bastante en él. Estaré al loro para el próximo episodio.
Rastreé mi agenda y descubrí que el martes de la semana que viene tenía cita con el neumólogo, así es que llamé a su consultorio para hacer como con la pedidcura y el cardiólogo, cambiar de fecha la cita de mañana, porque es mejor ir allí ya vacunado. Tampoco aquí ningún problema.
Mi columna de hoy en EE me ha deparado mucho correo, en el foro de la propia columna y en mi estafeta. A mi compadre en La Pintada, a la orilla del Cauca, le cuento desde la del desmadrado Rhin: «Otro recuerdo imborrable de mi estadía en Costa Rica es un día en la casa de mi colega de Radio Universidad con la que elaboraba los programas que nos encargó la OMS. Habíamos estado trabajando intensamente más de tres horas, oyendo grabaciones de las entrevistas ya hechas, y le dije que salía al jardín de la casa para fumar y desentumecer los músculos. Ella era de una familia grande, ocho o nueve hermanos, de los que al menos cinco todavía vivían en la casa de los padres (quienes me acogieron como un hijo más) y la casa tenía un precioso jardín que terminaba en un barranco a cuyo fondo corrìa un arroyo de mucho caudal. El jardinero era el padre de Ysabel Cristina, mi colega, y me lo encontré sentado en un banco de azulejos que había en el centro del jardín. Me acerqué a él y le pregunté: «¡Diay!, ¿cómo le va?», y él me contestó algo que no he olvidado en 37 años: «Pues ya ve usted, don Ricardo, acá. sacándole herrumbre al tiempo». Me quedé medio turulato, era un octosílabo que lo podría firmar Quevedo: «sacándole herrumbre al Tiempo». Ni modo, como dicen los cantinflos: el gran poeta es el pueblo».
Le debía una carta larga a Lola y aproveché para contarle lo que ha sido el día de hoy en esta casa, después de ponerla en antecedentes de por qué Montse, Frank y Henri vinieron a refugiarse hoy bajo nuestro techo. Y luego continué: «Tienes que saber que Colonia fue la ciudad más bombardeada de Alemania durante la 2.ª guerra mundial: nada menos que 262 veces, 31 de ellas en modo bombardeo alfombra, una vez con nada menos que mil bombarderos. El último ataque fue el 2.3.1945, a dos meses del final de la guerra y con la ciudad convertida en un auténtica ruina. El grandísimo hijo de puta que fue Goebbels se mofó en público de la caída de Colonia en manos americanas diciendo que se habían entregado al enemigo las ruinas de la ciudad, la puta que lo parió. Y perdóname, pero con nazis y demás fascistas no hay que tener reparos en el lenguaje. // El resultado es que muchas bombas que no llegaron a explotar se quedaron sepultadas bajo los escombros, durante la reconstrucción, y al menos desde que vivo en Colonia, desde agosto de 1969, casi no falta semana en que al empezar a cavar cimientos para nuevos edificios no se encuentre una bomba, o restos de la historia romana de la ciudad, o ambas cosas. Y claro, si son bombas eso conlleva que hay que evacuar a la gente que vive en un radio de 500 m a partir de tal “regalo del Cielo”. Así le pasó ya una vez a nuestra hija mayor, Rebeca, que un día se encontró con que no podía regresar a su piso ya que a la mañana del siguiente iban a desactivar una bomba encontrada y ya estaban desalojando a los habitantes de la zona: ella se vino a dormir a esta casa. Y esta mañana temprano sucedió algo completamente ilegal según los protocolos sanitarios vigentes (que no admiten sino una sola persona de visita en una casa que no sea la suya), y es que llegaron Montse, Frank y Henri, y esta casa que siempre es un remanso de paz se convirtió en una feria, porque llevábamos meses sin convivir y viéndonos sólo a cada muerte de obispo y a veces desde la terraza nosotros y ellos desde el patio de garajes, dos pisos más abajo. // Para que te hagas una idea acerca de su caso particular. La casa de tres pisos con jardín que se compraron en el pueblo (barrio ya, de Colonia) vecino al nuestro, es como si estuviera en el Café Gijón y la bomba en Cibeles; 200 m de distancia. Recién a las 3 de la tarde pudieron regresar a casa ya que los trabajos de desactivación se prolongaron porque justo antes de iniciarlos se dieron cuenta de que una pareja de viejos, tan sordos que no oyeron los timbrazos de los bomberos para el desalojo, salían a su jardín, a menos de 100 m de la bomba. O sea, que hoy ha sido un día súper colonienese. Ahora ya sólo falta que le toque un desalojo a nuestro hijo, otro a nuestra ex nuera con nuestro nieto Vincent, y naturalmente otro a nosotros, aunque aquí no creemos, en Weiß no cayeron bombas durante la guerra, pero sí de repente en el Rhin, y nuestra calle termina en el río. Ya se han dado casos de ordenar detener la navegación fluvial para poder desactivar bombas en el lecho del río padre de los alemanes». ♫ O Du, wunderschöner deutscher Rhein, / Du sollst ewig Deutschlands Zierde sein… [¡Oh tú, maravilloso Rhin alemán, / tú debes ser eternamente la gala y el ornato de Alemania] ♫ Mi río tan querido, a cuya orilla buena pasé mi primer año en este país, a cuya orilla buena me vendrá a buscar la Señora de la Guadaña. Mi vida no sería lo que ha sido sin el Rhin.
Weiß/Colonia, 6.2.
1:45 am : Me repuse de las emociones del día volviendo a ver, por enésima vez, Two Mules for Sister Sara [Dos mulas y una mujer], uno de mis western preferidos, con una Shirley MacLaine y un Clint Eastwood en estado de gracia, ¡Qué pareja tan asombrosa, asimétrica e incomparable!
En el cuaderno de esquelas fúnebres del KStAnz una buena cosecha de epígrafes este sábado. Uno es una traducción de un texto del peruano Sergio Bambaren y busco el original español en los predios de Miss Hortensia Google, dice así, copio y pego: «Quizás amar consista a veces en renunciar al otro, en saber decir adiós, en no dejar que nuestros sentimientos interfieran en lo que probablemente será el fin». Pero si retraduzo al español lo que leo en alemán diría así: «Quizás amar consista a veces en aprender a renunciar al otro, en saber cuándo decir adiós, en no dejar que nuestros sentimientos interfieran en lo que al final probablemente sea mejor para aquellos a quienes amamos». Y confieso que me parece mejor que el original. Hay un segundo epígrafe con un poema conciso de Delia Owens, tomado de su libro El canto de los cangrejos de río, se titula “A ti” y lo traduzco a vuelapluma: «Si no te hubiera visto / Si no te hubiera conocido / Te vi / Te conocí / y te amé / para siempre». Y Diny me llama la atención sobre un tercer epígrafe que está en neerlandés, en la esquela de un alemán nacido en La Haya en 1942, es decir, cuando los nazis mantenían ocupados los Países Bajos. Es una cita de un poeta de Rotterdam, Jules Deelder, de (probablemente) su poemario Bíblicas, y dice: «Todo queda. Todo pasa. Todo queda pasando».
Ayer, mientras dormía la siesta, llegó una llamada telefónica de Huelva, y una voz masculina le dijo a Diny que había leído la última entrega de mi diario en Fronterad y le había gustado mucho. Diny no reconoció la voz ni pudo retener el nombre de quien llamaba, y yo envié al enterarme un email colectivo a 46 amigos y conocidos onubenses y asimilaos, de los que hasta ahora tan sólo me contestaron dos, diciéndome que ellos no fueron. Cosa más rara que un perro verde.
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