Continuamos con los tópicos propios de la Copa América 2011 con una mirada atrás a al mejor Perú de la historia, tras su reciente triunfo ante Colombia en los cuartos de finales.
Se jugaba el la Copa del Mundo de Mexico 1970: el mundial de la televisión. Un mundial con grandes partidos (Brasil-Inglaterra, Inglaterra-Alemania, Brasil-Uruguay, Alemania-Italia), jugado en las alturas y el calor de Mexico. Perú, posiblemente favorecido por las condiciones, hizo buen papel y llegó a convertirse en un equipo casi cult. De hecho, el uniforme de la rojiblanca se hizo muy popular y hasta hoy es un equipo al que, internacionalmente, se le tiene en alta estima, a peasr de los insulsos conflictos de su federación.
Aquella gran selección integrada por Héctor Chumpitaz, Hugo Sotil (mediocampista que jugaría con el Barcelona) y, sobre todo, Teófilo Cubillas, quien estaría al frente del equipo hasta el Mundial de España ’82. Cubillas es el mejor jugador de la historia del Perú: media punta elegante, técnico, con gran visión de juego, que algunos llegaron a comparar con Pelé. De hecho, el mismo Pelé afirmaría que en Cubillas había encontrado a su sucesor. Jugó casi toda su carrera en el Alianza de Lima (1966-72), el equipo más popular del Perú junto al Universitario de Deportes, su gran rival, aunque pasó brevemente por el Basel (1973) y el Porto (1974-76), antes de acabar en Estados Unidos, donde intercaló los útimos años de su carrera entre el Fort Lauderdale Strikers (1979-83; 1988), el Miami Sharks (1985; 1989) y el Alianza de Lima (1984; 1987).
Perú fue el equipo revelación de aquel mundial, y uno de los mejores del torneo. Una anecdota conmovedora acerca de Perú en el ’70: mientras la selección debutaba contra Bulgaria con victoria y exhibición de Teófilo Cubillas, en Perú ocurría el terremoto que devastó buena parte del país. Los jugadores se enteraron en el vestuario, en el descanso del partido. Perdían 1-0. Fue tremendo, porque no pudieron llamar… comenzaba la segunda parte. En aquella época las comunicaciones no eran como las de ahora, y había dificultad para enterarse de lo que ocurría en Perú. Bulgaria marcaría el segundo antes de la reacción peruana: goles en el miuto 50, 55 y 73 marcarían apenas el comienzo de la remontada. El segundo partido fue contra Marruecos y la victoria prácticamente aseguraba el pase de Perú a la próxima ronda: fue un 3-0 con dos goles de Cubillas. Sin embargo, en un país en el que más de 50.000 personas habían muerto ya nadie tenía nada que celebrar.
Perú no ganaría otro partido en ese mundial, perdiendo contra Alemania Federal y Brasil para salir en los cuartos de final. Tampoco calificarían a Alemania ’74, aunque sí conseguirían la Copa América del ’75 con gol de Sotil en el Estadium Olímpico de Caracas ante Colombia. En 1978 Perú volvería a clasificarse para la Copa del Mundo, en la que harían un buen papel en la primera ronda, triunfando sobre Escocia y empatando con Holanda, antes de la catástrofe de la segunda fase de grupos: 0-3 contra Brasil y 0-1 contra Polonia antes del vergonzoso 6-0 ante Argentina, que impedía que Brasil pasara a la final.
Un final indigno para una excelsa generación de jugadores que convirtieron a la selección peruana en una potencia mediana del fútbol. Son ya casi 30 años que Perú no participa en una Copa del Mundo, a pesar de que la generación que va de salida, esa de Pizarro, de Farfán, del propio Solano, podría haber sido de las más importantes en la Conmebol en los últimos 10 años.
La burocracia de una federación en conflicto arruinó el progreso de una genración de gran talento. Pero ahora, cuando más oscura se veía la noche peruana, ha surgido un nuevo relevo, de la mano de José Pablo Guerrero y Juan Vargas, que tal vez, sólo tal vez, vuelva a colocar a la blanquiroja en el puesto que se merece.