Bajo el término ‘millennial’ muchos han querido englobar a una generación a la que –casi- han acusado de intentar acabar con el sistema en el que vivimos. Los pertenecientes a este espectro de edad estamos en contra de tener un trabajo decente, no nos gustan las vacaciones, queremos acabar con el sector automovilístico y otra serie de delirios de los que dicen que somos los culpables. Muchos han sido los columnistas, gurús económicos y CEOs de grandes empresas que nos han achacado todos los males del mundo actual.

Los medios de comunicación, tanto internacionales como nacionales, semanalmente señalan a este cohorte “boicoteador”, al que pertenezco por haber nacido en el año 1994,  de estupideces varias. Desde realizar comportamientos de ahorro extremo, explotación de nosotros mismos y actividades de lo más extravagantes.

La realidad es que mi generación se enfrenta a un momento muy complicado, los empleos cada vez son más precarios y el precio de la vivienda no es asequible con los sueldos que se pagan. Por algún motivo que desconozco, la culpa de que no podamos consumir ciertos productos, nos conformemos con trabajos precarios en los que nos explotemos a nosotros mismos y estemos dispuestos a pagar más del 50% de nuestro sueldo por alquilar una habitación, es culpa y deseo nuestro, de los millennials, no de la situación en la que estamos.

Este espacio, que trataré de actualizar semanalmente, será un lugar de reflexión y análisis sobre las barbaridades de las que se nos acusa y las noticas absurdas de cada semana. Del mismo modo, trataré de dar una visión del mundo desde un punto de vista de un millennial.